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Soobin volteó rápidamente al escuchar la voz de Yeonjun, sorprendiendose cuando lo vió sentado en el sofá con una mirada seria sobre el.
- Junnie, ¿Sucede algo? - Preguntó Soobin, acercándose a él otro alfa.
- Explícame que paso ayer con Beomgyu.- Yeonjun mantenía esa postura recta y dominante; tenía los brazos cruzados y las cejas un poco curvadas.
Soobin tragó duro, sintiendo un tipo de electricidad recorrer su espina dorsal.
- Tuvo un mal rato con mi compañera de trabajo. Hubieron algunos malos entendidos y bueno... Jun, sabes como es Beomgyu.
- Claro que lo sé, soy su esposo. - Respondió, sin apartar su mirada del alfa. - También se perfectamente que Beomgyu no hace algo a menos de que lo hayan provocado.
Soobin se encogió un poco en su lugar, tratando de no mirar el rostro de Yeonjun que estaba notablemente enojado.
- Arin se sintió un poco avergonzada, por eso no tomó su mano ni le dirigió, pero ella trató de que no haga algo que vaya en contra de mi trabajo.
- Puedo entender que se haya avergonzado, pero eso no es justificación para que no haya sido más cortés. Sabes que Beomgyu es alguien extrovertido, por lo que le gusta mantener una buena conversación y tener más confianza... Pero de verdad, el echo de que ella se haya comportado así y que tú no hayas echo nada deja mucho que desear, Soobin.
Soobin lo entendía, claro que estuvo mal. Ahora solo podía pensar en como se habrá sentido su omega.
Aunque Yeonjun sea la mayor parte del tiempo el menos cuerdo, las veces que se necesitaba confianza y seriedad él sería primero en tomar la palabra y decir cosas coherentes. Justo como ahora.
- Odio que Beomgyu llore porque también me lastima, pero debo demostrar ser fuerte para apoyarlo. Por favor Bin, arregla esto, habla con Gyu y también tu amiguita, dile que aprenda a ser más cuidadosa con las cosas y el tipo de confianza.
Soobin solo asintió, juntando sus manos de manera baja.
Yeonjun se levantó, tomando su maleta y las llaves del auto.
- ¿No vas a desayunar...? Aún es muy temprano. - Susurró Soobin, mirando a Yeonjun acomodarse el saco.
- No. No tengo hambre. - Se dirigió a la puerta, abriendo esta. - Dile a Beomgyu que vendré en la noche y que no es necesario llevarme comida. Así que pueden salir a comer o no sé, vean ustedes.
- Hasta la noche, Yeonjun. - Se despidió Bin, escuchando luego la puerta cerrarse.
El silencio en la casa lo carcomía vivo, odiaba el silencio. Subió las escaleras, llegando al segundo piso, dirigiéndose a pasos lentos a la habitación dónde compartía con su omega y alfa.
Al entrar con cuidado, encontró a Gyu entre la sábana color beig, abrazando esa grande almohada con sus brazos y piernas.
Soobin bufó, estaba celoso de esa tela rellena de algodón. Fué a darse un rápido baño, poniéndose su pijama segundos después de salir. Secó su cabello y se lavó los dientes. Al salir, encontró a Beomgyu aún dormía. Su pequeño osito si que era un dormilón, siempre lo fué.
