𓈒ㅤׂㅤonly part 𐙚 ࣪ ⭒𓈒ㅤׂ

86 7 7
                                    

Tres horas.

Tres horas intentando pensar en algo para pintar como su nuevo proyecto, ¿por qué es tan difícil? Jungkook no lo entiende. Desde que empezó a pintar nunca había sufrido de falta de inspiración, era lo que amaba y siempre encontraba algo que lo cautivaba y lo hacía pintarlo, ¿por qué ahora no puede ser así? Lo ha intentado todo pero nada parece ser suficiente.

Estresante.

Acariciando sus sienes para calmar la migraña que amenaza con intensificarse, Jeon se dirige hacia la sala del apartamento, buscando algo de inspiración, como si no lo hubiera intentado ya.

Se echa en el sofá, mirando el techo marrón oscuro, pensando en algo que pueda darle lo que necesita. Al no lograrlo, frustrado, toma de su cabello con fuerza, llevándolo hacia atrás.

Todo sería más sencillo si él estuviera aquí.

Taehyung había salido de viaje a Daegu para visitar a su familia hace una semana, no había hablado tanto con Jungkook como solían hacerlo normalmente, y eso estaba causándole problemas al menor. Necesitaba a su hyung, sabía que con sólo verlo la inspiración le sobraría.

Kim Taehyung, su musa, su inspiración, el amor de su vida, como él solía llamarlo, y, maravillosamente, su novio.

Se conocieron desde muy pequeños gracias a que sus padres eran mejores amigos, se criaron juntos y fueron mejores amigos hasta que el menor tuvo diecisiete años, ya que a esa edad le confesó a Kim sus sentimientos.

Fue a comienzos del invierno, Taehyung acababa de llegar a su casa después de ir a la estación de trenes para acompañar a sus abuelos y despedirse, su madre le dijo que irían a la casa de los Jeon, él les dijo que los alcanzaría más tarde ya que aún tenía que arreglar unas cosas en su habitación.

Subió las escaleras encontrando un camino de velas que terminaba en la puerta de su alcoba; confundido, entra y ve a Jungkook, su amado y precioso Jungkook, con un ramo de tulipanes y dalias en su izquierda y lo que parecía ser un cuadro forrado en su derecha. Le sonrió tan hermosamente como solo él podía, acelerando su corazón tanto que pensó que en cualquier momento podría morir.

“Taehyung, bonito…” Le habló tan bajo que parecía un susurro, como una brisa que acaricia sus oídos y le calienta el corazón.

“Koo” Sus ojos brillaban por las lágrimas acumuladas. “¿Que estás haciendo aquí? ¿Qué… es esto?”

El menor dió un paso hacia adelante, acercándose al contrario. “Un día dijiste que si alguien te confesaba que estaba enamorado de ti tenía que ser de esta forma. Flores, velas, una carta y un cuadro. Quiero hacerlo así.”

Sus manos temblaban, su corazón martillaba en su pecho como si quisiera salir, suspira, mirando fijamente a los ojos chocolates contrarios que parecía que tenían la galaxia entera dentro de ellos. “Estoy enamorado de ti, Taehyung. De la forma en la que sonríes, de la forma en la que tus mejillas se colorean cuando estás nervioso, de la forma en la que tus labios se vuelven un puchero al comer, de tu personalidad, de tu carisma, de tu empatía, de tu inteligencia, de tu creatividad. De ti completamente, con defectos y fortalezas. Quisiera poder tener la fortuna de pasar el resto de mi vida contigo, de amarte hasta donde mi cuerpo me lo permita, e incluso seguir haciéndolo en mi próxima vida. Mi pastelito dulce, ¿Podrías permitirme amarte y demostrarte mi amor siendo tu pareja, por favor?”

Kook's art | OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora