Capítulo 17: Perdón-Extendido

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El reloj estaba por marcar las 12 p.m. Todo permanecía en silencio. Una alarma programada para esa hora comenzó a sonar, Vegas pospuso la alarma 10 minutos más, pasado ese tiempo volvió a sonar y repitió la acción. Su amante no pudo ignorar la segunda alarma y de poco se despertó. Se sentó para apoyarse en el respaldo y observó su cuerpo lleno de marcas de una noche que arrasó con todo, a su lado ese hombre desnudo con cada músculo del cuerpo marcado dormía profundamente. Se sentía feliz, se acercó a mirar su cara y pasó su nariz suavemente por la frente de su hombre.

Al tomar conciencia de la hora, se deslizó fuera de la cama para buscar su ropa que estaba desparramada por la habitación. Encontró su boxer y la camisa Por más que quiso ser silencioso, Vegas despertó y le preguntó:

- ¿Te estás escapando a escondidas? ¿A dónde quieres huir?-

- Umm no me escapó a escondidas, solo que dormías profundamente como para molestarte se me hace tarde para volver a casa, tengo que ver a Chris me fui sin darle explicaciones y sin móvil debe estar preocupado.- seguido de esas palabras suspiró al verse en el espejo y notar que las marcas no se podían tapar con una camisa rota.

Vegas tomó su celular y llamó a su hermano menor:

"Macao cómo está Christopher?...ajam...si...bien...bueno dile que Pete está bien y más tarde nos reuniremos con el"

Al finalizar la llamada sonrió, saltó de la cama y fue directo a Pete. Este último no dejaba de sonrojarse cuando admiraba la desnudez de su amante. Al alcanzarlo lo abrazó por la espalda y apoyando la cabeza en su hombro y posterior a un beso en el cuello le dijo:

- Arreglado lo de mí cuñado- sonrió mirando al espejo para ver los ojos de su chico- Nos damos un baño, comemos algo y nos reunimos con él...¿Te parece?- luego pasó su nariz por el cachete de Pete para después chupar despacio bien despacio su cuello.

Este lo apartó y dándose vuelta le dijo;- Es tarde, prefiero hacer todo eso en casa y ver en qué estado está Chris después de esto-

Luego de estas palabras pasó sus manos por el cuello de Vegas y le devolvió el beso tipo chupón en el cachete cerca de la boca para posterior mirarlo con una mueca de felicidad que marcaban sus hoyuelos.

- Está es tu casa! No tienes otra. Me dices que te quieres ir pero sigues en mis brazos, creo que tendré que hacer algo....- luego de esto procedió a levantar a Pete en su hombro y se dirigió al baño.

- ¡Vamos! Vegas, déjame bajar. En serio debo irme- no terminó de decir sus argumentos que sintió la lluvia de la ducha caerle encima con Vegas besando sus labios con toda intensidad mientras le agarraba el pelo y le quitaba las pocas prendas que tenía encima.

Levantó las piernas para trabarlas con su cuerpo y la pared mientras le introducía un par de dedos con una mano y con la otra rodeaba su cintura. Los besos intensos y el roce de sus cuerpos desnudos pusieron en desventaja al ex guardaespaldas que terminó entregándose de nuevo.

El auto de alta gama se estacionó en la entrada del edificio, antes de bajar Vegas no podía soltar la mano de Pete, había aceptado no acompañarlo a hablar con su hermano pero era más fuerte que él no quería separarse. Pete no había aceptado irse a vivir con él, quería mantener en secreto hasta que pudieran hablar bien sobre todo lo que pasó entre ellos.

-Necesito mi mano para poder salir del coche- dijo tratando de zafarse del agarre.

-No me parece justo, cuatro años durmiendo solo y tendré que seguir haciendolo cuando pense que ya se habían terminado las noches de soledad.- hizo puchero intentando convencer a su amante.

-Es demasiado pronto, hay cosas que debemos arreglar primero- dijo Pete zafando al fin del agarre. Intentaba no ver la cara de cachorro abandonado que le puso, también le dolía el corazón al pensar en separarse.

- O demasiado tarde y no deberíamos perder más tiempo. Pero voy a respetar tu desicion.No vemos pronto, porque te tengo que quitar la ropa. Perdón me tienes que devolver la ropa- dijo con picardía Vegas.

- Está ropa es mía ahora, por tu culpa mi ropa se arruinó, maldito- respondió ofuscado Pete mientras bajaba del auto.

