UN AMOR SIN LIMITES ( YOONMIN )

Dulce corazón

 Ya era de noche cuando Jimin se encontraba sentado en la cama de aquella bonita habitación el príncipe se había ido a buscar un suéter mas pequeño para el mientras que los demás "señores" como les decía el, estaban en la parte de abajo, a pesar de que jin  le había dicho que no tuviera miedo aun podía sentir su corazón rebotar tan fuerte al momento de escuchar fuertes pisadas o el sonido de las puertas cerrándose, observo toda la habitación detallada mente y se altero al no ver su mochilita de trapo que su hyun taemin le había dado mientras escapaban de la casa grande, tomo una gran bocanada de aire y después de colocarse aquellos bonitos "zapatos" de pato  que el príncipe jin le había dado se dispuso a bajar las escales en busca de su mochilita.

-Podía escuchar fuetes sonidos y risas provenientes de alguna habitación de la planta de abajo, no sabia exactamente donde buscar su mochilita, sin hacer mucho ruido salió al pasillo mientras buscaba su mochila entre las habitaciones que se encontraban abiertas, mientras pasaba por las habitaciones pudo ver unas luces que salían de una de las habitaciones, tan hermosos eran los colores que no pudo evitar intentar asomar su cabeza por la parte entreabierta, sin embargo antes de poder llegar a ver que eran esos hermosos destellos de colores un gran perro café salió disparada hacia el haciendo que perdiera el equilibrio y callera por aquellas escaleras que el recordaba haber subido.

No bastaron ni cinco minutos para que tres hombres aparecieran en su campo de visión, 

- Oh dios mío mira nadamos lo que acabas de hacer pequeña vestía- exclamo seok jin con enojo hacia cierto canino café que se ocultaba en las piernas de su humano

-No podía sentir mis piernas, todo mi cuerpo me dolía y ni siquiera tenia la fuera y valor suficiente para salir corriendo de aquellas miradas intrigadas que solo gritaban lastima - exclamo jimin sintiendo sus ojos comenzar a picar, no podía hacer nada todas sus fuerzas se habían esfumado y ni siquiera podía reaccionar a la ayuda de aquel doctor que con tanto cariño y cuidado lo levanto en brazos y lo coloco en uno de los sillones mas cercanos, el solo podía pensar en esos ojos gatunos que lo miraban con tanta atención y mas emociones que no lograba entender y solo el ardor en su pómulo proveniente del algodón lo hizo recordar la situación en la que se encontraba

-ahh

- Lo siento cariño pero te has echo una gran herida en tu suave mejilla, dime te duele la cabeza si es así debes de decírmelo, caíste por 20 escaleras y me sorprende que no te haigas roto la cabeza -exclamo con preocupación mientras terminaba de colocar un pequeño vendaje adherible para que no lograra infectarse 

-Es-to-o-y bie-en no me due-le-na-da- exclame con timidez aun no lograba sentirme seguro y aunque aquellos hombre no habían dado señales de quererme lastimar mi pequeño corazón ya no podía confiar en las cálidas sonrisas que la gente daba- por que para jimin la gente amable daba miedo , y sus sospechas terminaron de comprobarse cuando aquellos ojos gatunos se habían apartado de el después de casi aventarle aquella sudadera que tenia puesta por que algo que jimin tenia muy marcado era ser una persona muy distraída y tanto era su preocupación del pensamiento de aquellos ojos negros que ni siquiera se dio cuenta de su pequeña nariz que empezaba a tornarse roja acusa de su alergia al frio y solo pudo reaccionar al sentir algo estrellarse sin tanta fuerza en su rostro para después ver aquella silueta desaparecer con aquel chico de cabello raro en una de las tantas puertas de esa gran casa

-Jiminie cariño puedes quedarte un momento aquí iré por algo para que puedas recuperar tus fuerzas

Y sin mas termino saliendo de aquel lugar para dirigirse a aquella hermosa y grande cocina para preparar una ricas galletas de chocolate por que como su madre lo decía

-No hay cura mas grande para una herida que una dulce galleta de chocolate-

-Sera que me ve con desprecio y lastima- mencione con tristeza mientras que se arropaba con aquella gran sudadera que cubría gran parte de su cuerpo para terminar haciéndose bolita en aquella esquina, no podía hacer nada se sentía cansado a si que sin mas cerro sus ojos y callo ante los brazo de Morfeo sin percatare de aquellos ojos negros que habían escuchado sus tristes palabras y que lo miraban con tanta curiosidad y talvez con algo de ternura y preocupación 

- De donde es que vienes pequeño y que es lo que te ha pasado- exclamo con tanta frustración por que su mente pedía llamar a los policías y entregarlo para que ellos se hicieran cargo pero por otro lado estaba su corazón que gritaba poder cuidarlo y darle todo para ver esos hermosos ojos color avellana brillar otra vez