Capítulo 3: La noche es mas oscura

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-"Porque corres?- Fue lo primero que dije cuando llegamos a la cafeteria.

-"y todavía preguntas."- Dijo Nancy anonadada pues era bien conocido entre mis amigos que odiaba esperar en la larga fila de la cafetería.

-"Por eso te quiero"-dije mientras me iba a la fila para recibir mi comida. Nancy esta atrás de mí.

después del almuerzo, volvimos a clase y el día se sintió eterno, pero se sentía bien volver a clases.

Las clases terminaron y tenía que ir a mi trabajo en Rose Bakery. Amaba mi trabajo porque era más un café que una panadería, me encantaba el estilo vintage de la cafetería y sus vitrinas siempre llenos de pasteles, cupcakes y que a la hora de cerrar la señora Rose nos dejaba probar los postres nuevos en los que ella estaba trabajando. Después de ponerme la camisa de trabajo la cual era roja con el nombre del lugar en negro totalmente adorable, me puse en camino a la registradora porque yo era la cajera.

Cuando estaba ingresando mis datos en la computadora, sonaron las campanitas de la entrada que avisan que un nuevo cliente estaba entrando. Cuando levanto la vista me di cuenta de que era el chico de esta mañana y no estaba solo venia acompañado de dos amigos mas y una chica. Todos parecían salidos de una revista. Su estilo era similar, pero los chicos que venían detrás de el eran gemelos y rubios, ambos usaban pantalones negros desgastados y camisas, de alguna marca que yo no se, de diferente color. La chica por otro lado tenia cabello negro y ojos azules claros y vestía un vestido tallado negro lo que hacia que se viera mas blanca.

Desafortunadamente, yo no era mesera de piso por lo cual Bea estaba emocionada porque esa era su sección y Damien solo la apuro para que se fuera antes de que se empezara a inventar una historia sobre ellos.

Sorprendentemente, cuando llego a la mesa intercambiaron palabras y ella regreso a poner la orden. Ella estaba muy callada así que no me aguante y pregunte.

- "¿Y qué descubriste?"- dije viéndola y dándole el piso para que ella que le encanta el chisme nos contara todo lo que sucedió.

- "Nada, cuando yo llegue ella dijo que mi sonrisa no le gustaba y ordenaron café."- Dijo ella seria para luego volver a sonreír y decir- "Como si me importara si le gusta mi sonrisa o no"- después de que dijera eso escuchamos risas venir de esa mesa.

Damien que acababa de regresar sonrió antes de agarrar una taza y hacer café. -"Solo no te rías con ellos, ya sabes el cliente tiene la razón"- y con eso mismo regreso a atender sus mesas.

Bea rodo sus ojos y saco su lengua de una manera muy divertida y esta vez la que sonrió fui yo.

Después de eso fue muy divertido verla cambiar de actitud cada ves que se acercaba a la mesa. En un momento creí que ella sería una actriz.

Me llamaron en la cocina a lavar plato porque no estaba muy ocupado. Cuando volví, ellos habían cambiado lugares y ahora el me estaba viendo directamente a mí. Al principio pensé que solo habíamos cruzado miradas, pero luego me di cuenta que me estaba viendo. Me estaba poniendo nerviosa, así que yo lo voltea a ver también.

Mientras le sostiene la mirada sentí como todo el calor abandonó mi cuerpo, empecé a sudar frio, todo en mi campo de visión se volvió borroso y el ruido de la cocina había disminuido, hasta que Bea toco mi hombro y todo volvió a la normalidad.

Aturdida la voltea a ver –"¿Qué paso?"- le pregunte.

- "¿Qué paso? ¿Qué te paso a ti? ¿estas bien?"-dijo ella un poco desconcertada –"Llevo rato llamándote y no contestas"- dijo mientras me miraba tratando de ver que está mal conmigo.

- "Lo siento no sé qué me paso, ¿Qué necesitas?"-pregunte.

- "Dame la cuenta de esta mesa"- me dijo mientras me daba el pedido en un recibo. Mientras yo trabajaba en ingresar todo a la computadora me dijo - "Estas rara hoy, ¿Segura que estas bien?"- dijo una vez le di la cuenta.

