—¿Qué haces aquí sola? —mira la hora que es.
Alcé la mirada y vi esos ojos negros profundos de André.
—Oh, Dios mío, jamás había deseado tanto ver el rostro de una persona.
—¿Has estado llorando? —preguntó André frunciendo el entrecejo.
—¿Se nota tanto? —respondí preguntando al mismo tiempo.
—No me digas que has estado llorando por culpa de ese estúpido.
—En realidad creo que he llorado porque por fin me doy cuenta de lo estúpida que he sido yo.
—¿Qué? —¿realmente crees que es tú culpa?
—¿Alguna vez te has dado cuenta de que las personas que tanto quisiste y admiraste no eran lo que pensabas? —le preguntaba agachando mi cabeza.
—Deja de sufrir por esos perdedores que no valen la pena, debes estar agradecida de que te diste cuenta a tiempo, ella nunca fue tu amiga, y él nunca te vio con los mismos ojos que tú lo hiciste.
—¿Cómo es que sa...?
—¿Realmente te gusta tanto? —me interrumpió André antes de que pudiera terminar mi pregunta.
—Hasta creí que lo amaba —respondí entre sollozos.
—El amor es tan solo una pequeña ilusión... O quizá una muy grande, tan grande que no somos capaces de mantenerlo para toda la vida —dijo André mientras tomaba un sorbo de su café helado.
—¿Qué haces para saber que lo que sientes es real? —le pregunté a André mientras admiraba su rostro.
No me había tomado el tiempo de observarlo bien, era realmente lindo, tenía una nariz casi perfecta y un lunar en su labio superior.
—Miro la luna —respondió acostandose en el cesped.
—¿La luna? —pregunté desconcertada con su respuesta.
—Sí, considero a la luna la obra de arte más bella que ha de existir, es como el amor de mi vida, aunque suene un poco o quizá muy raro.
En realidad si pensé que era raro, pero con el es facil esperar cualquier cosa, es tan...Dios mio, no se como explicarlo.
—Cada vez que quiero comprobar si un sentimiento es real, miro la luna y miro la razón por la que dudo, si al mirar esa razón no siento lo mismo que al mirar la luna, entonces ese sentimiento no es real, es solo una pequeña faceta que voy a superar.
Observé la luna llena que nos iluminaba en ese instante, lo miré a él y le dije:
—Entonces, este sentimiento es real.
Se volteo y me miró con sus ojos negros profundo; y así pasaron unos segundos hasta que ambos sonreímos tiernamente.
—¿Sabes que este lugar es dónde me hablaste por primera vez? —dijo André aún con un poco de ternura en su rostro.
—¿Es en serio? —respondí sonriendo.
—Sí, aquí me hablaste por primera vez hace 2 años.
— ¿Hace 2 años? ¿de qué estás hablando? —le pregunté aún riendome.
—Estoy hablando en serio, lo curioso es que fue aquí mismo dónde me hablaste hace 2 semanas.
—¿No crees que sea el destino? —dijo en un tono tan serio que me hizo parar de reír.
—¿Acaso crees en el destino?
—No, en realidad no, pero quizá esto sea una señal —dijo acercando su rostro al mío, dejando una distancia tan corta que me hizo sentir nerviosa.
Voltee mi cara y mire el cielo intentando controlar los nervios.
—¿Me vas a contar como fue que te hablé hace 2 años?
—Aún recuerdo esa chica tonta que dejó caer pintura en mis zapatos.
—No puede ser, ¿en serio eras tú en aquel entonces? —Oh, el mundo es tan grande, pero a la vez tan pequeño.
—¿Por qué dejaste de pintar? —preguntó André mientras miraba mis manos.
«Sabe tantas cosas de mí, aveces parece un acosador»
—La sociedad me hizo ver que no era buena en ello —respondí mientras sentía unas lágrimas cálidas correr por mis mejillas.
—No permitas que esta sociedad de porquería te diga en lo que eres buena y en lo que no, eso solo lo sabes tú, ama tú trabajo como si fuera una obra valorada en millones de dólares, porque si tú no lo valoras primero, entonces nadie lo hará, Ashs.
Mi corazón se aceleró, no sabía si era por sus palabras de aliento o por el hecho de que pasara de un "Ashley Benson" a un "Ashs".
«André Greene, gracias por aparecer en mi vida»
Quisiera habérselo dicho en ese instante, pero solo pude decirlo en mi mente y sentirlo en mi corazón.
—Gracias por dejarme hacer parte de tú vida, Ashley Benson —me dijo André limpiando las lágrimas de mis mejillas.
Y una vez más, le dio un vuelco a mi mundo.
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Aquel Verano Nuestro (PAUSADO)
RomanceEl amor pasajero va y viene, pero el verdadero, se queda para siempre. Ashley Benson y André Greene experimentaran lo que es el verdadero amor, sin embargo, no podrán mantenerlo, ya que al parecer, el destino no lo quiere así. O quizá, no era realme...