Encontré amor dónde no debía.

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Cada noche, Mikasa se escapaba de su habitación para entrar a la de Jean que compartía con Marcel. Se subía a la cama de Jean para abrazarse, solían hablar por horas de cualquier tema sin sentido, fue su manera de sobrellevar todo lo que pasaba, todos sus traumas. 

Mikasa ayudaba al rubio cenizo con sus sentimientos, Jean sentía un hueco en el pecho, las manos manchadas de sangre, asqueado consigo mismo por todo lo que tuvo que hacer. Mikasa si bien no se sentía de la manera que él o Marcel, le afectaba la manera en la que ellos se encontraban. Para ella, Jean era su mano derecha, la persona con la que más ha convivido desde que fueron a la isla en esa misión. Tenía sentimientos por él, sentimientos que no se podía permitir, no siendo una guerrera honoraria de Marley. 

Su entrenamiento duraba por las mañanas luego de ello discutían planes para volver a la isla, estrategias y demás, significaba que la tarde era para ellos. Mikasa caminaba por el bosque para distraer a su mente, le gustaba caminar entre los árboles, escuchando nada más que el sonido de la naturaleza. Le resultaba relajante para la maraña de pensamientos que tenía el cerebro. 

Un día, encontró un pequeño lago, acompañado de una cabaña en la orilla. 

Desde afuera se podía notar que la cabaña estaba abandonada, incluso tenía un hueco en la pared. En la cual había una pequeña cocina, la sala que podía ser del mismo tamaño de su habitación en el cuartel militar y en el fondo junto a una puerta trasera las gradas que daban a la habitación de arriba. El cual era del mismo tamaño que la sala-comedor de abajo, con un baño a mano derecha de las gradas. Ahí arriba existía una cama matrimonial, lo suficientemente grande para que entrarán tres personas, unos cuadros pintados colgados en la cabecera. 

Encontró acogedor ese lugar, mientras sus amigos tenían otras actividades en la tarde, ella estaba ahí. Pensando en todo lo que no tuvo lugar en la isla. Sus sentimientos por Jean, supo que lo que sentía no se trataba de una simple amistad. Era más que eso. De lo contrario no conocería a Jean de la forma en la que lo hace. 

Jean solía ser bastante honesto, a veces demasiado que incluso llegaba a herir, las personas solían decir que su cabello era castaño claro, pero ella sabía que era rubio ceniza, le gustaba comer la comida de su madre, detestaba con el alma la comida del cuartel, lo que lo llevó a aprender a cocinar e invitarles a todos ellos la comida que él preparaba, su sueño era poder convertirse en artista, construiría su cabaña y se casaría para eventualmente tener hijos.

El soldado también tenía sentimientos por ella, tal vez un poco más intensos que los sentimientos de ella. Tenía una atracción por su compañera desde que eran candidatos a guerreros, le gustaba su cabello negro y lo audaz que era. En la isla ella era fría, decidida y valiente. Pero ahora, al menos con él, era tierna, cariñosa y comprensiva. De no ser así, no se quedaría en su cama conversando, acariciando su cabello involuntariamente y de vez en cuando quedándose dormidos uno al lado del otro.

Después de unas semanas ella sola en ese lugar, empezó a sentirse vacía, los pensamientos abrumadores volvieron a atormentarla; lo que hicieron en la isla, la forma en la que Armin los traicionó en la isla solo por quedarse con Annie quien se cristalizó, lo traumado que se encontraban Marcel y Jean por hacer todo lo posible por traer a Eren con ellos. 

Sumando a aquello todos los sentimientos por Jean, confundida por aquello, no sabía si era un enamoramiento o admiración por él como líder, le dolía el corazón tan solo pensar que Jean acortó su vida por darle una vida digna a su madre. Acortar su tiempo con su madre, con sus amigos y con ella por una nación a la cual no le importaban los eldianos. 

Mikasa no quería sentirse más así, cargaba con todo eso en su corazón, tenía que quitarse el peso encima de no saber si tenía una oportunidad con Jean. Ya no le importaba lo que opinara Marley sobre un romance entre los guerreros, si no le importaba la salud mental de ellos no debería importarles la relaciones entre ellos.

Mi camino de vuelta a ti. Marley AU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora