4._El precio 💵

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Christopher Vélez

Mis cuentas seguían igual, sin ningún aumento de nada, y eso par mi en una falta de respeto hacia mi persona, ya que los tratos se hacen de palabra y al parecer este señor no conoce ese límite.

Por lo que tendré que tomar medidas drásticas y dejar que el banco interfiera y si no es así llegar a un acuerdo firmado para que el pague semejante montó, solo espero
que está vez cumpla su palabra.

Salgo de la empresa rumbo a la de Cartier, unos minutos solo bastan para poder llegar entro lo más rápido posible intentando no prestarle atención, a ninguna de las secretarias, entro sin tocar la puerta de su oficina y me encuentro con un festejo uno donde una fotos eran las principales protagonistas.

Un nuevo hijo de Carlos y Zara.

—¿Vélez?....¿Que haces aquí? — dijo Carlos tratando de ocultar las fotografías.

Muy tarde querido amigo

— Vine por mi parte de la apuesta, la cuál no a llegado a mi cuentas.

— Lo siento mucho Christopher, pero el dinero restante no lo tengo ahora....

— ¡Me estás diciendo, que apostaste sin tener el maldito dinero¡ — especte con furia.

— Lo tenía pero hace unos días llegó un nuevo inversionista, y el dinero lo invertí hay— intento explicar, pero estaba con tanta muina que no calculé lo que diría.

—No me interesan tus excusas, tienes tres horas para tener a tu hija lista y seis meses para que puedas sacarla de mis manos y si en ese tiempo aún está conmigo y tú no as pagado olvídate de volver a verla— no le permiti que hablara solo salí rumbo a la empresa de mi padre, estoy seguro que una enorme regañiza me esperaba pero pues ya está hecho.

Entre a la empresa por la puerta de servicio, pues no estaba para que todas aquellas chicas me mirarán, como un alimento del que podían comer siempre que se les diera la gana, al llegar a la oficina de mi padre toque y pronto resibi a un pase de mi mamá.

Me adentré y no paso ni un segundo de estar adentro, cuando sentí la mano de mi madre impactar mi mejilla.

—¡Estás loco Christopher, cómo se te ocurre poner a una niña como garantía¡— me gritó mamá, mire a mi padre quién solo negaba y de un segundo a otro la pequeña Cloy se soltó a llorar al igual que mi madre quien se encogió en el pecho de mi padre.

— Mamá, lo siento fue lo primero que se me vino a la ment.....

— Hay muchas formas de saldar una deuda, y no con una persona, tan solo dime ¿Que sentiría si esa familia fuéramos nosotros? ¿Que tú padre debiera tanto dinero que se llamarán a la pequeña Cloy?— y lo comprendi, estaba mal muy mal, mire a mi dulce hermanita quien extendio sus pequeños brazitos para mí, y no dude en cargarla.

—Chris yo no quiero que tú seas malo — su voz y como me lo dijo me izo sentir la persona más miserable del mundo, los ojos de mi hermana brillaban por las lágrimas y sus labios rositas temblaban.

No podía permitir eso, que cada vez que la intentara abrazar me tuviera miedo.

— Mamá te prometo que no le aré dañ....

— Son tus asuntos no míos, solo no quiero que vengas a mi, para remediar tus malos actos, cuídate mucho mi amor, pero apartir de este momento estás solo sin mi apoyo.

Y fue hay donde mi mundo se vino abajo, solo tomo a mi hermana de mis brazos y salió.

—Hay cosas que es mejor pensarlas en frío y no en caliente, has ganado millones pero has perdido el apoyo de tu madre y el miedo de tu hermana —me dijo mi padre.

— Lo siento mucho papá, me espero todo menos esto, solo espero y mi madre pueda perdonarme en algún momento — el dejo una palmada en mi hombro antes de salir.

No tarde mucho en que mis lágrimas salieran como mares y me quedara por unos largos minutos, contemplado la ciudad desde el ventanal de cristal.

Mi teléfono comenzó a sonar y un mensaje de Cartier apreció.

Esta lista, puedes venir por ella solo te pido que te la lleves muy lejos no la quiero volver a ver, por qué entonces no tendré compacion de ella, aún que sea mi propia hija no dudaré en dañarla así como ella me lastimó a mi, arrebatando me a su madre.

Es tuya Vélez ella es EL PRECIO mi deuda está saldada.

El muy hijo de puta estaba vendiendo a su propia hija, como si fuera una maldita joya.

No lo pensé más y por instinto maneje hasta la casa de Carlos, una hora me traes casi en llegar a la residencia, en donde gritos y llantos se podían oír desde afuera.

Toque el timbre y fue Carlos quien abrió en uno de sus brazos la tenía a ella quien lloraba.

—¡Papá!...¡Por favor no!.

— ¡Ten Vélez llévate lejos, jamás quiero volver a ver a la asesina de mi esposa! — Zara solo tenía los ojos llorosos y miraba desde lejos, la hoja de Carlos me veía con temor y era justo.

Si más la tomé del brazo y la arrastré hasta el auto, subí sus maletas mientras ella le gritaba a su padre que no lo hiciera.

Su llanto era incontrolable y me recordó a la discusión de mi madre hace un rato pero está vez no hacía esto por dinero ni nada, siemplemente por qué no quería que su padre le dijera cuánto la odiaba.

Además, que dentro de muy poco leerán el testamento de mi abuelo y ocupo tener una chica a la que pedir matrimonio o estar casado.

Miro a la hija de Cartier y solo está mirando a la ventana mientras llora.

Soy un asco consolando a las personas y siento que si le digo algo la cago más, al pasar los minutos ella sigue llorando y más fuerte, sus mejillas están muy rojas al igual que su rostro y ni hablar de sus ojos.....

Mi Dueño ||C.V|| (Christopher Vélez y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora