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Llevaban planeando su escape desde hace varios meses, y ahora que estaban muy lejos del lugar que se definió como su casa, las expectativas de saber qué sería todo lo nuevo que enfrentarían y conocerían eran inmensas.
Desapareció la urbanidad por completo; los edificios altos, las calles de concreto llenas y el ruido de la multitud. Todo fue reemplazado por la solitaria carretera --donde apenas habían pasado un par de autos yendo en dirección contraria--, los altísimos e imponentes árboles oscuros, y por el eco del aire frío rebotando en cada hoja. El cielo despejado ahora era gris y la humedad del bosque era tan intensa que parecía incluso saborearse en los labios. En el suelo se reflejaba con precisión todo a su alrededor gracias a la lluvia que seguramente había frenado hace poco, y algunas gotas pesadas caían de vez en cuando en el techo del auto. Probablemente, el único sonido humano en kilómetros provenía de la melodiosa voz del veinteañero en el asiento de copiloto, inmerso en buscar solución a la nula señal que recibía su celular mientras cantaba las últimas líneas de su canción favorita.
Seonghwa comenzó a calcular cuánto tiempo pasó desde que dejaron Gwanju --la segunda ciudad en la que pararon luego de salir de Seúl-- atrás. Jongho, su hermano menor, acababa de terminar la playlist, y ahora se encontraba buscando otra, por lo que, teniendo en cuenta la cantidad y duración de cada canción que oyó, habían sido cerca de tres horas de haber visto lo último de civilización.
Sus ojos se estaban cansando de la tonalidad esmeralda de la foresta que parecía interminable, pero no negaba que amaba ya no estar en la ciudad gris.
Sujeta con un poco de más fuerza el volante, al mismo tiempo que estira levemente su espalda, apoyándola de forma correcta en el asiento. Sus pulmones reciben de forma muy lenta el helado y fresco aire que le proporcionaba el bosque, creyendo que quizás esa tranquilidad era la que había estado buscando desde hace bastante tiempo. Solo eran su hermanito y él, escapando de la acelerada y seria capital, dónde únicamente habían unos padres que a uno le reprochaban por no tener el deseo de hacer algo, y al otro le exigían ser perfecto en todo.
Otra canción inició, acabando con el pequeño silencio que se había formado dentro del vehículo luego de que la anterior finalizara. El mayor notó cómo los árboles a su izquierda comenzaban a ser menos, dejando que la luz le llegara de forma intermitente directo a los ojos. Eso hizo que sus párpados se cerraran levemente, pero la verdad es que el pequeño rayito de sol no le molestaba para nada. Los troncos aparecieron de nuevo, y unos metros más adelante volvieron a desaparecer. Justo cuando el de cabellos rosas giró levemente la cabeza hacia allí, quitando de forma momentánea la mirada del camino, el bosque le abrió el paso para que notara el imponente lago lejos de la montaña por dónde conducía.
Era enorme, casi podría considerarse un mar. El agua se veía tan brillante gracias a la luz desaturada del día, y se movía mucho a causa de lo que parecía una cascada cubierta por la niebla. Seonghwa parpadea varias veces al encontrar una luz diferente, una plateada, mucho más grande que las otras. Supo que era la de la luna porque era lo único que podía reflejarse de esa forma tan clara en el lago. Entonces, su corazón pareció detenerse, y una repentina nostalgia y familiaridad le invadió la sangre. Quizás porque aquella imagen significó lo que ahora iba a ser su vida y la de su hermano, una en la que ambos podían ser y hacer lo que quisieran sin la presión o las críticas.
Realmente deseaba que aquel viaje los llevara al lugar correcto.
Los troncos volvieron a aparecer, apagando poco a poco la luz y cubriéndole la vista del cuerpo de agua más hermoso que jamás había visto en su vida. El bosque espeso los rodeó de nuevo, al igual que la oscuridad verdosa. Su respiración fue soltada por fin, pues la había contenido sin querer, y de alguna forma su pecho se encontraba tranquilo, como si estuviera en casa.
ㅡ¡Hyung!
El grito ahogado de Jongho le dio el peor susto de su vida, haciendo que devolviera la mirada al frente, y todo fue tan rápido que ni siquiera alcanzó a arrepentirse por quitar la vista del camino. El montón de venados atravesando la carretera a una velocidad impresionante, los neumáticos del pequeño auto resbalando por el mojado asfalto, y los gritos del menor opacados por el sonido de los vidrios reventándose contra el suelo. Pareció que sucedía todo al mismo tiempo, creando un terrible caos que cesó minutos después en total silencio.
Luego, el tiempo pareció volverse lento.
Los ojos completamente confusos de Seonghwa buscando al castaño mientras sentía la sangre caliente brotar de su cabeza y caer al techo del volcado vehículo. Sus latidos volviéndose tan fuertes que los sentía en las manos. Sus oídos incapaces de escuchar algo más aparte del agudo pitido que le impedía pensar con claridad, y la visión borrosa de unas botas oscuras corriendo frente al parabrisas.
Sus expectativas nunca abarcaron el enfrentar la muerte, y ahora tendrían que cambiar sus creencias sobre ella.
Sus expectativas tampoco abarcaron el conocer su lugar en el mundo, y allí por fin llenarían los vacíos de su alma.
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🥀 ATEEZ fanfic ; Seonghwa x female character (Kim Haejoong/김해중/7 noviembre 1998/escorpio/enfp)
🥀 Pareja principal Hetero! Pareja secundaria Jongsang!
🥀 instant love ; vampire/werewolf au ; sobrenatural ; found family
🥀Insp. en la saga de Crepúsculo pq me gusta mucho.
🥀No es omegaverse.
🥀Mención de otros idols (y muchos cambios de apellido)
🥀Borrador! (errores ortográficos/gramaticales/argumentales y mezcla de tiempos verbales)
🥀Playlist y moodboard (en el link de mi bio encuentran mi spotify/pinterest)
takemejonghome. 2022
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Moonchild ✧ Park Seonghwa
Fanfiction𝙈𝙉𝘾𝙃𝙇𝘿 | Naju está rodeada de un espeso y húmedo bosque, dónde animales y otros seres corren a la velocidad de la luz. La presencia de los hermanos Park ha comenzado a agitar todo lo sobrenatural del lugar, así como uno de ellos descubre poco...