- "Si solo un poco cansada"-dije mientras me tocaba el cuello y movía mi cabeza hacia los lados.

Me ocupé arreglando los recibos y limpiando el mostrador que cuando me di cuenta era hora de cerrar y que las mesas estaban vacías.

-"Bea cuando se fue todo mundo"-pregunte.

-"Cuando fuiste a atrás a arreglar el inventario la gente se empezó a ir era casi tiempo de cerrar."-dijo ella mientras limpiaba las vitrinas.

Luego Damien dijo- "Ustedes cierran hoy, ya me tengo que ir"- mientras agarraba su mochila y se iba diciendo adiós.

Damien es de pocas palabras viene hace su trabajo y se va. Él es muy amable y coqueto, lo que sea que dice lo dice en una forma coqueta que confunde bueno eso dice Bea conmigo nunca se ha portado así, siempre me ha tratado como una hermana menor.

-"No importa mas postres para mi"- Le grite mientras el salía. A lo que el volvió a decir adiós con su mano.

-"Vamos a ver que tiene de nuevo Rose"- dijo Bea mientras se dirigía a la cocina.

Cuando entramos nos dimos cuenta que ella estaba guardando todo.

-"Pensé que ya había salido"- Dijo la señora Rose-"Damien dijo que ya se habían ido"-Bea y yo nos miramos entre nosotras incrédulas de lo que Damien era capaz.-"Mañana les daré a probar postres, ¿está bien?"-Dijo mientras terminaba de guardar.-"¿Esta todo limpio al frente?"-pregunto a lo cual Bea y yo asentimos.-"Tomen sus cosas entonces voy a cerrar al frente"-y se fue a cerrar al frente.

Mientras yo tomaba mi bolso dije- "Todavía no me lo puedo creer, aunque se me hacia sospechoso que se fuera tan rápido."

Bea paro de caminar y me volteo a ver y dijo- "Mañana me las pagara este es mi hora dulce antes del gimnasio, el merece morir"-Bea era entrenadora en el gimnasio y ella creía que no había mejor manera que entrenar que ser el ejemplo. Entonces ella ejercitaba con sus clientes.

Me causo tanta gracia, lo dramática que estaba siendo que me empecé a reír a carcajadas mientras me tapaba la boca porque no me gusta enseñarle mis amígdalas a nadie.

- "No te rías, es que me quito la parte feliz de este día"- dijo mientras se quita un lagrima falsa del ojo. Lo cual me hizo reír más.

Nos despedimos enfrente de la tienda y ella se fue y yo volvía a el parqueo de la universidad a buscar mi auto. Parecía que todavía había clases, pero el parqueo estaba casi vacío. Pasé por la caseta de seguridad y no había nadie, así que seguí mi camino, la noche de repente se miraba mas oscura y las lámparas emitían menos luz, un frio escalofriante empezó. –"Se supone que el invierno aun no empieza"-dije para mí misma. Hasta que empecé a escuchar pasos detrás de mí. Voltee a ver por mi vista periférica si miraba a alguien porque aún había autos en el parqueo, pero no había nadie de repente me pare y los pasos también pararon. Me di la vuelta para ver si había alguien y nada entonces volvía mi camino aunque los pasos se escuchaba más se acercaban esta vez.

- "¿Hay alguien ahí?"-Pregunte cuando me arme de valor a parar por segunda vez, espere por respuesta y nada, volví a mi camino y los pasos empezaron esta vez mas apresurados a lo cual yo también corri hacia mi auto, esperanzada a que lo que sea no me alcanzara. Algo cayo de mi bolso, pero no me importo pronto llegué a mi carro con las manos temblorosas abrí la puerta y cuando estaba a punto de entrar todo paro. Las luces volvieron y la noche ya no parecía tan oscura y a los lejos podía escuchar la radio de guardia del parqueo. Entre en mi auto me sente y dije a mi misma-"Estoy cansada eso es todo"-bebi un poco de agua y encendí el carro rumbo a casa. 

ImerenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora