[EXTRA] , ' - Fue Por Dinero - ' ,

995 90 17
                                    

[Tres Meses Antes]


Habian dos chicos en una habitación, el menor caminaba de un lado a otro en la oscuridad mientras que el contrario estaba más interesado viendo unas cosas de su propio casino.

—. No sé que hice, ¡No sé que hice para que se fuera con ese hijo de puta!—. Grito el pequeño peli negro sin dejar de moverse, cuando llego a un pared dio un golpe sin que le importar nucho—. Se supone que él es mío ¡Mío! ¡Él lo sabía!—. Seguía gritando, esta vez pateando la pared con un pie, el castaño agradecía haber hecho el edificio con un material resistente.

El oji lima levantó la mirada de los tantos papeles para observar con una leve sonrisa al peli negro que gritaba cosas mientras que golpeaba la pared. Cuando noto que comenzó a sangrar, decidió darle un pare al asunto levantándose.

—. Príncipe detente o tendrás que pagarme la nueva pintura—. Hablo lo suficientemente alto poniendo sus manos en la cintura contraria, jalando de su cuerpo sintiendo la espalda contrario contra su pecho.

—. ¡No lo entiendes, el hijo de puta de A se fue con MI chico!—. Ellos solían usar las uniciales en vez del nombre, o si no, algo simple como "Él" o "Él periodista".

—. Debiste confesarte a L antes, Q—. Se separó de él, caminando hasta su escritorio, abrió un cajón para buscar entre las cosas hasta encontrar un royito de vendas.

—. ¡No podía! ¡Entiende! ¡Yo quería que todo saliera bien! ¡Se lo conte y el lo uso para conseguirlo antes que yo! ¡Es un pendejo, estupido de mierda!—. Gritaba a los cuatro vientos millones de insultos seguidamente, sin tener control ni filtro a la hora de hablar.

R le alcanzó las vendas a Q, quien las tomo, miro unos segundos y luego comenzó a envolver su mano herida, tiñendo la tela de un color rojizo carmín.

El mayor siguió sus movimientos con la mirada, sin querer perderse nada, mientras una sonrisa se iba pintando en sus labios. Hasta que el peli negro se giro hacía él y le pregunto un "¿Qué hago?" a lo que él, con una sonrisa, le hizo una seña para que se acerca a la vez que decía un "Tengo un plan".

[Una Semana Después]

Y de nuevo estaban como en ese día, el mayor al lado del escritorio y el menor caminando de un lado a otro.

—. ¡¿Por qué R?! ¡¿Por qué me dijiste que haga eso?! ¡Lo secuestre y lo golpeé! ¡Ahora esto es culpa!—. Se acerco para intentar golpear con la mano cerrada, pero como siempre, el castaño estaba adelantado a él evitando su puño con facilidad.

—. Príncipe, yo no tube la culpa de nada, lo guiaste a ese lugar, lo secuestraste, en camioneta, esta en casino y lo golpeaste, aquí no hay otro culpable más que —. Recalcaba cada palabra con descaro, manteniendo su sonrisa burlona y coqueta viendo el rostro del menor.

—. ¡Eso no es verdad! ¡Tú me dijiste que hiciera todo eso! ¡Ahora no sé que hacer! No sé si debería dejarlo ir y entregarme a la policia o- o quedarme con él y- y decirle que fue un error—. Habia comenzado a atropellar sus palabras, dando a relucir su desesperación y nerviosismo, la piel picaba contra su ropa y frías gotas de sudor caían de su frente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 01, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Todo Lo Que Hice... ¡Luckity¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora