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Cuando Nuonuo y Song Lian regresaron a la villa por la noche, la tía Chen dijo: "El señor Qiu está de mal humor", e hizo una pausa, añadiendo: "Muy mal".

Por la noche, regresó temprano, con un olor a alcohol en el cuerpo, y una mirada fría. Casi regañó a Du Yi, el viejo rudo.

Nuonuo no quería oír nada sobre el protagonista masculino, pero Song Lian ya hablaba nerviosa: "¿Qué ha pasado?".

La tía Chen dijo con cara seria: "Hoy es la conmemoración de la muerte de sus padres, y quizá haya pasado algo en la empresa. No lo sé".

Song Lian frunció el ceño, mostrando simpatía en su rostro.

Nuonuo dijo: "Tía Chen, he comido en la escuela, voy a estudiar".

La tía Chen pensó: 'Señorita, ¿puede decir algo? ¿No entiende mi indirecta? Tenías que ir a engatusarle'.

Song Lian suspiró: "Es tan lamentable".

La tía Chen pensó: 'No es lamentable, si quisiera matarte, no pestañearía'.

La tía Chen estaba tan molesta que fue a la cocina a servirle a Qiu Li un té sobrio.

Song Lian pensó en lo que le había preguntado Song Zhan y rápidamente la siguió: "Tía Chen, ¿puedo subir? Tengo algo que decirle al señor Qiu".

La tía Chen estaba inexpresiva, "El joven maestro no permite que nadie suba al segundo piso, y no le gusta que la gente entre en su habitación".

El rostro de Song Lian se puso rígido.

Cuando la tía Chen subió, Song Lian no pudo quedarse quieta.

A la fría Song Nuonuo no le importaba el futuro de los Song, ¡pero a ella sí! Por la familia Song, ella podía darlo todo.

Song Lian apretó los dientes y subió las escaleras.

Antes de que la tía Chen cerrara la puerta, entró rápidamente.

El hombre estaba sentado en el sofá, el ordenador estaba encendido y había un ligero olor a tabaco y alcohol en la habitación.

Oyó el movimiento y levantó los ojos.

La tía Chen también miró sorprendida a Song Lian.

Song Lian respiró profundamente: "Señor Qiu, no sé cómo le ha ofendido mi hermana. Por favor, ayude a mi padre. Haré lo que usted quiera que haga".

Qiu Li cogió el cigarrillo con la punta de los dedos. Sonrió y dijo: "¿Harás algo?".

Cuando Song Lian escuchó esto, asintió.

Qiu Li jugó lentamente con las cenizas: "¿Qué puedes hacer?".

Song Lian se puso pálida.

Todavía no mostraba piedad, y sus palabras eran como cuchillas afiladas, "Tú también te desprecias demasiado, ¿qué tienes? ¿Apariencia? ¿Talento? Oh, no sabes cómo me ha ofendido tu hermana, entonces que venga y me pregunte".

Qiu Li se limpió el humo con la punta de los dedos.

Sus ojos negros se volvieron fríos y afilados. Se levantó y se acercó a Song Lian, y de repente sonrió.

Song Lian no sabía por qué sentía frío en todo su cuerpo.

El aura del hombre era fría y poderosa, apenas podía controlar el escalofrío, y su cuerpo temblaba ligeramente.

"¿Sabe lo que pasa si entra a la fuerza, señorita Song?"


***


Esposa fugitiva de un CEO tirano [+15]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora