─────── #𝒖́𝒏𝒊𝒄𝒐𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐。

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Sanemi es el típico joven que después del trabajo llega a su casa cansado, enojado -en ciertas ocasiones cuando algo no sale como él quisiera- y muy estresado, pero todas esas malas sensaciones se van al momento en que es recibido por su amado novio: Inosuke, un joven que siempre está ahí para él cuando su amado necesita un masaje o unos cuantos mimitos para liberar todos sus malos momentos.

-¿Te sientes bien, bebé? -le preguntó con una voz más dulce, mientras el Albino se sentaba en el sofá y este se posicionaba detrás suyo para empezar a darle algunos masajes.

-Ahora que te veo -le responde, volteando su cabeza para mirarlo a los ojos con una gran sonrisa-, me siento mucho mejor.

Inosuke al escuchar esa gran respuesta se acercó a él y le depositó un pequeño beso en sus los, lo que generó que Sanemi lo tomara con fuerzas y lo sentara encima suyo, pero sin lastimarlo, empezando a querer quitar de a poco ese hermoso pijama de gatito celeste que tenía puesto.

-Y si te quito todo lo que traes puesto, ¿se enojaría conmigo, señorito Hashibira? -le preguntó mientras soltaba algunas pequeñas risas, logrando hacer sonrojar a Inosuke-. No se preocupe, niño lindo, que ese hermoso pijama se lo podrá poner luego nuevamente.

-Sí quiero... -le habló con picardía, a lo que Sanemi sonrió divertido-, pero, necesitamos más tomates ya que hoy será la cena con tu hermano menor.

El Shinazugawa al escuchar esa respuesta hizo un pequeño pucherito, causando gracia en el Hashibira, por lo que le dio un beso y le habló, mirándolo fijamente:

-Te prometo que si vamos ahora mismo a comprar las cosas que nos faltan, al regresar... -le dijo Inosuke, mirándolo algo sonrojado-, tal vez podamos...

-¿Me prometes que al regresar, podré hacerte eso? -le preguntó Sanemi, recibiendo una respuesta positiva por parte del menor-. Está bien, vamos.

Al levantarse ambos, Sanemi fue a tomar las llaves de su auto mientras Inosuke se cambiaba de prendas, una vez que el menor salió ya vestido, el Shinazugawa lo tomó de la mano y así ambos subieron al automóvil. Después de un par de minutos, al llegar al supermercado más cercano, los dos bajaron muy tranquilos.

La pareja, al entrar al supermercado, ambos se quedan viendo lo que tal vez podrían llevar por si lo llegasen a necesitar. En un momento, caminando de la mano, estos llegan a la sección favorita del menor, la sección de maquillajes y de accesorios para el cabello, por lo que Sanemi lo miraba muy sonriente ya que sabía que no se iría sin algún producto de maquillaje o accesorio nuevo.

-¿Cuál llevarás en esta ocasión? -le preguntó mientras lo miraba sonriente.

-Por mí, me llevaría todos -le respondió entre risas, logrando hacer reír también al Albino-, pero optaré por estas orejitas de conejo rosa, hará conjunto con lo que me pondré está noche.

-Ya lo quiero ver -le dijo en un susurro de tono muy sensual ante los oídos del menor, también muy grotesco ante las personas de su alrededor.

Un hombre, al notar el coqueteo de la pareja, empezó a gritarles que eran un par de asquerosos por andar demostrando su "amor impuro", en un simple supermercado donde había un montón de niños que los podían oír y tal vez llegar a contagiarse de lo mismo, por lo que les gritó que se largaran del lugar.

El mayor al notar la tristeza de su amado ante esos comentarios y otros más sobre su apariencia, quiso responder e incluso golpear al hombre que le había dicho "raro" a su pequeño, pero Inosuke no se lo permitió, pues dijo que era momento de irse.

Sanemi, al notar cómo su novio se secaba las lágrimas -tratando de disimular su llanto-, miró por última vez hacia atrás y le saco el dedo medio al hombre, aumentando más su enojo. Al llegar a la caja de cobrar, no había nadie en la fila, entonces Sanemi pagó por lo que llevarían y luego se fueron del lugar.

❛ ▷〃 𝗡𝗜𝗡̃𝗢  𝗦𝗢𝗙𝗧    ҂   🐗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora