Capitulo 27

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Hoseok miró a su hermano y este estaba completamente pálido apretando sus manos en su pañuelo. Cuando entraron ambos alfas fue como si el tiempo se detuviera. Jungkook y Taehyung se miraron con intensidad, ninguno podía esconder todo lo que estaban sintiendo en ese momento.

Jin los invito a sentarse, Jungkook se sentó a lado de Tae y Yoongi quedó muy alejado de Hoseok. Min preguntó cómo estaban los señores Park y Hoseok le contestó con cierta timidez. Después, apenas dijo nada. No estaba sentado al lado de Hoseok, y acaso se debía a esto su silencio; pero no estaba así en Pemberley. En su casa cuando no podía hablarle a él hablaba con sus amigos; pero ahora pasaron varios minutos sin que se le oyera la voz, y cuando Hoseok, incapaz de contener su curiosidad, alzaba la vista hacia él, le encontraba con más frecuencia mirando a Taehyung que a él, y a menudo mirando sólo al suelo. Parecía más pensativo y menos deseoso de agradar que en su último encuentro. Hoseok estaba decepcionado y disgustado consigo mismo por ello.

«¿Cómo pude imaginarme que estuviese de otro modo? se decía––. Ni siquiera sé por qué ha venido aquí.»

No tenía humor para hablar con nadie más que con él, pero le faltaba valor para dirigirle la palabra. 

—¿Cómo esta su hermana, señor Min?—preguntó el castaño aventurándose a hablar con el alfa

—esta bien, gracias por preguntar—fue lo único que dijo antes de  volver a girar su vista hacia el suelo

Jin, ignorando la tensión entre su hijo Hoseok y el alfa pálido, decidió hablar un poco con el alfa pelinegro 

—ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que nos vimos—le dijo a Jungkook

—así es—fue lo único que pudo decir el alfa pues estaba muy nervioso

—empezaba a temer que ya no regresaría. Han pasado tantas cosas desde que se fue, Ga-young se ha casado con el señor Lee y supongo que se ha enterado de la triste desgracia que le sucedió a mi hijo menor con el abominable señor Choi—contó Jin bufando de molestia

—sí, lamentablemente me entere, aunque por supuesto que no conozco todos los detalles—dijo Jungkook tratando de que el omega menor no se sintiera mal 

—son cosas que es mejor no saber, lo único que si le puedo decir es que mi hermano, el señor Park, fue un héroe. Se enfrentó a ese cobarde y lo hizo pagar en la cárcel todas sus atrocidades— Jin junto sus manos y cruzo las piernas en pose señora mientras meneaba su cabeza de arriba a abajo

Hoseok sintió vergüenza y no quiso mirar al pálido pero su curiosidad ganó y se sorprendió cuando vio que este estaba con su rostro serio, sin demostrar ni una emoción. Yoongi era muy bueno ocultando sus emociones. 

Hoseok deseo no ver más a Yoongi pues su corazón dolía al saber que lo había perdido para siempre. Deseo que Jungkook dejará definitivamente y se llevara a su amigo y nunca regresaran. Pero se sintió egoísta al observar que la belleza de su hermano volvía a despertar la admiración de su antiguo enamorado. Al principio Jungkook habló muy poco con Tae, pero a cada instante parecía más prendado de él. Lo encontraba tan hermoso como el año anterior, tan sensible y tan afable, aunque no tan hablador. Tae deseaba que no se le notase ninguna variación y creía que hablaba como siempre, pero su mente estaba tan ocupada que a veces no se daba cuenta de su silencio.

Cuando los alfas se levantaron para irse, Jin no olvidó su proyectada invitación. Los dos jóvenes alfas aceptaron y se acordó que cenarían en su casa dentro de pocos días.

—Me debía una visita, señor Jeon— añadió Jin—, pues cuando se fue usted a la capital el último invierno, me prometió comer en familia con nosotros en cuanto regresara. Ya ve que no lo he olvidado. Estaba muy disgustado porque no volvió usted para cumplir su compromiso.

Orgullo y Prejuicio | Yoonseok | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora