Una historia que se guardo en secreto para que nunca viera la luz, porque no era digna, porque era escandalosa, porque era vergonzosa, porque no estaba a la altura de la familia, porque no hablaba de los cánones correctos.
Una mujer destruyó su vid...
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El último momento...
-Nunca nadie sabrá la clase de ser humano que eres, si sabes lo que te combiene seguirás las reglas o ella pagará por tus pecados - después de esas palabras unos inofensivos cuadernos fueron arrojados al fuego quemando toda la evidencia de una vida llena de mentiras, o al menos eso fue lo que todos pensaron.
Años más tarde
- El era hermoso, brillaba como el mismo sol y es por eso que muchos quisieron apagarlo - relató la dama
-¿Porque? - pregunto La Niña
-Porque muchas veces este mundo no está listo para las maravillosas personas
-Pero el no hacía daño a nadie, ¿porque eliminarlo?
-Porque había algo por lo que el estaba dispuesto a quemar al mundo, una persona que el jamás dejaría que tocasen.
-¿Y qué pasó?
-Que lo traicionaron, pero el era más listo y jamás los dejó llegar a su pequeña estrella, ni siquiera muerto ellos tendrían el camino fácil- la dama se levantó de su silla para arropar a la niña en su cama - ahora descansa, mañana tienes bastantes tareas que realizar.
Salió de la habitación y camino directamente a su sala, hacia años que no podía conciliar el sueño, extrañaba tanto a sus hijos y ahora todo lo que le quedaba de su familia era esa pequeña niña que dormía ajena a todo, se lo había prometido a su hijo, la cuidaría con su alma, esa niña era todo su mundo.
Como cada noche observo atentamente los retratos de sus amados hijos, deseando haber hecho más para protegerlos, deseando ser mejor y tener más voto, tal vez así ahora estarían vivos.
