Jimin es un joven prodigio de la poesía.
Es risueño, bondadoso y su belleza es de otro mundo.
Su vida era perfecta hasta que aquella noche de invierno Jungkook, el vampiro más rebelde del clan, lo ataco y bebió su sangre hasta dejarlo sin vida.
O es...
Jungkook salio de la casa y fue directo al hotel donde Taehyung se hospedaba.
Estaba totalmente desesperado.
La llegar golpeó la puerta con exasperación.
La puerta se abrió, dejando ver a un despeinado y agitado Hoseok.
—Que haces tu aquí?—preguntó Jungkook
—Pues...—rasco su cabeza—ya sabes, arreglando unos asuntos...
—Que rápido... bien, donde esta Taehyung?—dijo entrando a la habitación del hotel.
—El esta en el baño. Que le paso a tu cara? Paso algo?
— Le dije la verdad a Taemin y me dio una semana para convertir a Jimin en el mejor cazador
—Que?—interrumpio Taehyung—Una semana? No será suficiente Jungkook. Es un neófito, si quieres convertirlo en cazador debe aprender a controlarse y no tratar de comerse a sus objetivos, eso le tomara al menos un mes
—No tengo un jodido mes Taehyung!
—Oye calmate—interrumpio Hoseok—tratarlo mal no servirá de nada.
Jungkook paso sus manos por su rostro frustrado. —Que se puede hacer en una semana?
—Supongo que podemos entrenar su velocidad y sus sentidos, es lo más importante. Podemos darle sangre cada un día para mantener su sed controlada pero va a necesitar mucho autocontrol y fuerza de voluntad para no seder ante el impulso
—El podrá con eso, confío en el.
—De acuerdo, empecemos ya mismo entonces.—Dijo para luego dirigirse a la habitación para cambiar su ropa.
—Taemin te hizo eso?—Dijo el pelirojo refiriéndose a los hematomas en su cara
—Si, al final no soy tan especial como creía. Supongo que se acabó el favoritismo
—Y también se acabo la rebeldía. Debes tomarte las cosas en serio a partir de ahora
—Eso hago Hoseok, eso hago...
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—Jimin?—dijo Jungkook mientras entraba a la casa seguido por Taehyung y Hoseok
En menos de un segundo Jimin estuvo frente a ellos.
—Que le paso a tu cara?!—preguntó Jimin asustado
El rubio se acerco a Jungkook y pasó su mano por su rostro —Te duele?
—Un poco, me das un beso sanador?
En ese momento Jimin recordó el beso que Jungkook le dio el día anterior.
Recordó cuan fríos y suaves eran los labios del pelinegro y recordó la sensación de esas fuertes manos aferrándose a su cintura.
Jimim se alejó rápidamente, pues los nervios se apoderaron de el.
