¿Y si aún así me arriesgo?

V

Lucas...............................................................

Miré a la pantalla de mi móvil que estaba encendido, eran las 11:30 p.m . Había pasado dos horas desde que la extraña de mi vecina me invitó a ver una peli y, no sé cómo demonios supo de mi debilidad por las películas, pero lo supo. Y es por eso que estaba bostezando en un sofá con cojines de distintos tamaños y cubierto por una manta con dibujitos de ¿las ratas de Cenicienta?, esas ratas que la ayudaba con el vestido.

-Oye, creo que debería irme, es tarde y mañana tengo clases-¿por qué estoy explicando?

-Oh, sí, claro, yo también las tengo. Ayúdame a llevar esto a la cocina y te dejo ser libre.

-Gracias, ya era hora-sonrió y se levantó, y yo la seguí.

Dejé el cuenco con el que estaba comiendo las palomitas de mantequilla que ella hizo para los dos, el vaso que hace poco bebí la última gota de coca cola en su fregadero, donde ella también dejó lo mismo que yo había puesto, pero en vez de ser de coca cola su bebida era de agua. No le gusta la coca cola, en realidad no le gusta el gas, prefiere mil veces agua que otra cosa, tampoco le convence los jugos.

Le volví a seguir pero esta vez fue hacia la entrada, abrió la puerta y se puso en un lado, para que yo pasara y me fuera.

-¿Ya sabes lo que me vas a pedir?

-No, aún no ¿Encontraste otra araña?

-Si hubiera encontrado otra te abría llamado-eso me sacó un suspiro con una sonrisa junto.

-En esa caso, buenas noches.

-Buenas noches.

Cerró la puerta, di media vuelta y di unos pasos, abrí mi puerta con una sola vuelta en la cerradura.

Me fui hacia mi habitación, dejé mi bolso en un canto y quité los sapatos dejándolos tirados por allí. Hoy ya es muy tarde, mañana ordeno mi habitación.

Ni tú te lo crees.

Calla, cuando llegue de la universidad lo haré.

Lo escucho y no lo creo.

Ignoré mi conciencia y me fui a dar una pequeña ducha caliente, para relajarme y después dormir como una roca.

Styven todavía no a llegado a casa, es decir:aún está con las chicas. Yo no me quejo, mejor, así me duermo sin escuchar nada ni nadie.

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-Lucas.-escucho alguien llamar a lo lejos- Lucas.-otra vez-¡LUCAS!-me siento en la cama de un susto. Miro a todos los lados de mi habitación y a mi derecha está Styven de rodillas, quien me estaba llamando.

-¿¡Pero a ti qué coño te pasa!? ¿Sabes qué hora es?-miro mi despertador/reloj que está en la mesita de noche, las 3:30 a.m-como no sea algo importante o urgente te mato a puñetazos.-intenté decir lo más serio que pude.

-Sí, sí, como tú digas. El caso es que...como ya sabes, mi cumpleaños es dentro de poco-dime que no he escuchado eso.

-¡¿Me despiertas para decir que tu cumpleaños está cerca?!-vale, estaba cabreadísimo.

-¡No! Bueno, está en la familia de mi cumple, pero eso no era lo que quería que me respondieras. Voy a hacer mi fiesta en una casa de un amigo, y me preguntaba si...si puede venir Isabelle.

-Styven, dime que no es esa la razón.-dije con un suspiro que no sé cómo no cogí todo el oxígeno de mi habitación.

-Sorpresa-levantó las dos manos hasta la altura de su cara, con la palma de la mano extendida y sus dedos bailaban.