Capítulo 1: Una Cita no tan cita.

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Seria correcto empezar por el día en que las cosas comenzaron a cambiar. Al terminar la entrega de guardia nos dispusimos a salir en pareja y las chicas presionaban a Zamira para fuera con nosotras y ciertamente para ella era un poco molesto, puesto que de todas ella es la única que no tiene pareja... las chicas la agobiaban y al final termine perdiéndolo y con el ceño fruncido les dije que la dejaran en paz...

Al final del servicio Zamira nos mandó a freír espárragos y termino saliendo sola como alma que lleva el diablo, no creo que estuviera molesta, pero si algo incomoda. Como acordamos tratamos de juntarnos, le escribí a mi novio Alejandro Matuk, para coordinar la salida y terminamos hablando un poco fuera de tono estaba más posesivo que nunca, pero estaba acostumbrada siempre era así y yo simplemente lo veo como su forma particular de amarme, a su manera, no estaba muy satisfecho con el hecho de salir en grupo pero que podíamos hacer, si ya tenemos el compromiso previo de asistir.

La noche trascurrió con normalidad, es un restaurante tipo terraza al aire libre y entre risas hablamos de nuestro día, sobre deportes y otras cosas sin mucha importancia; entre esas salió a relucir el tema típico en las reuniones familiares y amigos "¿y cuando se van a casar?" así en ese tonito histérico y tan molesto que utilizan.

-Supongo que algún día como es debido- dije mientras sonreía pícaramente.

-Queremos que sea a principios del próximo año- dijo Ale muy seguro de sí mismo, sin siquiera volverse a verme, lo mire un tanto desconcertada porque nunca habíamos hablado de una fecha como tal.

-Entonces ¿Con quién te vas a casar, digo si se puede saber? - pregunte con mi segunda intensión y con todo el sarcasmo del mundo.

-Pues contigo obviamente- aseguro y yo sonreí un poco incomoda, como no quería hacer una escena delante de nuestros amigos, simplemente me limite a asentir con la cabeza y a sonreír. El momento se volvió un poco tenso hasta que Naura saco otro tema que atrajo la atención de todos.

La noche transcurría y la cena que por cierto estuvo de lujo termino, las chicas fuimos al baño y ahí empezó nuevamente una conversación, la cual no quería tener a cabalidad con nadie, y sé que son mis amigas, pero tiendo a guardarme las cosas hasta que me ahogan y no puedo más con ellas.

- ¿Está todo bien Grissel? - pregunto Seoanne.

-Sabes que si las cosas no están bien puedes contar con nosotras, ¿verdad? - dijo Naura.

-Todo está bien- dije con poco ánimo.

-Lamento haberles hecho esa pregunta- dijo Gissel un poco compungida.

-Lo que nos preocupa no es que quieras o no casarte, sino la expresión que tuviste cuando él lo dijo, estabas sorprendida- Naura tenía esa expresión de madre preocupada.

- Chicas está todo muy bien- me forcé a sonreír- Es que me tomo por sorpresa que no me haya comentado que había hasta una fecha, cuando siquiera se me ha propuesto aun...

Gracias a Dios parecían comprender más con la explicación barata que les vendí, la verdad es que, aunque lo ame es agobiante, quiere tomar decisiones sin que yo lo consienta, necesita estar cerca todo el tiempo y cuando trato de tener mi propio espacio, él está ahí viéndome y pidiéndome más de lo que estoy dispuesta a dar. Soy una persona poco cariñosa que cuando decide dar algo de amor lo hace de verdad, en un principio yo era y debo decir que de cierta forma me asquea, pero era "un baño de miel", le demostraba mucho lo que sentía, pero él me dijo que era demasiado para él, que no le gustaba que fuera de esa forma y que debía controlarme, y saben que... me volví un cactus, florezco a veces y el que era seco, se volvió más meloso; que irónico que terminara siendo lo que tanto me reprochaba. Debo decir que nuestra relación, aunque la manteníamos y yo ciegamente creo en nuestro amor, esta un poco fracturada porque él quería que yo volviera a ser la misma que conoció, pero ¡¿Cómo dar marcha atrás a lo que tú mismo exigiste cambiar?! Seguía intentándolo, mejoraría porque lo amo.

