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El aprendiz real ya había mejorado de sus heridas, bastante rápido como para ser un novato que siquiera bebió de la dulce sangre joven

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El aprendiz real ya había mejorado de sus heridas, bastante rápido como para ser un novato que siquiera bebió de la dulce sangre joven.

El rey aún estaba sensible y quería todo el día a Yeonjun a su lado, cosa que el aprendiz por su propio bien no quería. Faltaba un día para que su ciclo termine pero desde aquél beso el rey se ha estado aprovechando de su condición de doncél (aunque en realidad no esté enterado de ello, por lo que aprovechándose como tal no estaba porque creía que Yeonjun lo hacía muy seguro de sí) causando que en cada ocasión Yeonjun termine huyendo hacia el baño, si notaba su humedad sería muy fácil descubrirlo.

Pero era un nuevo día, las hormonas del aprendiz ya no estaban alborotadas como hace unos días y podía pedirle al rey que se detenga si así lo quisiese.

Yeonjun despertó con unos brazos rodeando su cintura y una respiración cálida dando en su nuca. Tuvo el afán de levantarse pero los dedos del rey presionaron sus caderas y soltó un quejido.

— Su majestad....

— ¿Qué te dije de llamarme así? — Preguntó ronco por su reciente despertar y sin siquiera abrir los ojos.

— Soobin... — El aprendiz trató de zafarse pero cuando el rey se negó a soltarlo habló — Necesito ir al baño.

— Siempre vas al baño, ¿Qué tanto tomas?

— Es de mañana, déjeme ir.

 — Mmm... de acuerdo, ve. 

El rey retiró su brazo lentamente dándole paso al aprendiz que se levantó y con pasos rápidos fue hacia el baño. Las sábanas frías que acabaron con el sueño del rey, entonces parpadeó unas veces y se sentó en la cama.

Para su sorpresa, la puerta de su alcoba fue abierta brutalmente dejando más que obvio de quien se trataba.

— ¿Qué te pasó ahora, Beomgyu? —  Preguntó el rey levantando la mirada hacia el sustituto.

Por su expresión supuso que se trataba de algo serio.

— Vístete rápido, tu corsario acaba de atracar su barco en el puerto de Mihai Sorin, viene directo hacia el palacio.

— Mierda, ¿Tan pronto? 

— Así es, el pueblo está aterrado y quieren una respuesta del por qué un corsario está en el reino con vida.

— Belmont como siempre tan persuasivo y oportuno. — Comentó con sarcasmo sin ver al doncél, quien le tiró algunas prendas en su rostro, sorprendiendo al monarca.

— Y con esos reflejos vas de caza. —  Se burló el sustituto —  Que sea rápido, presiento que hoy será un gran día.

Soobin observó al sustituto irse con una sonrisa curiosamente realista, solo hizo un gesto de extrañez y se dignó a levantarse para colocar sus prendas.

𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 • 「soojun」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora