N A R U T O

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No lo conozco en absoluto, y él a mí tampoco.

Solo es un chico Universitario de equis facultad, introvertido que casualmente asiste a eventos, fiestas de mi campus. Lo he visto tantas veces que siento que lo conozco, así como sé que él me "conoce" a mí, superficialmente hablando.

Cuando Naruto intervino en mi amistosa conversación con Toneri, no hizo nada más que hablar. Y así evitó lo que podría haber sido una terrible y catastrófica guerra nuclear; solo con palabras.

Y sí, de hecho, nosotros también hemos hablado.

¿Me creerías si te digo que hasta salimos?

Debido al choque de horarios, se nos dificulta vernos. El único día en el que ambos coincidimos es el bendito jueves, por lo que pasamos el día juntos. Desde almorzar en los carísimos quioscos de la universidad hasta llegar a su departamento.

Nunca creí que podría estar en otra cama con un chico sin tener sexo. En lugar de eso, nos ponemos a hablar de comida, de la vida... de todo y nada.

Son esos momentos de confidencias los que nos acercan aún más, aunque ninguno lo diga en voz alta.

— ¿Te gusta la sopa?

— No.

— A mí tampoco.

Después de reírnos por tonterías, soy la primera en girar mi cabeza para buscar sus labios, y él responde de inmediato, tan bien como lo hemos hecho los últimos días. No era la primera vez que nos besamos. Pero sí la primera vez que nos sentimos de verdad; sin efectos del alcohol, sin drogas, sin retos de por medio.

Nos besamos por mucho tiempo, minutos que parecían horas. No podemos dejar de devorarnos, era adictivo. Sus labios saben a Trident de Sandía, dulces, mentolados y tan irresistibles.

— ¿Hace cuánto que vives solo?

Luego volvemos a nuestras charlas, como si nada hubiera sucedido, pero con una complicidad más palpable que nunca.

— Toda la vida.

Es independiente; un chico muy abierto y seguro de sí mismo, responsable, capaz de seguir adelante por sí solo.

Me hubiera gustado contar algo de mí, pero ¿por dónde empezar? No le voy a decir: "Hey, soy hija de un narcotraficante y yo una psicópata y estoy ocultando mi identidad para no acabar muerta. Además, tendrías que tener cuidado, porque mis enemigos podrían venir por tí también". Se espantaría y chao, ahí te ves.

¡Y no quiero eso!

Porque, por primera vez, me siento yo misma, siento que soy una persona normal. Tal vez su departamento apeste a ramen que, vete a saber tú cuántos años llevan pudriéndose, pero el momento íntimo que compartí con él no lo puedo pagar ni con todo el dinero del mundo.

Y eso solo me hace desear con todas mis fuerzas que este momento nunca se acabe.

Pero... perra vida de mierda. Justo cuando estaba considerando sinceramente contarle todo sobre mí, entre tanto palabrerío comienzo a escuchar:

— Pensé que no me importaba. Hasta que la vi en esa reunión; no tenía ninguna razón para estar allí, no conocía a nadie más... solo fui por ella. Quería verla a ella.

Él no mostraba ningún interés en otras chicas...

— Quizá, si conocieras a la Sakura que yo conocí... me darías la razón. Pueda que haya cambiado y mucho, pero eso no me impide dejar de amarla.

Porque su corazón ya le pertenecía a alguien más.

Me quedé en silencio, tragándome mis emociones. No quería decir más, no podía dejar  que conozca lo frágil que podía sonar mi voz.

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⏰ Última actualización: Jun 25 ⏰

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