ʚ 02 ɞ

135 17 0
                                        

13:30

Las ideas se le estaban acabando.

El menor ya no sabía que historia contar y, al parecer, su chistes no tenían efecto alguno en el mayor.

El hacer reír al pelinegro parecía un plan cada vez más imposible.

Por un momento, el silencio abundó en la habitación.

La respiración, pesada y nerviosa del menor, junto con el tenue sonido del aire acondicionado podían escucharse con facilidad.

Siendo estos los únicos sonidos ahí presentes.

En su mano, el pelirrosa vió el obsequio que había comprado para Sunghoon.

Y sin esperar más, decidió entregárselo.

—Te traje esto —dijo Sunoo mientras extendía su mano para entregar la rosa que en el camino había comprado —Espero que te guste, me aseguré de elegir la rosa más bella de la tienda.

—… —como era de esperarse, el mayor volvió a ignorar al pelirrosa.

-—Por favor, no seas así —el menor nuevamente ofreció la rosa.

—… —pero Sunghoon permaneció ajeno a la situación.

—¿Es en serio? —preguntó el menor con cierta molestia —Está bien, no la agarres.

Con cuidado, a pesar de ahora estar enfadado, el pelinegro soltó la rosa encima de la mesa de noche.

Los regalos que Sunoo acostumbraba entregarle al mayor jamás habían sido rechazados, sin importar la situación.

Enojado, y sin ganas de ser ignorado otra vez, el pelirrosa permaneció en silencio.

No dijo palabra alguna y, poco a poco, quedo absorto en sus pensamientos.

El recordar el tiempo que estuvo sin Sunghoon entristeció al menor.

Los días que no pudo verlo; las semanas que pasaron sin hablarle; los meses que transcurrieron sin saber de él.

Simplemente, la peor temporada para el chico.

Ahora, el pelirrosa desconocía que hacer, tenía justo frente a él al chico que tanto había extrañado, pero este no le hablaba y empezaba a cuestionarse si podía escuchar.

Entre sus pensamientos, Sunoo empezó a considerar cada uno de los temas que se le ocurrieran para hablar con el mayor.

O mejor dicho, para seguir hablando solo.

La última conversación entre ambos jóvenes había sido hace mucho tiempo, justo antes de la mudanza de Sunoo.

Ahora todo era diferente, ambos chicos habían tenido gran variedad de nuevas experiencias.

Entablar un conversación iba a ser difícil, tal vez sería más fácil si ambos colaborarán, pero eso no sería así, las cosas no eran tan sencillas.

Sunoo tenía que examinar con cuidado cada una de sus ideas.

Debía pensar en un tema de conversación adecuado, dónde ambos pudieran aportar sin esforzarse mucho.

Sin darle importancia a que, posiblemente, el sería el único en hablar.

15:00

Al final, el pelirrosa no pudo determinar un plan.

Estaba nervioso, no sabía que decir o que no mencionar, tenía miedo de enojar más al contrario.

—Y… ¿Cómo te fue en el hospital? —improvisadamente, decidió preguntar por su salud, era lo más importante en ese momento.

wanna see youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora