Dayana
Después de bajarnos del vikingo, Junhan, Gun-il y yo seguimos paseando por el parque de diversiones por otro buen rato hasta que nos dio hambre.
Encontramos un pequeño restaurante cercano donde pedimos kimchi.
—¿Es decente la comida de aquí? Ni siquiera se ve bien—preguntó Gun-il con un pequeño gesto de desagrado. Era bastante quisquilloso.
—Es lo más delicioso que probarás en tu vida, al menos en mi opinión —respondió Junhan—. Sé de lo que hablo, chicos.
Comenzamos a comer, Gun-il lo hizo después de dudar un poco, a lo que admitió que le gustaba mucho. Me pareció que, si no estuviéramos en un restaurante al que venía mucha gente, habría hecho algún bailecito gracioso.
—Jamás volveré a dudar de ti —dijo después de comer por segunda vez.
—Y eso que no se veía bien, ¿eh?—me burlé.
Gun-il frunció el ceño.
—Es de humanos equivocarse —replicó él con fingido enojo.
Junhan soltó unas tiernas risitas que me hicieron sentir mariposas en el estómago. Traté de no sonreír como una idiota, pero era imposible cuando miraba el rostro del chico que me gustaba desde hace algunos años.
Los tres nos conocimos y nos hicimos amigos desde pequeños (probablemente nos unió el hecho de que éramos los nerds rechazados de nuestro salón), pero yo había comenzado a tener otro tipo de sentimientos hacia Junhan. Al principio creí que solo era algo pasajero, pero poco a poco la atracción hacia él se volvió más fuerte.
Dejé de pensar en eso y pedimos la cuenta. Habíamos quedado en que cada quien pagaría lo suyo.
Luego de eso, salimos del restaurante. Caminábamos de regreso a nuestros hogares después de pasar toda la tarde juntos. Al estar frente a la casa de Gun-il, Junhan me rodeó con su brazo, lo que hizo mi estómago revolotear otra vez.
—Ojalá esto se repita —hablé.
—Tienes razón, Dayana. No tiene que ser una ocasión especial para salir toda la tarde —respondió Gun-il.
—Sería genial tener salidas así más seguido —comentó un entusiasmado Junhan—. Tal vez deberíamos organizar una fiesta.
—Somos tres, ni al caso —bromeó el otro antes de entrar, haciéndonos reír por su frase.
Seguí caminando con Junhan en silencio mientras trataba de no voltear a mirarlo como estúpida cada cinco segundos.
Una vez, mi madre me había aconsejado que hablara con mi crush sobre mis sentimientos, pero cuando creía que por fin me armaba de valor, siempre me ganaba el miedo al rechazo o, peor aún, a perder su amistad.
Mi corazón latía al mil por hora al estar a solas por las calles con él, aunque era más probable que Junhan solo me viera como a una amiga. Tal vez incluso tenía novia, y, si bien esas posibilidades me entristecían un poco, yo respetaría su decisión.
—Llegamos —anunció.
—Junhan, espera —lo llamé.
Había tomado la decisión en ese momento y, aunque sudaba de los nervios, ya no debía echarme para atrás. Además, en cualquier momento terminaría enterándose.
—¿Pasa algo, Dayana? —preguntó él.
—Yo... tengo algo que decirte —susurré.
No respondió, lo que me permitió tomar aire para hablar.
—Mira, me habría gustado tener un discurso súper elaborado para este momento, pero ni siquiera me atrevía a hablarlo. Bueno... yo... eh... me enamoré de ti desde hace un tiempo, Junhan.
Me sentí liberada después de confesarlo.
Se quedó callado durante unos segundos. ¿Me rechazaría? ¿Se burlaría? ¿Ya no querría saber nada de mí? Varios pensamientos como esos inundaban mi cabeza sin que yo pudiera hacer nada por impedirlos.
Cálmate, Dayana, solo está asimilando lo que le dijiste.
Justo cuando sentía que mi corazón se me iba a salir del pecho, él habló.
—Yo también te amo desde hace un tiempo y... no te lo dije porque no sabía si tú sentías lo mismo —respondió—. Deberíamos darnos una oportunidad, ¿no crees, Dayana?
—Pienso lo mismo —reconocí.
—¿Me darías el privilegio de ser tu novio?
—Sí, Junhan —susurré, con una gran sonrisa en mi rostro.
Se acercó a mi rostro y me dio un tierno beso en los labios, mismo que no dudé en corresponder. Fue algo más hermoso de lo que varias veces imaginaba que sería mi primer beso.
¿Qué seguía después de esto? No tenía la menor idea. De lo que sí estaba segura, era de que había encontrado a mi primer amor.
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Tralala - Xdinary Heroes
FanficOne shots de Xdinary Heroes escritos por mí. Espero que te gusten, querido lector/a. -𝑌𝑜𝑜𝑛𝑖𝑒.