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Me levanté de la cama sin ganas de vivir, todo esto me jugaba en contra aún asi hacía lo que podía. Saludé a cafecito y me fui hacer un café con leche para mí, me senté en el sillón con mí gato al lado quien dormía tranquilamente, mire de reojo la foto que tenía con mí familia y una mini sonrisa se asomo en mí cara.

Hoy era sábado, después de la fiesta de ayer me largué de ahí después de despedirme de mí mejor amiga, había llegado a casa llorando como una magdalena, cuando llegue me acosté con mí gato quien me acariciaba con su cabecita.

Me pare del sillón y fui a lavar la taza, entre a mí habitación y me volví acostar como un hipopótamo con sueño. Mí celular vibró, lo agarre con tristeza y vi como un nombre de un desconocido salía en mí pantalla ¿Quien era?

Desconocido: Hola Leah, capaz que borraste mí número o capaz que no, pero quería pedirte disculpas por todo lo que dije ayer anoche sobre que me ibas a perder y no es así, lo que si va pasar es que voy a pelear por vos hasta que no me quede ningún maldito aliento.

Era Ethan, no esperaba su mensaje y menos hoy. Rodé los ojos y tire mí celular a mí cabeza, empecé a vestirme con algo cómodo, lave mis dientes, mí cara y cuando salí del baño agarre mí celular para irme hacía el coche.

Antes de irme del departamento me despedí de cafecito. Cuando baje me subí al auto y arranque hasta la casa de mis padres, suponía que tenía dos horas de viaje así que puse música tranquila mientras que dejaba que los minutos pasarán a su tiempo. Mientras que manejaba mí mente empezó a rebobinar unos días antes hasta el viernes, volví a pensar en aquel baile que me dejó destruida después de mucho tiempo, me sentí rara al bailarlo con el, pero lo más raro de esto es como la canción encajo perfectamente con nosotros.

Y fue ahí cuando necesitaba consejos de mí mamá, ella sabía que decirme y yo lo sabía por qué miles de veces me repitió que era psicóloga, y que tenía las palabras correctas para mí. Sin embargo a mí no pude tratarme, pero me daría consejos como una madre que tanto desee tener en esos tiempos.

Dos horas después ya estaba estacionado frente a la casa de mis padres, baje para después ponerle la alarma y toque la puerta principal, mí hermana me abrió con un grito de emoción.

-Leah - se tira hacía mí para abrazarme -

-Hola preciosa - la saludo -¿Cómo andas?

-Súper - sonríe - ven pasa - tira de mí para que entre a casa - ¡Mamá!¡Papá!

-¿Que paso? - la voz asustada de mí mamá y la corrida de mí padre hicieron asustar a Ava

-Nada, solo vino Leah - se alzó de hombros

-La próxima no grites así - señala mí mamá mientras que me viene abrazar, me mira preocupada pero yo le sonrio para convencerla

-Hola ma - saludo - hola papá - me acerco a él que todavía controlaba su respiración

-No me dejen correr más, estoy viejo - reímos entre las tres

-¿Que haces aquí? - dice mí mamá dejándome pasar a la cocina mientras que papá iba a terminar el trabajo y mí hermana se iba a jugar

-Creo que..... Creo que los necesitaba mamá - mis ojos lagrimosos la hizo saber que algo me pasaba

-Hija ¿Que ha pasado?

-Nunca les conté lo que pasó con Ethan ¿Verdad?

-No, mí niña - me miró preocupada - espera que llamo a tu padre

Me dejó sola y se fue corriendo, volvieron los dos preocupados y me vieron sentada en la mesada con cara de depresión.

-Cuéntanos

La última nota músical [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora