Todos tenemos secretos que queremos ocultar en lo más profundo de nuestro ser.
En este caso Lee Minho, guarda un secreto muy grande; Estudiante "nerd" por las mañanas y bailarín en un burdel por las noches.
Bang Christopher Chan también guarda un se...
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Si quería ganar la apuesta y acabar antes de tiempo de una vez por todas, el modo pegarse como chicle que se había inventado la noche anterior pondría en uso.
El ánimo no estaba en su cuerpo y menos el tener que esperar por alguien, pero era necesario, se repetía.
Las miradas embobadas, los suspiros y susurros de quienes pasaban frente a Chan quien se encontraba recostado sobre su auto eran inevitables.
Su ego elevándose por ser tan codiciado se le podía notar en la sonrisa ladeada que mantenía mientras revisaba su celular.
Minho había llegado a la Universidad y a una distancia prudente se percató del peli-azul quien llamaba toda la atención.
Alzando más el volumen de la música y hacer como si no lo hubiera visto siguió de frente.
__ Hola, buenos días.
Chan se había colocado frente a este y saludado haciendo que Minho se detenga.
Mirándolo con cansancio tan solo dio un paso aún costado para seguir su camino pero Chan una vez más se colocó en frente e hizo señas para que se quitara los auriculares que había notado que traía puesto.
Las miradas de quienes seguían pasando incomodaba al castaño.
__ Alguien al parecer está de mal humor.
__ Y alguien por lo visto me jodera todo el día.
__ Tan frío.
__ ¿Qué quieres?
__ Quiero muchas cosas.
__ ¿Lo idiota en ti es tan natural?
__ Lo lindo cuando te enojas también es natural.
__ No sabía que podías usar el cerebro.
__ No solo uso eso.
__ Si me lo imagino, al menos deberías cubrir los chupetones en tu cuello, pareces un puto __ Susurró colocándose a un lado para luego seguir su camino.
Helado, en shock, estático era poco como había quedado Chan ante las palabras que Minho había dicho, era la primera persona que lo había llamado puto en toda su vida.
Volviendo a la realidad y sacando su celular se miró en él y vio ciertamente los chupetones que tenía.
__ Maldita sea __ Susurró regresando a ver a Minho que ya se había perdido en los pasillos.
Nada estaba saliendo bien, no se había percatado de los chupetones que la noche anterior había obtenido mientras follaba con una rubia con la que se había encontrado en un bar.
Apenas puso un pie dentro del salón las miradas de cuatro chicos cayeron sobre él, apretado sus pequeñas manos dentro de su gran suéter caminó, una vez más las imágenes de sus compañeros en el burdel llegaron a su memoria.
