BAJO TU ENCANTO-kookmin-

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Park Jimin.

Joven prodigio de la poesía. A sus cortos 19 años es el creador de las obras literarias más famosas de toda Corea.

Es un joven amable, delicado y risueño con una belleza sobrenatural.

Esa noche se encontraba en el bar de siempre, festejando con sus amigos que todos los ejemplares de su último libro fueron vendidos en menos de una hora.

—Vamos Jiminnie!—Insitia Jin—Bebe algo, no seas agua fiestas!

—El tiene razón—Concordó Yoongi—No todos los días vendes cincuenta mil libros en cuarenta minutos, hay que festejar!

—No lo sé chicos... es día de semana y mañana debo trabajar, no puedo embriagarme hoy

—Solo serán un par de tragos—Dijo Jin mientras le servía Soju en un pequeño vaso—Brindemos porque sigas siendo así de exitoso!

El rubio dudo unos segundos y luego tomó el vaso, sus amigos tenían razón. Era solo un trago.

—Salud por eso!—dijo para luego brindar con sus amigos.

Entre risas y felicitaciones, los tres bebieron durante al menos dos horas.

Dos horas que fueron suficientes para que Jin y Yoongi estuvieran completamente ebrios.

—Yo... creo que llevare a Jin a casa-dijo Yoongi arrastrando sus palabras
—Quieres venir con nosotros Jimin

El castaño estaba tan ebrio que no lograba sacar las llaves del auto de su bolsillo

—Tu no iras a ningún lado—Lo regaño el rubio—No puedes conducir en ese estado, déjame llamar a un taxi por ti y en la mañana mandare a alguien a recoger tu auto

—Ese es mi amigo—Dijo Jin entre risas—Siempre tan bondadoso y amable. Sabias que te quiero mucho?

—Tambien te quiero Jinnie, pero tu también estas ebrio hasta la médula—Sonrió—Quédense sentados hasta que el taxi esté afuera.

Jimin saco su celular y marco el número para llamar al taxi. Luego de unos minutos el auto estuvo afuera esperando.

El rubio acompaño a sus amigos hacia afuera y los ayudo a subir al auto.

—Jiminnie tu no vienes?—Preguntó Jin

—Creo que caminare, solo son un par de cuadras hasta casa y creo que el viento frio me ayudará a bajar los tragos.

—De acuerdo, avisa cuando llegues—Dijo Yoongi para luego caer dormido en el asiento trasero de aquel auto.

Jimin sonrió y negó con su cabeza
—Váyanse que es tarde.

Jin saludo a su amigo con su mano y luego el auto arranco.

El rubio se coloco sus auriculares y comenzó a caminar hacia su departamento.

La noche estaba fría y silenciosa, el cielo despejado y el viento jugaba entre sus rubios mechones.

Durante todo el camino, Jimin sintió una presencia detrás suyo pero cada vez que volteaba el lugar estaba vacío.

Supuso que era efecto del alcohol y decidió ignorarlo, subiendo el volumen de la música.

Al llegar a su departamento, encendió las luces y se dirigió al baño por una ducha refrescante.

Al salir de la ducha, se coloco su ropa de dormir, su loción y comenzó a ponerse crema humectante en sus piernas. Jimin en todo momento se sintió observado pero a cada rincón que miraba, estaba vacío.