Chapter I

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"Cariño, Momo no deja de mirarte." Murmuró Dahyun contra la espalda de Sana mientras esta se movía eróticamente en su cuerpo al ritmo de la música.

"Déjala, amor, ella puede alimentar la vista cuando quiera." Su respuesta fue simple pero directa. "Además, sabes que le llevo muchas ganas a Hirai." Enfatizó para luego voltear su cuerpo, quedando frente a la pelinegra, llevó las manos a su cuello rodeándolo y le plantó un beso apresurado, enredó su lengua rápidamente con la de su novia, tomando con intensidad esa boca con sabor a menta, queriendo obtener más.

Dahyun por su lado llevó las manos al trasero de Sana apretándolo y subiendo lentamente su vestido hasta dejar expuestos gran parte de sus muslos, se separó un poco de la rubia después de terminar ese exquisito beso, observó a lo lejos a Momo en la barra y le sonrió. Esta última levantó su cerveza de la barra y le sonrió de vuelta.

Luego de esto le organizó el vestido a Sana y le susurró. "Cariño, tú no le tienes más ganas a Hirai de las que yo le tengo." Sonrió satisfecha al ver como los ojos de Sana se oscurecieron por su respuesta. "Ella será nuestra, no lo dudes."

(...)

Alto contenido sexual.

(...)

"Bésame." Susurró con impaciencia mientras acariciaba suavemente la espalda de la rubia.

Sana soltó lentamente el seno izquierdo de la pelinegra y subió dejando besos perezosos esparcidos por el camino hasta llegar a su boca. Tomó suavemente su labio inferior y lo succionó provocando suspiros en el cuerpo debajo suyo.

Tomó con lentitud la cavidad de la boca de Dahyun hasta colar la lengua y enredarla junto a la de ella. Comenzando así un beso erótico, cargado de pasión.

"Es demasiado caliente para soportarlo." Murmuró Momo desde la esquina de la habitación donde se encontraba sentada en un sillón viendo la escena que protagonizaban Dahyun y Sana. "Además, no pensé que la invitación a cenar terminaría en esto." Habló casi por lo bajo entrelazando sus manos con nerviosismo mientras veía como Sana llevaba su mano derecha a la humedad de su novia y le acariciaba los pliegues suavemente.

Momo se encontraba entre la delgada línea de la incomodidad y la excitación, desviando la mirada cada tanto y posándola de vuelta para no perderse la escena, suspiró pesadamente mientras intentaba tragarse el nudo de su garganta.

Dahyun rió por lo bajo tomando la mano de su novia y ayudándole a llegar a la entrada de su vagina. Suspiró cuando Sana enterró dos de sus dedos a profundidad en su humedad, logrando que un espasmo la recorriera completamente. La rubia se sentó de modo que tuviera más comodidad al momento de penetrar a la pelinegra. A su vez miraba fijamente a Momo quien tenía una mirada intensa y se mordía los labios ansiosamente.

"Más." Exigió Dahyun mientras se masajeaba los pezones y cerraba los ojos. Sana posó toda su atención sobre Dahyun observándola atentamente mientras incrementaba sus penetraciones y hurgaba con impaciencia la estrecha cavidad de la pelinegra.

"Momo cariño, ven a participar." Dijo Sana desviando la atención de su novia y mirando detenidamente a Momo. "Deberías sentir lo estrecha y tibia que es Dahyun."

"Oh, justo así." Gimió Dahyun al sentir como la rubia comenzaba un vaivén con su mano entrando y saliendo toscamente. Sana tomó saliva en la punta de sus dedos con su otra mano y la llevó hasta el clítoris de Dahyun masajeando simultáneamente mientras la embestía con rudeza.

"Quiero a Momo dentro de mí." Suplicó la pelinegra desesperada por sentir mucho más de lo que su cuerpo pedía.

"Ven Momo." Ordenó Sana dejando de mover sus manos por un momento. "Quiero ver como te la follas." Dijo sin más esperando a que Momo reaccionara pero la castaña comenzó a negar con la cabeza y se paró de un salto.

"No debería estar aquí." Murmuró mientras caminaba hacía la mesa de noche donde había dejado su bolso y su móvil. "Me voy." Prosiguió mientras se dirigía de vuelta al sillón para tomar su gabán y se lo ponía rápidamente pero se le dificultó la tarea porque sus manos temblaban. "Ustedes sigan, yo- no puedo." Culminó para así llegar hasta la puerta de la habitación y hacer el amague de irse. Dio un último vistazo hacia las dos chicas pero se encontró con que las dos sonreían cariñosamente.

"Espera, Momo." Dijo Dahyun recuperándose desde su posición en la cama. "Sabíamos que esto pasaría pero no nos temas."

"No pretendemos lastimarte, cielo, y mucho menos te obligaremos a algo que no quieras." Dijo la rubia retirando sus manos del centro de la pelinegra, parándose de la cama y caminando hacia donde la castaña estaba. "Confía en nosotras." Dijo para así tomar suavemente los cachetes de Momo entre sus manos otorgándole caricias reconfortantes.

"Confía en nosotras." Repitió Dahyun parándose también ella de la cama y yendo al encuentro de Sana y Momo. "No te haremos daño." Finalizó para así plantarle un suave beso en la frente y tomarla de las manos.

"Está bien." Respondió Momo con duda aunque las miradas que le otorgaban tanto Dahyun como Sana le transmitían seguridad. Ambas chicas al parecer sabían lo que hacían y por sobre todas las cosas no la harían sentir incómoda o fuera de lugar.

"Ven, creo que la ropa que tienes puesta está estorbando." Dijo Sana mirando a Momo fijamente a los ojos. " Te ayudaremos a desnudarte."

"No." Respondió rápidamente Momo. "Quiero decir." Se aclaró la garganta. "Yo puedo hacerlo, solo necesito un momento para mí a solas." Prosiguió mientras apreciaba la desnudez de ambas chicas y les sonreía tranquilamente. "Dahyun ¿Podrías indicarme dónde se encuentra el baño?"

"Sí cariño, al fondo del pasillo a mano izquierda o puedes utilizar el de esta habitación." Respondió Dahyun dándole un suave apretón a las manos de Momo. "Nosotras podemos salir mientras te cambias."

"Me parece bien." Contestó la rubia adelantándose y tomando a la pelinegra de las manos para sacarla a pequeños empujones de la habitación. "Toma todo el tiempo que necesites, no tenemos afán." Dijo para cerrar la puerta detrás de sí.

La castaña se quedó unos minutos en la misma posición dubitativa pensando en sus opciones; la primera era ser participe tanto como su cuerpo y su mente se lo pedían casi rogando por hacerlo y la segunda era huir y no dejarse llevar por su deseo, porque en este ámbito entraban todas sus inseguridades al juego.

Se preguntaba si podría ser suficiente tanto para ella misma como para Sana y Dahyun, también se preguntaba sí después de involucrarse sexualmente con ambas chicas algo cambiaría pero las tres eran adultas y eso no tenía porque influir en su relación y por último su nerviosismo volvió a salir a flote. Se sentía extraña.

"Bien Momo, solo necesitas tranquilizarte, habías estado insinuando tus intenciones y ahora te andas acobardando como una estúpida." Pensó para sus adentros aunque simultáneamente dejó el bolso con el móvil encima del mueble que estaba a un lado suyo y se deshizo del gabán sacándolo por sus costados. " A la mierda con lo que la razón diga, quiero hacerlo."


𝕃𝕦𝕤𝕥. - 𝕊𝕒𝕚𝕕𝕒𝕙𝕞𝕠 +𝟚𝟝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora