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⠀—Es por él, ¿no? —preguntó.
⠀Me detuve en el umbral de la puerta, a solo unos pasos de abandonar la habitación.
⠀—Sí —le respondí en un susurro que deseé no lograra oír—. Dōma, tú y yo jamás podremos ser una pareja estable, no importa cuánto lo intentemos... no sucederá...
⠀Me volteé para verlo y me arrepentí al instante.
⠀—¿Lágrimas? ¿lloras ahora? —cuestioné burlón, mientras sentía una sensación molesta en mi pecho y un nudo en mi garganta—. Me lastimas...
⠀—¿Eh?—permaneció ahí, en shock, e incluso rozó sus labios con un dedo para confirmar que eran sus lágrimas lo que sentía.
⠀Fue la primera vez que lo vi llorar...
⠀—Adiós...—salí de ahí.
⠀Dejé caer mi cuerpo contra la pared fuera de la habitación, esperando la más mínima acción.
⠀Kyōjurō era una simple excusa, no quería dejar a Dōma.
⠀Pero entonces...
⠀—Así que... así se siente el dolor... —entendí que no correría a detenerme como esperaba.
⠀Mis lágrimas cayeron.
⠀No se molestó en ir a buscarme...
⠀Y yo no me molesté en permanecer en su vida...
⠀—Perdí tanto en ti... solo para que me dejaras ir...
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