𝓩𝓔ℛ𝓞

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La miseria empezó a ser tan impetuosa que la arrastró a perder su cuerpo en lo más profundo del lago.

Más tarde, ya podrías ver a una versión renacida de ella correteando felizmente en los campos y en el bosque, después de haber dejado atrás al peso muerto de aquel cascarón de carne que alguna vez poseyó.

Bailaba y cantaba con suma alegría, más que cuando tenía pulso.

Y algo le llamó la atención un día. Entre la espesura del bosque, otro jóven casi de su misma edad se hallaba descansando en la tierra, apoyándose en el tronco de un árbol. Su atractivo le encantó a la risueña doncella y, una vez más, empezó a cantar alegremente.

𝑅𝒰𝒮𝒜𝐿𝒦𝒜 -𝓩𝓸𝓢𝓪𝓷-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora