━━𝐍𝐔́𝐌𝐄𝐑𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐒.

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      La mañana era tranquila, al menos es lo que se obligaba a creer el hombre de hebras turquesas, quien notaba el constante "tic tac" del reloj sobre su cabeza. Pero se negaba alterarse demasiado debido a los productos que tenía en mano, su padre adoptivo, le había inculcado el valor del profesionalismo en lo que realizara desde una edad muy temprana. ━ Que desgaste...━ Un suave resoplar salió de sus labios mientras se dedicaba a observar aquellos aceites aromáticos esparcidos por los retazos de vidrio en el escritorio. Los nuevos brillos labiales a base de aceite se habían vuelto tendencia últimamente por las redes sociales, o al menos es lo que podía observar en la tableta que se mantenía a su lado contrario de los materiales. Para Buggy la vida social no era de su agrado en lo más mínimo, por lo que el pavor que sentía por la cibernética era el doble.

Aunque debía de admitirlo, los programas de belleza y de cuidados personales, tanto como los de la televisión como los de las plataformas de video en línea, le mostraban la calidad de otros productos, las necesidades de las mujeres al realizar calificaciones de las marcas le brindaba ideas, ideas exorbitantes para continuar desarrollando productos. Los glosses eran agradables y sutiles, los labiales en tonalidades mates brindaban cierto tipo de dureza en el rostro y aquellos labiales cremosos... sus favoritos porque daban su toque rebelde. Buggy era un amante del maquillaje y de cuidar su piel, por esas mismas razones logro conseguir su trabajo actual y lo ejercía con todo el orgullo posible.

Pero era un problema crearlos desde una base muy pobre. Siempre era el que se encargaba de realizar las primeras pruebas, verificar los procedimientos y su eficacia, así que por sus propias inseguridades había solicitado a Roger, su jefe, el tener la oportunidad de trabajar de manera solitaria. Y así es como había terminado contando con toda una empresa de nivel mundial bajo sus hombros, presionándolo constantemente por nuevos productos para el público. Rayleigh siempre había confiado en él, ese hombre se había dedicado a él totalmente, era su padre, su mentor, su guía, el único hombre luego de la princesa Okama que admiraba con todo su corazón. Aunque sí había ciertas ocasiones en las que solicitaba apoyo al gerente de calidad, Galdino.

Buggy desde muy pequeño nunca se imaginó como alguien importante en el mundo, sus leves pensares sobre sí mismo eran demasiado miserables, aunque crecido bajo un manto de oro desde la edad de seis años, se podría tomar como contradictorio. Los recuerdos de su madre eran escasos y nunca se forzó a sí mismo o a Rayleigh hablar sobre ellos. Sabía que eran temas los cuales no tenía permitido hablar, más que por su propia salud mental como la de los demás. El miedo de Buggy era afrontar sus propios problemas. Algo con lo que siempre había vivido.

...

El ocaso arribó antes de lo esperado a la compañía, a través de pequeñas despedidas y avisos entre los trabajadores. Buggy, quien aún se encontraba laborando, se vio obligado a interrumpir su labor debido a la visita del supervisor de cera, tal como le llamaba él. ━¿Estás trabajando?━ Preguntó el hombre con piel pálida, de ojos saltones y lentes de tamaño similar a un diámetro de cera. Su tono era de alguien agotado ante su día laboral, Buggy no lo culpaba, debía de lidiar con el personal de la empresa y era un tedio constante. ━ Pronto terminaré. ━ Menciono mientras en sus manos mantenía dos frascos de color. Ni se dio la oportunidad de voltear a ver al contrario, por lo que este decidió retirarse sin antes desearle una linda noche.

Buggy era una persona realmente con la que se debía de aprender a lidiar. No obstante, al asignarle tareas, ostentaba claramente una persona con la que pudieras comunicarse. Todos en la compañía lo sabían, por lo tanto, el molestarlo no era opción, al final. Buggy no era una persona demasiado interesante para la simplicidad de los demás. 

El de cabellos turquesas ya agotado decidió guardar todas sus avances en las placas de almacenamiento. Al terminar de limpiar todo su lugar de trabajo, tomo sus cosas guardando las pequeñas notas acerca de lo realizado en su gabardina conjunta a su celular. Y al dirigirse a las puertas, anotar su hora de salida en las barras de la empresa, a su cabeza llego el pensamiento de lo factible que era su trabajo. Le parecía agradable trabajar en esa modalidad, chequear y el sistema se encargaba de sumar las horas extra a su sueldo, luego solo recibiría su cheque con las manos abiertas. Amaba a Roger y su sistema tan operativo y organizado que mantenía.

Su cabeza estaba tan absorta de pequeños problemas y situaciones de su día a día que no se fijó en el momento que se encontraba al frente de su apartamento. La noche estaba fría, así que lo único que deseaba era abrigarse entre sus sabanas y ver alguna serie en su celular hasta quedarse dormido. Pero sus ideas fueron hechas a un lado al observar la puerta de su hogar entreabierta. De algo estaba seguro, él no la había dejado así...

Los escalofríos recorrieron su cuerpo. Aterrado, decidió abrir la puerta, claro, lo ideal era llamar a la policía, pero la escasa esperanza de que quien había invadido su apartamento fuera la pelinegra, era convincente. Al menos para su pequeña cabeza llena de inocencia. 

Ni siquiera pudo terminar de ingresar al pequeño apartamento, cuando su rostro fue arremetido, obligándolo a caer de bruces al suelo. Con su cabeza bombeando del dolor y los sentidos fuera de sí, apenas pudo reconocer lo que sucedía. Pero de algo estaba seguro, Alvida no está en casa.

Dura, la superficie del suelo era fría y poco agradable al tacto, más al tener el peso de un humano promedio sobre su cuerpo. O al menos es lo que pudo procesar el pequeño payaso al ser llevado al suelo antes de poder preguntar quién asaltaba su casa. Ni siquiera la fragancia del distinguido aroma masculino pudo arremeterlo contra la realidad. 

━ ¿Dónde está? ━ Elevo su mirada azulina, encontrándose con aquel par de ónix mordaces, observándolo sobre su cabeza, acompañándola de una muy linda arma que amenazaba en volarle los sesos.  ━¿Qué? 

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⏰ Última actualización: 14 hours ago ⏰

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𝐆𝐀́𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑 ━━━━━━━━ 𝐒𝐇𝐀𝐍𝐆𝐆𝐘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora