Yo en Senran Kagura.

Capítulo 3.

La mujer pelinegra llamada Hinata nos siguio a Hikage y a mi a nuestro escondite. Yo me quedo sorprendido al ver a Hinata que descubrio que le robe su monedero, y vino para recuperarlo.

-Tú tienes al que es mio niño. Lo quiero devuelta.-Diría Hinata extendiendo su mano hacia mí para devolverle su monedero.

-No se lo daras, August?-Diría Hikage dudosa.

-Por supuesto que no. Escucha anciana no te devolvere tu monedero ahora es nuestro. Y hasnos el favor de irte.

-¿Me llamastes anciana?-Diría Hinata con una sonrisa de molestia.

-Si, te llame anciana, ¿y qué es lo que haras para que de devolvamos tu migriento monedero.

-Buena pregunta, niño, buena pregunta.

Hinata saca de su bolso una navaja con le mango color marron. Yo me quedo impactado viendo la navaja que trae Hinata en su mano comenzando a asustarme.

-Si no me lo devuelves no voy a tener piedad de clavarte esta navaja en tu cuello.

-¡No mames! Esa mujer traia una navaja en su bolso sin que me diera cuenta. Ah, mierda. Reencarne y volvere a morir a manos de esa  mujer.-Diría en mis pensamienros asustados viendo de reojo a Hikage.-No puedo permitir que esa mujer tambien mate a Hikage. Me promeri a mi mismo que la protegeria y eso hare. Escucha, te devolvere tu monedero a cambio que no lastimes a mi amiga.

-Qué caballeroso eres. Esta bien, juro  que no lastimare a tú amiga.-Diría Hinata poniendo su mano izquierda en su pecho y alzando su mano derecha jurando su promesa.

-August, ¿le devolveras su monedero?-Diría Hikage confundida.

-Lo siento, Hikage. Esa mujer tiene una navaja en su mano y es peligrosa. No queda de otra que devolverle su monedero.-Diría guineandole el ojo a Hikage en señal de mentira.

Hikage ya sabe del guineo que la chica  serpiente me hace caso.

-Ok, señora. Ire a devolver su monedero.

-Oh, qué bueno.

Comienzo a caminar para devolverle el monedero a Hinata.

-Me estan llegando muchas curiosidades en la cabeza si esto va a funcionar. Mi plan es tomar ese trozo de madera para atacarla, y así Hikage y yo escapemos para buscar otro escondite.-Diría en mis pensamientos.

Al dar el ultimo paso agarro el trozo de madera y me lanzo para atacar a Hinata.

-¡¡Toma estooo...!!

Hinata ve que la engañe para atacarla.

-Pequeño mentiroso.

Hinata se mueve muy rapido quedandome sorprendido apareciendo de tras mí agarrandome de la camisa y pone su cuchillo en mi cuello.

-¡¿Qué carajos fue eso?!-Diría sorprendido.

-Me mentistes para que me atacaras. Qué tonto de tu parte.

-¡Escuacha, si vas a matarme no quiero que tambien matas a Hikage! Ella es mi amiga, escuchastes. ¡Te lo pido, por favor!

-Esta bien, te dejare vivir.-Diría Hinata quitando la navaja en mi cuello.

-¿Eh?

-Yo no mato a ninos como ustedes. Solo quice asustarlos para que aprenda su lección.

-¡Maldita perra casi me cago en los pantalones!-Diría en mis pensamientos enojado.

-Por cierto, ¿qué hacen unos niños viviendo en este lugar? ¿Dónde esn sus padres?

-Nosotros no tenemos padres.-Diría Hikage acercandose a mí.