•and i can't stop || seungchan story•

IV

Quince minutos en la cita y Seungmin se encuentra atrapado contra la pared del baño de la pequeña cafetería con Bang Chan respirando caliente contra su boca.

Ni siquiera han pedido su café todavía. Seungmin no está cien por ciento seguro de quién se inclinó primero, pero desde el segundo en que sus labios se tocaron, fueron fuegos artificiales. Y fuego. Y vapor hirviendo, terremotos y tal vez uno o dos volcanes explotando. Y Seungmin no quiere molestarse con cosas como quién comenzó qué y cómo lograron llegar al baño, porque los labios de Chan son firmes y calientes contra los suyos y finalmente puede pasar las manos por ese cabello increíblemente suave y básicamente piensa que está en el cielo.

Las manos de Chan parecen estar en todas partes a la vez; en los costados de Seungmin, en su cabello, contra su pecho, hasta sus muslos. Y Seungmin sabe que esto no puede suceder aquí, no en este baño y no de esta manera, pero no puede detenerse o incluso pensar con claridad cuando los labios de Chan se deslizan por su cuello para chupar su hombro. Cuando la pierna de Chan presiona entre sus muslos y crea una presión deliciosa, deja escapar un ruido embarazoso que Seungmin definitivamente negará más tarde.

"Chan", respira mientras agarra el cabello castaño con fuerza, y se odia a sí mismo por lo que está a punto de decir. "Chan, por favor, más despacio. Yo..." Chan ha dejado de besar su cuello, pero mantiene sus labios allí contra la piel sensible, y las respiraciones calientes están volviendo loco a Seungmin. "Quiero hacer esto bien. Y me odio por detenerte, de verdad. Pero esto..." Seungmin traga y deja que una de sus manos corra por la musculosa espalda de Chan. "No quiero que sea solo una aventura."

Respira profundamente una vez más y su ritmo cardíaco se calma antes de que Chan levante su rostro del hombro de Seungmin, y, por el amor de Dios, Seungmin está listo para seguir haciendo lo que dejaron de hacer con solo ver esa cara. Pero mantiene su respiración estable y sus manos en los lugares apropiados (cabello y espalda, eso es apropiado en esta situación, ¿verdad?) Cuando Chan lo mira con los ojos entrecerrados.

"Sí. Sí, tienes razón." Chan todavía está sin aliento, y su voz es baja, y Seungmin se muerde el interior de su mejilla para no temblar. El castaño picotea sus labios suavemente y se aleja. Seungmin inmediatamente extraña su cuerpo contra el suyo. "Quiero hacer esto bien. Aunque también te odio por detenerme." Y como si eso no fuera suficiente para hacer que el pulso de Seungmin se disparara de nuevo, Chan le guiña un ojo antes de darse la vuelta para mirarse en el espejo y ajustarse la ropa. "Las cosas que quiero hacerte, Seungmin...probablemente te ofenderías."

¿Quién es este hombre y dónde ha estado toda mi vida? Seungmin piensa mientras gruñe y entierra su rostro en sus manos. "Mierda, Chan. Deja de decir cosas así. No soy el tipo de persona que puedes joder en la primera cita, pero si no te callas la boca..."

"No me tientes, Seungmin." Hay una sonrisa en su voz, y cuando Seungmin espía entre sus dedos, ve a Chan sonriéndole. "Vamos. Te prometí café, y te compraré café."

Después de eso, la cita es como la mayoría de las primeras citas. Bueno, la mayoría de ella, de todos modos. Hay café, sonrisas y miradas persistentes, y hablan de sus intereses y de los precios ridículos del café. Seungmin se entera de que Chan comenzó a entrenar fútbol en la universidad y deja que sus ojos caigan en sus labios rosados ​​(y ahora ligeramente magullados) mientras el hombre habla. Y cuando Seungmin le cuenta a Chan sobre la tienda de discos que dirige, necesita todo su poder de voluntad para mantener su voz estable mientras siente el pie de Chan contra su pantorrilla.

Pero no hay ninguna travesura más, por lo que Seungmin está igualmente agradecido y triste. Todo es solo coqueteo al límite y miradas intensa de vez en cuando. Seungmin realmente disfruta su cita con Chan, y Chan es divertido e inteligente, y le importan muchas cosas. Y antes de que Seungmin se dé cuenta, son casi las seis, la cafetería está cerrando y tiene que estar en la casa de Changbin en veinte minutos.