𝐌𝐲 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚 ☾ 〔𝚈𝚎𝚓𝚒𝚜𝚞〕

Capítulo 6

Yeji

¿Qué estoy haciendo aquí? Me duele la cabeza, mientras caigo al suelo frío por un ruido sordo. Me puse de pie siendo presa del pánico y me di cuenta de que esta es mi habitación. Suspiro de alivio, pero luego me doy cuenta de que estoy desnuda.

Jadeé, con los ojos muy abiertos mientras veía a una mujer en mi cama. Su cara estaba oculta porque su espalda estaba hacía arriba, ella está desnuda.

Oh mierda, No

¿Quién carajo es ella?

Empecé a entrar en pánico cuando me di cuenta que no puedo recordar ni una sola cosa de la noche anterior, todo mi cerebro estaba nublado. ¿Pasó algo anoche?

Si lo de esta mañana hubiera sucedido antes de conocer a Jisu, sería normal para mí. Normalmente me despertaba después de una fiesta de la noche anterior, sin saber con quién había ido a casa.

¡Pero ese no es el caso ahora! Mierda.

¿Engañé a Jisu? Oh, mierda.

Ella me odiará.

Tengo que decirle a Jisu.

Me tiro al suelo, buscando mi ropa, con las manos temblorosas. Jisu. Necesito hablarle.

Después de vestirme por completo, tomé el abrigo marrón y me lo puse. Antes de irme, noté que la mujer se movía en la cama escondiendo la cara debajo de la manta debido al frío.

¿Cómo entró esta chica en mi habitación? Voy a matar a Chaeryeong por no vigilar mi habitación y juro que odiaré a esta sucia chica desnuda toda mi vida por usar mi vulnerabilidad.

Realmente odio la rutina, la última vez que tuve hice fue cuando tenía quince años y esas veces, no solía recordar lo que pasara la noche anterior.

—Oye, mujer. Grité, empujando su hombro que estaba expuesto.

Arrugué la nariz, mi sentido del olfato estaba apagado, probablemente debido a que la medicina estaba haciendo efecto.

—Despierta, tienes que irte. Me crucé de brazos, mirando a la chica.

Noté su cambio a la cama y se sentósenté,con su rostro aún cubierto con el edredón. Poniendo los ojos en blanco, camino hacia la puerta,

—Te dejaré aquí para que te vistas..

—No puedo creer que tengas el valor de hablarme así.

Me congelé en mi postura.

Estaba a punto de abrir la puerta pero esa voz me resultaba demasiado familiar.

Parpadeé rápidamente, me di la vuelta y la vi finalmente bajando la manta para cubrir solo su desnudez, dejando que su rostro y su hombro quedaran expuestos.

Santa mierda.

"J-jis..." Mis pequeños ojos se agrandaron,

¿Por qué está mi novia aquí?

Tragué saliva, lentamente dándome cuenta de que podría haber entendido mal.

Jisu me fulminó con la mirada, con su cabello castaño despeinado, marcas rojas alrededor de su delgado cuello. Yo hice...?

—Tengo que irme, ¿eh?. Se burló, su mano izquierda apretó el edredón que cubre sus pechos mientras la derecha agarraba mi teléfono. —Eso no es lo que me dijiste que hiciera anoche, idiota.

Tartamudeé de miedo, esquivando a la derecha cuando ella me arrojó mi celular. Se estrelló contra la pared, chocando contra el suelo. Maldita sea, ese fue mi cuarto teléfono que me tiró.

—Bebé, lo siento, no sabía. Mi voz se suavizó.

—¿No lo sabías? ¿No sabías cómo me dejaste sin sentido anoche?. Su voz era sarcástica.

—No puedo recordar lo que pasó anoche. Apreté los labios con culpa, acercándome a la cama. —Jisu, cariño, yo no...

Pero ella me señaló, haciéndome detener,

—Así que ahora soy Jisu. ¿No acabas de llamarme mujer?. Ella énfasis en la palabra mujer, sus ojos me miraban directamente. —Fuera, necesito vestirme.

Me aclaré la garganta, —Bueno, tal vez podría ayudarte a vestirte.

Sus ojos se clavaron en mí, miradas hirvientes.

—Afuera. Ella resopló, alejándose de la cama mientras sostenía el edredón que ocultaba su cuerpo para sacar su ropa.

Asentí, tropezando de regreso a la puerta,

—Solo llámame cuando...joder. Mi boca cayó al suelo.

Se suponía que debía irme, pero en lugar de eso me di la vuelta para decirle algo, sin esperar que dejara caer el edredón mientras escaneaba su uniforme escolar el que probablemente usó anoche.

Joder, joder, joder. ella esta desnuda ¡Desnuda! Esto no ayuda a salir de la habitación, su cuerpo es simplemente perfecto como el de una diosa, nadie podría siquiera compararlo.

Oh Dios, me odio a mí misma por no recordar una sola cosa de anoche. ¡Me estoy poniendo celosa de mí misma!

—Cariño, ¿podemos repetir lo que hicimos anoche para que pueda recordar...

—Te dije que te fueras. Me interrumpió, aparentemente confiada a pesar de su desnudez mientras recogía toda su ropa regada por el suelo.

Puedes apostar que no saldré de esta habitación, de ninguna manera.

Me quedé congelada en mi lugar, mis ojos de gato miraban fijamente su cuerpo. Esas marcas rojas eran la señal de cuánto nos amamos anoche. Estoy dispuesta a pagar un millón a cualquiera que me ayude a recuperar ese puto recuerdo.

—Hwang Yeji. ¿No me entendiste?. Ella lo regañó, su ropa colgada de su brazo izquierdo.

Simplemente la miré y tragué saliva

—Bien, ella puso los ojos en blanco. —Torturarte a ti misma.

Luego lo realizó a continuación me hizo perder la cabeza. Jisu se arrodilló, agachándose debajo de la cama en un intento de buscar en su sostén, creo que eso es lo que está buscando.

Y joder, ¿por qué ese trasero necesita ser tan regordete? tan hermoso Si tan solo pudiera caminar hasta allí y apretarlo...

—¿Puedes por favor no decir tus pensamientos?.

Ella se puso de pie y me miró.

¿Acabo de decir eso en voz alta?

—S-sí, lo siento. Me aclaré la garganta, jugueteando con mis pies.

Se vistió, mientras observaba todo el proceso. No sabía que sus pechos eran tan grandes. ¿Los chupé anoche?

—Sí, lo hiciste. Ahora, por favor, detén tus pensamientos. Suspiró, vistiendo su ropa final, que es la sudadera con capucha.

—Joder, te amo. solté, ella me devolvió la mirada con un muy leve sonrojo y obviamente aturdida por mis palabras.

—Más te vale