Unrequited love // JiHan • SVT (RESUBIENDO)

epílogo

4 años después...

Joshua se removió ligeramente en la cama, sintiendo una serie de suaves besos en su rostro y escuchando risas risueñas a su lado.

—Vamos, despierta, no seas flojo, cariño. —La voz dulce de Jeonghan lo invitaba a abrir los ojos, aunque él seguía queriendo dormir un poco más.

Joshua hizo una mueca, ocultando una sonrisa, antes de abrir finalmente los ojos. Frente a él, Jeonghan lo miraba con ternura, mientras su pequeño hijo, Yeosang, de tres años y medio, reía, moviéndolo con sus pequeñas manos para que se despertara.

—Es sábado —murmuró Joshua mientras tomaba a Yeosang y lo recostaba sobre su pecho. El niño se acomodó como si fuera su lugar favorito en el mundo.

—Pero hoy es el cumpleaños de Chan, y no podemos faltar. —Jeonghan se dejó caer a su lado, acariciando el cabello de su esposo y el de su hijo con amor.

Los tres permanecieron así por unos minutos, disfrutando de la calidez de la familia que habían construido.

Las cosas habían cambiado mucho desde que habían terminado la universidad. Después de graduarse, la pareja decidió mudarse juntos a un pequeño departamento, donde empezaron desde cero. A pesar de los retos que la vida les presentó, siempre enfrentaron todo juntos.

Tiempo después, Joshua tomó la decisión de proponerle matrimonio a Jeonghan. Era una propuesta sencilla, pero cargada de amor, y, por supuesto, Jeonghan no pudo decir que no. Se casaron en una ceremonia pequeña pero significativa, rodeados de sus amigos más cercanos, sus familias y unas cuantas parejas más.

Lo que nadie esperaba era la llegada del pequeño Yeosang. Ni siquiera Jeonghan, quien no había presentado ningún síntoma evidente hasta los dos meses y medio de embarazo. Fue Joshua quien insistió en que visitaran al médico tras días de náuseas, y, al recibir la noticia, la alegría fue indescriptible para ambos.

︿︿Flashback︿︿

—Cariño, creo que deberías ir al doctor. Has estado con náuseas desde antes de ayer. —Joshua frotó suavemente la espalda de Jeonghan, quien, tras vomitar, se levantó con su ayuda y se enjuagó los dientes. Luego, le lanzó un puchero.

—No quiero, no me gusta ir a hospitales.

Joshua sonrió con paciencia y tomó su rostro entre sus manos.

—Ángel, iré contigo, y si vas, te daré lo que quieras.

Los ojos de Jeonghan se iluminaron con picardía y rodeó el cuello de Joshua con sus brazos.

—¿Lo que quiera?

Rozó su nariz con la de su esposo antes de comenzar a besarlo lentamente. Joshua rió entre los besos.

—Lo que quieras, mi amor.

Al día siguiente, ambos estaban en el consultorio médico. Jeonghan jugaba nerviosamente con los dedos de Joshua mientras esperaban los resultados. Joshua, aunque trataba de mantenerse calmado, estaba igual de impaciente.

Cuando el doctor entró con los papeles, sonrió al ver las miradas ansiosas de ambos.

—Primero que nada, Jeonghan está en perfectas condiciones de salud, no hay nada de qué preocuparse.

—Entonces, ¿por qué tengo náuseas y mareos? ¿Eso es normal? —preguntó Jeonghan con el ceño fruncido.

El doctor dejó escapar una pequeña risa. Joshua, por otro lado, comenzó a atar cabos, y sus ojos brillaron con esperanza.

—Es completamente normal... en un embarazo.

Jeonghan se quedó boquiabierto, procesando las palabras del médico. Su sorpresa dio paso rápidamente a una alegría desbordante.

—¡Amor, seremos padres! —exclamó mientras se lanzaba sobre Joshua, abrazándolo con fuerza.

Joshua lo sujetó firmemente, sonriendo con el corazón lleno de felicidad.

—Lo sé, mi amor. Estoy tan feliz como tú.

Jeonghan frotó su nariz contra la de su esposo antes de besarlo con ternura.

—Ahora somos tres, Joshuji~

︿︿De vuelta al presente...︿︿

Joshua sacudió la cabeza, recordando aquel día que cambió sus vidas para siempre.

—Bien, iremos al cumpleaños de Chan, pero solo si prometes que después podemos quedarnos en casa descansando. —Le guiñó un ojo a Jeonghan, quien rodó los ojos, divertido.

—Trato hecho. Pero será mejor que te levantes ahora o llegaremos tarde. —Jeonghan tomó a Yeosang, quien protestó suavemente por haber sido separado del pecho de su papá, aunque pronto se calmó cuando Jeonghan comenzó a llenarlo de besos en la mejilla.

Joshua los observó con el corazón lleno de amor. Había muchas cosas que no podía prever, pero sabía que, con Jeonghan y Yeosang a su lado, lo tenía todo.

—Vamos, papá flojo. —Jeonghan le lanzó una almohada.

—Ya voy, ya voy. —Joshua rió, levantándose de la cama y abrazándolos a ambos.

Era una vida sencilla, pero era su vida, y no la cambiaría por nada del mundo.

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