SIN EDITAR
Recopilación de one-shots, drabbles y escenarios de la pareja: Chisaki Kai [Overhaul] x Midoriya Izuku.
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| El arte de la portada NO es mío, pertenece a: @...
Traición Todo el mundo es cruel y despiadado, excepto Midoriya, él es puro y con el corazón más honesto que existe... ¿verdad?
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[Universo alternativo] [Angst]
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—Quiero estar contigo siempre.
Kai dudó por un momento.
Nunca había sentido lo que sentía por Izuku y era tan… abrumador que cualquier cosa parecía desencadenar el fin del mundo.
Pero veía sus ojos y sabía que todo estaría bien.
Porque Izuku no mentiría de esa forma tan descarada y cruel.
—¿No quieres lo mismo? —preguntó.
Kai asintió.
Ni siquiera tenía que preguntárselo.
O eso pensó en ese momento.
Izuku lo besaba con una amabilidad tan dulce que lo hacía llorar. Su tacto siempre fue cálido y su voz paciente.
Dijo hasta el cansancio que lo amaba. Que estaría con él hasta el final; incluso si el mundo entero se ponía en su contra, estaría ahí.
Nunca dijo porqué, pero Kai le creyó.
Pero ahora todo parecía ser una mentira.
—¿Qué hay de las cosas que dijiste? —susurró con rabia, tratando de no dejar en evidencia su profunda decepción.
Izuku se encogió de hombros.
—Mentí.
Kai apretó la mandíbula con fuerza. ¿Eso es todo?
¿Tan fácil fue mentir?
No. Espera.
¿Por qué Kai cayó?
Quiso recriminarle, pero no pudo. Se sintió como un completo imbécil, más herido de lo que debería.
Traicionado.
Izuku no parecía arrepentido de lo que hizo, al contrario, lucía satisfecho como si hubiese hecho una gran hazaña de la cual podía alardear.
—Lo siento, Kai. Pero esto es muy divertido —dijo al cabo de un rato—. ¿En serio creíste que me enamoraría de un asesino?
Chisaki no respondió.
Quizá fue demasiado ingenuo al creer que podía dejar su pasado atrás.
Se equivocó, lo arrastraría como cadenas hasta el día de su juicio.
Sabía que era todo lo malo del mundo, pero aún así no pudo evitar preguntarse si merecía ser traicionado de esa forma.
—¿Cómo te enteraste?
—Eri… —se detuvo por un segundo. Fue inevitable llorar—. Ella era como una hija para mí.
Chisaki comprendió perfectamente.
—La encontré muerta un mes después de que nos conocimos. Las huellas provenían de tu hogar. No te importó lo que ella sintió, así que no me vengas con esa pena porque a mí tampoco debió importarme lo que tú pudiste sentir.
—¿Me vas a matar?
Izuku retrocedió.
Ahí estaba de nuevo esa mirada aterrorizada que Kai nunca supo interpretar.
Era la mirada con la que siempre le dijo te quiero.
