Del odio al amor (Hitler x Mussolini)

Cap [1]

Hace mucho tiempo atrás, en alguna calle de Italia, se encontraba Mussolini, angustiado por su reciente viaje a la ciudad de Alemania, Munich.

A su llegada fue recibido por el lider nazi, Hitler quien emocionado le ofreció dar un paseo por otras partes de Alemania.

Ambos líderes se encontraban muy felices estando el uno al lado del otro, todo iba marchando bien hasta que en su camino se encontraron con Joseph, quien saludó coqueto a Mussolini.

Joseph: mi Muss, que lindo verte por estos lados, estaba tan preocupado por ti

Mussolini: qué haces aquí Stalin?

Ambos se tiraron miradas amenazantes, Mussolini sabía que los nazis y los sovieticos no se caían nada bien y la relación con su ex pareja podía afectar su actual relación con Hitler.

Hitler: Mussolini, el... té está molestando?- dijo con un tono amenazante

Joseph: tranquilo amigo, yo ya me iba, solo quería saludar a tu hermoso acompañante- este, con aires de superioridad, se acercó a Mussolini e intento besarlo, pero fue apartando por el.

Mussolini: que te pasa? Tú y yo ya terminamos, te lo agradecería si me dejaras en paz

Joseph, con una expresión de desagrado, se fue, dejando un silencio incómodo entre Hitler y Mussolini, que no se atrevían a hablar del tema.

Hitler: así que tú y el...

Mussolini: fue solo una etapa en la que me encontraba desesperado, el me ayudó pero... me di cuenta de la persona que puede llegar a ser a veces

Hitler: entiendo... sigamos con el recorrido

El resto del día la pasaron en silencio hasta que por fin llegaron al hotel donde Mussolini se hospedaría, ahí, Hitler le ayudó a ordenar sus cosas y dando un largo suspiro, se estaba por retirar.

Mussolini: oye! Espera! Yo... lo siento, entiendo que no te agrade que yo haya estado en una relación con Stalin, pero... yo aún quiero estar contigo...

Hitler se quedó callado por un segundo, este, aún sin darse la vuelta, miró un rato al techo, pensando que que responderle al Italiano.

Hitler: yo... tal vez me molestó ver que él se te acercaba mucho pero ya no hablemos de él, hasta mañana Mussolini... -se fue con una postura firme y casi sin mostrar emoción, dejando atrás a Mussolini.

Desesperado por no saber qué hacer, Mussolini rompió en llanto y a los poco minutos, alguien tocó la puerta.

Este, pensando que era Hitler, se secó las lagrimas y fue corriendo a la puerta, para darse con la sorpresa de que atrás del marco, no estaba Hitler, si no, Joseph.

Joseph: no puedo creer que ese idiota te haya dejado así, mírate... - se acercó donde Mussolini, secándole las lagrimas

Mussolini: tú tienes toda la culpa... - empujo al contrario y se dio la vuelta

Joseph: culpa de que? Yo tengo la culpa de que Hitler no te quiera solo por haber estado conmigo? Yo tengo la culpa de que te dejara de querer al verte cerca de mi? Tengo la culpa de sus celos?

Mussolini: no pero...

Joseph: ven, traje un vino para aliviar tus penas, tomemos un rato, ya verás que te sentirás mejor.

Ambos se sentaron en la cama y estuvieron tomando vino un buen rato, una cosa llego a la otra y sus manos terminaron tocándose, acto seguido, Joseph beso apasionadamente a Mussolini quien solo se dejó llevar por el calor del momento.

Una noche llena de besos y caricias apasionadas terminó en una escena de pasión.

Mussolini: ~aaa~ - Mussolini se encontraba sudando debajo de Joseph, quien lo tenía bien dominado.

Joseph: Muss~ - dijo respirando algo agitado por la situación

Mussolini: yo~ te amo~

Joseph: lo sé Muss~

Ambos terminaron cansados y se durmieron uno al lado del otro.

Mussolini ahora se sentía confundido, el amaba a Hitler, pero esa noche la había pasado tan bien con Joseph, que ya no sabía qué pensar al respecto, solo sabía que tenía que hablar con Hitler cuando amanezca.

(...)

A la mañana siguiente, Hitler se levantó temprano y después de una larga caminata decidió ir a visitar a Mussolini, ya que se sentía mal por dejarlo solo ayer.

Fue al hotel con una rosa en la mano, la cual había comprado pensando en su disculpa y entró a la habitación después de abrir la puerta.

Hitler: Mussolini yo.... - cuando entró, vio a Mussolini acostado en la cama con Josep - perdón... no quería interrumpir...

Hitler salió de la habitación de hotel azotando la puerta por la impotencia que sentía en ese momento, después de caminar fuera de las puertas del lugar, unas cuantas lágrimas se asomaron en su rostro mientras dejaba caer la rosa que le había comprado al que creía que era el amor de su vida.