Salimos del baño y nos despedimos de los muchachos, me subí en el asiento del copiloto porque íbamos en el vehículo de él, me sentía a gusto y cuando se subió puso música lenta, no hablamos nada, pero iba tomada de su mano dentro de mi pequeña burbuja, el tomo un camino diferente e inusual y cuando noté que habían pasado unos 15 minutos y aun no estábamos ni cerca de mi casa rompí el silencio...

- ¿A dónde vamos amor? - dije un poco coqueta. Pero no me respondió- Blanquito no me vas responder- dije con tono de bebe.

Freno de golpe el vehículo y si no fuera porque tengo el cinturón puesto, me hubiera salido por el cristal, un poco asustada le solté la mano y lo mire con los ojos muy abiertos, estaba loco que pensaba ¡¿Matarme?!, pensara lo que pensara algo no estaba bien.

- ¿Me Amas? - rompió el silencio.

- ¡¿Qué tipo de pregunta es esa, en un momento como este?!- espete y el cuerpo aun me temblaba.

- ¡Solo Responde! - sentencio.

-Si- respondí un poco agitada. Un millón de cosas recorrieron mi mente y realmente estoy muy asustada.

- ¿Entonces por qué? - no entendía a lo que él se refería y con la mirada lo cuestione y dijo- Porque nunca hablas de boda, porque nunca me has dicho que te quieres casar conmigo, porque no pasas el tiempo que pasabas antes a mi lado, ahora solo te veo a veces y no siento que me ames.

Se dejó llevar y dijo todo lo que tenía guardado y simplemente lo abracé y le dije- ¡Claro que te amo! Pero ya no tenemos el mismo tiempo porque ambos trabajamos, me divido en muchas partes para poder tener una vida balanceada, no hablo de matrimonio porque el tema simplemente no sale- duramos mucho tiempo en silencio y estaba cuestionándome mentalmente si realmente esto estaba bien.

-Está bien lo entiendo- dijo finalmente y acaricie su rostro y lo bese con ternura. Muy dentro sentía dudas de que realmente lo comprendiera y de que yo misma lo tenía en duda.

Nos pusimos en movimiento y me dejo en mi casa, nos despedimos y entre, salude a mis padres y mi hermano menor y continúe a mi habitación donde me desplome, muchas cosas pasaban por mi cabeza y una de ellas retumbaba más que las demás, con pequeñas lágrimas en mi rostro una interrogante que solía aparecer cada vez que teníamos una de estas mini peleas... ¿En verdad lo amas, y si es así Él te ama a ti? Un mensaje de Zamira termino con mis pensamientos, pregunto qué tal el día y le dije que, sin contratiempos, me conto su encuentro con un pequeño y el sentimiento de familiaridad que tenía con él, para ser sincera sonaba como que ella era su madre y no alguien que acababa de conocer, finalmente me tumbe y quede dormida.

Los días pasaron y Zamira estaba comportándose un poco rara, nos preocupamos, pero por más que intentamos acercarnos ella nos alejaba y no podíamos hacer prácticamente nada, fuimos hasta su casa. Con rostros serios y miradas molestas tocamos el timbre hasta que abrió la puerta.

- ¡Ay No! - resoplo Zamira al vernos ahí de pie.

- ¿Qué demonios sucede contigo? - cuestiono Seoanne.

-No las quiero ver, ¡Me tienen harta! - grito malhumorada Zamira.

- ¿Estas bromeando cierto? - pregunto Nairobi. A lo que ella respondió mirándola de reojo.

-Zamira... - dijo Naura.

-Conocen la Salida...- dijo Zamira sin volverse a vernos.

Salimos un poco cabizbajas, pero nada podíamos hacer, tenía días que no se soportaba ni ella misma y simplemente quería su espacio.

- ¿Está bien que la dejemos sola? - nos cuestionó Gissel.

-Lo mejor será que le demos tiempo, ya nos contara que sucede cuando este más tranquila- dije y todas concluimos que era lo mejor que podía pasar, las chicas querían organizar otra salida, pero me negué porque tenía un mal sabor de boca de la ultima vez, simplemente me excuse y me quede en casa.

La realidad es que al igual que Zamira necesitaba mi propio espacio y aléjame de mi novio por un rato, desde la última vez no hemos hablado mucho y no quisiera una escena como la última vez en la cena, prefiero quedarme y dormir; así es más fácil para mi resolver los problemas o por lo menos guardármelos por un ratito mientras mi mente y corazón se calman.

GrisselDonde viven las historias. Descúbrelo ahora