───Yo sé que me viste. ─── Contestó con voz ronca, Duxo sintió un escalofrío por su espalda baja, raramente empezó a mover sus caderas ansioso, se excitó al escucharlo así.
El de pelos lacios agarro la polera de este e hizo que se acercara más hacía la boca de él, cosa que pudo hacer y le dio un beso apasionado, había una pelea de lenguas cual batalla termino ganando Aquino, él se separo del beso y desabrochó su jean, se podía ver su miembro erecto en su bóxer, cual estaba ligeramente mojado. El de pelos lacios se acercó hacía el castaño y lo empujo para atrás, dejándolo caer en el resto sofá, sonrió levemente para después bajar el bóxer del contrario y empezar a masajear el miembro erecto de su amigo.
───Eso se siente muy bien. ─── Dijo el más alto al verlo, le parecía tierno que hiciera eso.
Sin dejar decir otra cosa a este, Duxo empezó a lamer el miembro de él quien solamente podía sacar pequeños suspiros, y de una vez haber lamido cual paleta de helado, abrió su boca y poco a poco consumía todo el miembro de él.
Aquino solamente sentía placer, y más placer al ver como subía y bajaba la cabeza del de orbes color violeta, cual ritmo iba incrementando, eso simplemente lo dejaba loco, más no podía soportar más y agarro el cabello del contrario sin mucho cuidado y empezó hacerlo más rápido.
Al más bajo lo tomó de sorpresa esto, parecía que se iba a quedar sin aire o sin garganta, cuales ambas cosas si paso, ya que el castaño estaba por venirse en la boca de este, Duxo por su parte quería decirle que no se corriera por su boca, más sus intentos fueron en vano ya que el contrario se termino viniendo en su boca con un gruñido, el no más tenía que tragárselo porque todavía lo estaba agarrando fuertemente su cabello, cual era un poco extraño ya que no sentía dolor alguno, solo placer.
Al sacar la cabeza de este seguía erecto su miembro, suspiró y observó al azabache, estaba hecho un desastre, tenía todavía un poco de semen en su boca y ojos llorosos, más aún que estaba completamente ruborizado. Se paró del sofá y empezó a acariciar una de las mejillas de su contrario, después de eso agarro la cintura de este y lo echó boca abajo al sofá, él se mantenía firme por sus piernas cuales estaban arrodilladas, estaba teniendo una respiración rápida, se agarraba por uno de los brazos del sofá.
Por parte de Aquino se acomodo en el sofá y bajo los pantalones de Duxo, él agarro su miembro y lo puso entre el trasero de este, quería provocarlo más de lo que ya estaba.
───T-te odio... ─── Dijo en voz baja, no le gustaba que lo molestará de esa forma, pero en realidad le gustaba más, solo era más excitante así.
────No me odias. ─── Mencionó firme, mientras daba pequeños besos en su cuello. ─── Y si me odias quiero ver cómo terminas esto. ─── Prosiguió provocandoló con su miembro, más no lo introducía en su interior.
Pasaron dos minutos, y por fin logró su cometido al ver como el de orbes color violeta se dejó caer en el sofá su cabeza mientras bajaba su bóxer con sus manos, y con estas mismas agarraba el miembro del más alto, con cautela se auto-penetraba con también ayuda de sus caderas, aunque la única sensación que debería sentir es dolor, ya que no estaba completamente lubricado, cual único lubricante es la misma saliva y pre-semen del erecto miembro del castaño, no fue lo que sintió, solamente soltó un grito lleno de placer y locura más no se escuchó mucho porque con vergüenza rápidamente con una mano tapaba su boca, junto con lágrimas desparramadas cayendo de sus mejillas, no sabía porque se sentía así, solo sabía que no era normal, se sentía asquerosamente placentero.
El castaño se sentía sumamente excitado por la situación, le gustaba ver cómo el azabache hacía todo para sentir su miembro en él, cual necesitado estaba, sin hacerlo esperar más, y por estar cegado del placer, agarro las caderas de este y lo embistió de sola una estocada, escuchó un gemido fuerte por el de pelos lacios, rápidamente se preocupo por él y no se movió, pensando que le había dolido.
────¿Estás bien? ─── Preguntó con dificultad, quería hacerlo con él, pero si sentía dolor, no le gustaría.
───Tu solo sigue... ─── Mencionó mientras agarraba fuertemente el sofá, se sentía extrañamente bien, nunca había sentido tal cosa con otra persona.
Asintió el de pelos ondulados y empezó a embestirlo lentamente, estaba apretada su entrada del azabache quien estaba gimiendo a no más poder, le gustaba mucho sentirlo, como si fuera una adicción.
───No te aguantes... ─── Habló con pesadez mientras movía su trasero chocando y llegando más profundo con el miembro de éste. ─── Hazlo más rápido, por favor. ─── Agregó mientras se volteaba y observaba a Aquino. La expresión del más bajo no era normal, tenía la vista completamente perdida y sus ojos llorosos no faltaban, para el castaño era un completo encanto.
Aunque le pareció raro que dijera eso, ya que normalmente debería decir que fuera un poco más lento o que pare, pero fue todo lo contrario. Así que empezó a embestirlo rápidamente, Duxo estaba eufórico por el momento y por la sensación que le estaba dando, era simplemente única y sabrosa, claro que sentía dolor, pero ese dolor se transformaba en placer, esa noche será llena de lujuria y placer.
El sofá rechinaba, ambos chicos estaban totalmente calientes, habían cambiado de posición, ahora el castaño estaba sentado sujetando las caderas del pelo lacio quien estaba saltando en el miembro de este, estaban incrementando más la velocidad al sentir que se iban a venir ambos, así que el castaño agarró fuertemente sus caderas y empezó a ayudarlo a saltar más rápido, así mismo el más bajo se masturbaba también con rapidez, ambos suspiraban y no podían respirar con normalidad, por parte de Duxo le temblaba las piernas, Aquino besaba su cuello y lo mordía. Eso bastó para correrse en él con un gemido y que el azabache se corriera por el torso de Aquino con un grito.
Ambos se sentaron rendidos en el sofá, y se rieron por debajo, no sabían en realidad porque lo hicieron pero lo hicieron, quizás fue a adrenalina y calentura o las ganas que se tenían ambos, pero eso fuera el caso, no les importaba mucho. Finalmente se quedaron mirándose entre sí.
El ojo color canela se puso nuevamente su ropa para luego pararse y acercarse al azabache.
───Este no va a ser el último encuentro Duxo, y lo sabes muy bien. ─── Dijo con voz aún agitada para después darle un beso en su mejilla, y sólo se fue a su cuarto tranquilamente.
Por parte del azabache se quedó quieto y lleno de vergüenza al ver como se expuso de esa manera con su amigo, ¿ahora con que cara lo vería? Y solamente por un vídeo explícito, aunque no todo fue malo y nada será malo después de ese día.
▀▄▀▄▀▄▀▄▀▄