Se dirigió al ascensor y antes de subirse al mismo, respiro profundo pensando los mil escenarios posibles que podría encontrar. Cuando llegó por fin al departamento. Vio las valijas tanto de él como las de su hermano listas en el living.

Llamó a la puerta de la habitación y se sintió una voz ronca decir:

- Aquí estoy, pasa.

- Hola. ¿Cómo estás?- preguntó pete sin saber que decir, era una obviedad al ver la cara de Chris que estaba hinchada, los colores morados comenzaban a aparecer.

- ¿Cómo estoy? Envenenado, golpeado y decepcionado- Chris estaba sentado en la mesa.

- Chris es mí culpa yo no fui claro desde un principio.-

-Si pregunto dónde estuviste hasta ahora me dirás QUE ESTUVISTE REVOLCANDOTE CON EL HOMBRE QUE CASI ME MATA?- Chris se levantó rápido y lo alcanzó por la barbilla apretando fuerte mientras inmoviliza su cara- MIRA PETE, MIRA MI ROSTRO! NO HAY EXCUSA DE ESE MALDITO PARA DEJARME ASÍ - La voz de Chris sonaba desbordada.

- Perdón perdón solo puedo pedirte perdón...pero intenté ser fuerte- dijo Pete cayendo de rodillas..

- No me pidas perdón, eres un cabrón cómo ese tipo. Cuando te fuiste con pensé que era para hablar y volverías. Pero mírate ahora llegar en esas condiciones, repugnante ni tu propia ropa traes.- sostiene su cabeza con sus manos , va y viene por la habitación.

- Intenté que las cosas fueran así como dices pero en cuanto la verdad salio de mi boca todo se descontroló. Perdón no tengo más que decir- le rogaba a su hermano.

- Quiero que vuelvas conmigo, sino voy a pensar que me usaste para que ese maldito se acercara a ti de nuevo- dijo furioso podía verse el enojo en su cara como se marcaban las venas de la cien.

- Sabes bien que no es así como dices, no me puedes pedir eso- Pete estaba comenzando a molestarse antes las palabras de su hermano.

- Entonces que quieres quedarte aquí para ser un juguete sexual, es lo único que él busca contigo solo que no te has dado cuenta.

- ¿Cómo me dijiste? - Pete reaccionó ante el insulto de Chris y fue encima de él para darle un golpe de puño.

Pero Chris lo esquivó y a la vez que lo empujó muy fuerte. Pete cayó con la cabeza chocando en la mesa de noche. Su boca sangraba, se podía notar un pequeño corte en la comisura.

- Pete ¿estás bien? Perdón se nos fue de las manos todo esto.- intentó agarrar a su hermano pero este salió corriendo a su habitación.

Se había dado cuenta que el tiempo compartido con Vegas fue muy feliz. Aunque no podía evitar pensar en lo que su hermano decía que solo sería un entretenimiento sexual. El había sentido la calidez de Vegas, no solo fue sexo el pudo sentir su corazón completo. Se tumbó en la cama, el cuerpo le dolía y la mente lo torturaba. Su hermano estaba sufriendo, le gustaría poder cambiar eso pero ¿Hasta cuando los demás iban a ser felices a causa de su silencio?, el cansancio le ganó haciendo que se duerma antes de revisar su celular.

En su habitación observando el pequeño rastro de sangre que dejó el golpe de su hermano contra la mesa de noche, reflexiono sobre sus palabras y se dio cuenta que había traspasado ciertos límites. Siempre supo que Pete amaba aún a Vegas, cuando lo veía rechazar cada invitación a salir de chicos y chicas de su universidad o como cuando lo atrapaba espiando las redes sociales de su ex. Pero la prueba más real que tenía para confirmar los sentimientos de Pete era aquel anillo que nunca se sacó del cuello, cada vez que algo le preocupaba cómo rendir un examen tenía la costumbre de apretar fuerte el anillo como buscando un super poder en él que Christopher no entiende porque nunca había amado a alguien hasta ese punto de sentir que la otra persona te hace más fuerte.

Le costaba aceptar que ese tipo de personas eran los que rodeaban a su hermano, no quería verlo lastimado de nuevo. No sabía cómo manejar la situación, lo mejor sería tomar un poco de distancia para poder procesar cada uno cómo enfrentar esta nueva etapa que le guste o no a él ya había comenzado.

VEGASPETE - LA FUERZA DEL CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora