𝑆𝑖𝑒𝑡𝑒

131 20 3
                                    

YoonGi cerró los ojos, pidiéndole perdón a su hija por ser un mal padre, esperando algún movimiento por parte de ese hombre.

Pero misteriosamente nada pasó.

Cuándo abrió los ojos, el alfa que le observaba curioso y preocupado no era el de unos momentos atrás.

—Muchacho, ¿estás bien?

Min miró hacia arriba, era un alfa alto de hombros anchos. Parecía inofensivo, pero Min le gruñó de todas formas, por que ¡mierda, estaban en un jodido callejón a las once de la noche! Tapó a su bebé con la manta, y encogió las rodillas para cubrir a la pequeña.

Una de las puertas del callejón perteneciente al fondo de, seguramente, un restaurante, se abrió dejando que la luz se colara atravez de ella. El omega al estar junto al bote enorme de residuos no tenía vista a quien, salía por, o había abierto dicha puerta.

—¡Seokjin, por un demonio! ¡¿Puedes venir!?, el imbecil se escapó y ha hecho un alboroto entre los comensales. ¿Robó algo, o que hacía aquí?—Min se sintio más tranquilo, podia reconocer esa voz a miles de kilómetros.

El aludido, ignoró a quien reclamaba su presencia.

—Chico, ¿cómo llegaste aquí?—preguntó manteniendo una distancia prudente para no asustar al omega con su bebé—. Es muy tarde, ¿quieres...?

—Seok hyung, ¡¿qué tanto haces...—volvió a interrumpirle, desbordado con la situación. Pero dejó de hablar en cuánto vio a quién estaba en el suelo. Inmediatamente se arrodilló a su lado—. Yoonie, ¿qué haces aquí?

Seokjin se sorprendió del tremendo cambio en el muchacho, puesto que hace solo segundos gritaba por desesperación y ahora, su voz era tan calmada que no parecía provenir de Park.

El lobo del mayor lloriqueaba tan fuerte que el lobo de Park podía sentirlo, y lo hacía ponerse inquieto; estaba molesto con el humano, ¡¿porqué el no estaba haciendo nada?!

—Ha-hace mucho frío, alfa—habló bajito, intentando no llorar. Park tocó su mejilla, una caricia delicada que le hacía tanta falta.

—Jimin—murmuró el alfa—, podemos llamarle un taxi si gustas.

—No, no quiero que..., ¿se puede quedar hasta que acabe mi turno? Prometo que no haremos escándalo—el alfa no lo pensó much9, asintió y les dejó solos puesto que entendía que el otro chico estaba incómodo con su presencia. Park miró al menor—. Dame a Youngmi, omega.

Amagó a tocarla, y el chico le enseñó los colmillos.

» —Vamos a dentro, ¿si? Déjame cargarla hasta que estés cómodo allá.

—Jimin, ¿porqué el omega tiene tanta hambre?—cuestionó mientras le echaba una ojeada a Min, quien comía sentado en un pequeño sofá que tenía Kim para descansar en el depósito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Jimin, ¿porqué el omega tiene tanta hambre?—cuestionó mientras le echaba una ojeada a Min, quien comía sentado en un pequeño sofá que tenía Kim para descansar en el depósito.

𝗕𝗲𝗯𝗲́ ミ 𝗝𝗶𝗺𝗦𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora