Todos tenemos secretos que queremos ocultar en lo más profundo de nuestro ser.
En este caso Lee Minho, guarda un secreto muy grande; Estudiante "nerd" por las mañanas y bailarín en un burdel por las noches.
Bang Christopher Chan también guarda un se...
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Lo que un día llenaba de temor a Minho en cuanto a su secreto sea descubierto por los demás, hoy eso ya había quedado en el pasado y claro estaba porque la persona a quien amaba estaba de su lado apoyándolo incondicionalmente y no solo él, también sus nuevos amigos quienes se habían convertido en su familia.
Después de aquel día de buenas noticias las cosas siguieron su rumbo con tranquilidad, el Señor Bang fue dado de alta a los pocos días asegurándose así que estuviera todo bajo control, la Señora Bang no se había apartado de su lado así como Christopher quien pasaba toda la tarde y algunas noches junto a ellos en la habitación de hospital, hubo momentos en los que la familia se sentó a hablar de las cosas importantes y de como de ahora en adelante lo llevarían, harían tiempo para la familia y no solo hundirse en el trabajo como lo habían venido haciendo desde hace años atrás, se dieron cuenta que el matarse en una oficina trabajando no era lo correcto y que con ello perdieron grandes momentos junto a su hijo, aquellos momentos que no podrían recuperar pero que ahora plantearían nuevos los cuales los guardarían como su preciado tesoro. Se pidieron perdón los unos a los otros por sus acciones y hubo lágrimas de por medio; ahora si se llamaban familia y se podía ver la alegría desbordar de cada uno de ellos.
Por el lado de Lee se sentía tranquilo al ya no tener nada que ver con el burdel, busco un nuevo trabajo y lo consiguió, la paga no era tan buena como antes, pero estaba más que agradecido por el trabajo en la pequeña tienda de convivencia. No dejó de visitar el orfanato y aun cuando no podía llevar innumerables bolsas llevaba lo que podía y los niños siempre se lo agradecían al igual que el director; se había dicho a el mismo que a pesar de todo los ayudaría sin importar el como lo hiciera, no los dejaría abandonados. Aquella acción de corazón puro fue recompensada ya que a su lado su novio y amigos también se hicieron presentes, ayudaban con algunas cosas y lo hacían de buena voluntad, ver las grandes sonrisas angelicales de los niños hizo que el grupo de los chicos crearan campañas de beneficencia en el que muchas personas ayudaban con un granito de arena.
De apoco el orfanato del que se habían olvidado fue cubierto de bendiciones, Minho era feliz al ver la ayuda que le brindaban.
La relación entre Lee y Christopher se fortalecía cada día que pasaba, se encontraban en la entrada de la Universidad y caminaban juntos tomados de la mano hasta su salón, todos estaban al tanto de que eran novios y hubo pequeños momentos en el que algunas personas hicieron berrinches, pero nadie lo tomó en cuenta, las horas libres y horas de receso que tenían la pasaban juntos bajo el gran árbol que Lee solía frecuentar, hablaban de muchas cosas importantes y de algunas sin sentido, reían, jugaban y se comprendían, momentos en los que Christopher se recostaba sobre las piernas de Minho y se quedaba dormido, momentos donde el castaño admiraba el perfil de su novio y acariciaba sus cabellos azules que brillaban bajo el sol, así mismo comenzaba a realizar un boceto que lo ocultaba cuando Bang abría sus ojos después de tomar una cálida siesta.
