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Mientras (T/N) camino a la escuela noto un círculo de personas fuera de ella. Se acerco al círculo para ver qué está pasando. Viendo a Robin golpeando a un niño llamado Moose, realmente no lo conocía, una vez la invito a salir pero le negó amablemente, sabía que molestaba mucho a la gente. Observo cómo se forma sangre en los puños de Robin y en la cara de Moose. Observo cómo Robin se levanta, maldice al niño y luego se aleja.
—Tenia que ser Tu, Robin...—Corrio hacia Robin, lo que lo sorprendió un poco. Agarro su mano, viendo la sangre.—¿Eso es tuyo o de él?—Pregunto medio en broma.
—No sé.—Dice sinceramente. La joven rodó los ojos.—No te enojes Princesa...
—¡Eso me enoja más!—Le susurro/grito.
—Perdon.
—Déjame limpiar esto. Tengo una camisa extra y cinta. Sé que no es mucho, pero es mejor que nada. Tu mamá y tu tío me mataran si te deje asi..— ella dice. Robin Se rinde, entra a la escuela y entraron al baño de niños. Van al lavabo más lejano y saco la camisa extra del bolso y la cinta. Agarro su mano y la pone debajo del agua.
—¿Y ahora porque te peleaste?—Pregunto en forma de regaño.—Acuerdate, Una pelea más y estás perdido Arellano.—Siguio.
—El dijo que cosas malas de ti... De verdad estúpidas—(T/N) abrió los ojos.—Dijo que estabas buena pero que era muy... furcia, entonces me enoje y le dije “Dimelo en la cara, Tu la jodes, mis puños te joden a ti” y me peleé. De nuevo.—(T/N) sintió una punzada.
—¿Crees que me importa eso? Moose es un idiota.—Expreso.—Me importa tu seguridad, tonto.
—¡Yo igual!—Se defendió—Eres mi amiga, jamás dejaría que alguien hablara mal de ti. Y más si es un idiota. No me arrepiento de nada —Dijo con orgullo. (T/N) le sonrió.
—Si Moose se va a quejar como cobarde, tendrás detención otra vez.—Volvio a regañar. —Aun así... Gracias Robin.
—De nada.—Sonrio Orgulloso— y Lo se (T/N)... Pero te juro que la sangre no es mía.—la niña lo miro con regaño.—Y me callo..—Ambos quedaron unos minutos en silencio.
Agarró la camisa blanca y la desgarró. Era una camisa realmente mala que tenía en su bolso por si la necesitaba, pero la tela era barata y fácil de rasgar, lo que realmente fue útil. Envuelve una parte rasgada alrededor de su mano y la envuelve con cinta adhesiva.
—Gracias.— Rompió el silencio, mirándola a los ojos.
—Si no hay problema.—Hago una pausa de unos segundos. —¿Cómo se siente tu puño?
—Bien..— Asiento con la cabeza.
—Quita esa cara de regaño. Es lindo que me protegan tu y Finn pero no te debes meter en problemas. Me preocupas mucho—Robin asintió. —Vamos a estar solos hoy, Finn se enfermo y Jennifer la maldita inconciente se fue de vacaciones.—Se rió.
