𝙁𝙤𝙪𝙧

894 109 10
                                    

Ha estado lloviznando ligeramente, el cielo es nublado, el día frío y las calles casi desérticas por el clima de ésta mañana. Si es sincero, le gustan los días así. El ruido de la lluvia chocando contra los cristales de sus ventanales le relaja, uno que otro trueno le asusta pero está bien. No tiene necesidad de prender ventiladores porque el aire en sí es fresco. Pero le gustaría más disfrutarlo en cama, con NamJoon y sus respectivos hijos en compañía, mirando una película. JungKook está en su casa, marcando la lista de invitaciones de su hijo. Se supone que su madre debería estar haciendo eso, pero con todo y el embarazo no puede. Va tachando los nombres de los niños cada vez que termina de escribirlos en la invitación.

Marca el número de NamJoon y espera a que conteste. La voz de MinHee se oye al otro lado y ríe un poco. Le pide amable que le pase a su padre y enseguida lo hace.

-¿Algo va mal? - La voz de NamJoon suena gangosa y JungKook se preocupa.

-Para nada, ¿Qué iría mal? Suenas raro, ¿Estás bien?

-Sí, ayer me bañé un poco tarde y me hizo mal. Es todo.

-Te hablaba para decirte sobre la fiesta de Ji. Es el sábado y quiere- queremos que estén ahí. Es de disfraces.

-Okay, suena bien. Mándame la dirección por mensaje y ahí estaremos.

Cuelga el teléfono y rápidamente escribe la dirección de la sala de fiestas por mensaje. Se la envía a NamJoon y sigue con su trabajo.

JungKook se preocupa. NamJoon sonó algo frío y distante, cualquier otro día hubiese reído levemente con él, haciéndole plática para mantenerse ocupado. JungKook piensa que seguro es el resfriado, tal vez se siente mal e irritado.

×××

NamJoon​ le explica a MinHee que son las sílabas compuestas. Él escucha atentamente y sigue la lectura que su padre hace en el libro que trata sobre osos silvestres. Su lengua se traba a veces cuando las sílabas llevan una R, NamJoon le dice que lo intente hasta que salga bien, así lo hace. Después de eso, comienzan a hacer ejemplos en la pequeña libreta de Min, escribiendolos.

El timbre suena y el lobito parece inquieto. Casi nunca reciben visitas. A veces es su padre, pero justo ahora no quiere verlo. Está muy molesto con él, además de que tiene miedo a su rechazo. Cerrando el libro, NamJoon se para descalzo a atender el llamado, camina lento, sin apuros. Su cabeza duele un poco por el resfriado, pero ha estado bajando por el medicamento que tomó minutos atrás.

-Hola, NamJoon ¿Cómo estás? - Es Myah, una vecina que vive dos pisos arriba. Ella siempre ha sido amable con ellos así que les agrada.

-Bien, ¿Y tú? - La chica contesta con un encogimiento de hombros - ¿Qué se te ofrece?

-Te traigo esto. Es ropa que a Jamie ya no le queda, tal vez pueda servir con MinHee. Ya sabes, son casi de la misma edad.

NamJoon sonríe y abraza a la mujer. Está muy agradecido. Ha pasado un tiempo desde que consiguió ropa para MinHee, así que esto era increíble y le venía bien.

-Gracias. No sabes cuanto significa para mi. Y MinHee va a estar contentísimo.

-No te apures. Ten la ropa, deje a los niños solos. Si necesitas algo no dudes en llamarme.

Agradece una vez más, ella se despide con un beso en la mejilla y se va.

Emocionado, NamJoon llama a su hijo para que fuera a ver la ropa. Él llega corriendo, con sus piernas gorditas. Sus ojos se expanden, abriendo su boca, sorprendido.

𝗕𝗿𝗮𝗰𝗲𝗹𝗲𝘁𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora