One Piece: Rey Mono de los Piratas

Prólogo

Hace mil años, había un clan de personas en cuyo nombre se encontraba una letra: “D”. Eran conocidos cómo el clan de los D y estaba conformado por 7 familias principales: Monkey, Portgas, Gol, Jaguar, Marshall, Rocks y Trafalgar. Pero de las 7, una pudo sobresalir convirtiéndose en leyenda: la familia Monkey D. Todo fue gracias al primer Monkey, el fundador de la familia y considerado el más fuerte: Monkey D Sun Wukong, apodado “El Rey Mono”.

El era imparable, con su báculo mágico era capaz de devastar ejércitos enteros. Sin embargo, era cómo un niño travieso, le encantaba gastar bromas a la gente, tenía un apetito voraz, no le hacía caso a nadie y sólo quería divertirse en grande. También era muy amoroso, le gustaba estar con muchas mujeres para verlas sonreír y a las mujeres les gustaba su lado divertido, su sonrisa y su lado protector cuando alguien trataba de lastimarlas.

Llevaba una gran amistad con el rey del reino antiguo Joy Boy, eran cómo hermanos y les gustaba divertirse juntos. Sin embargo, al ocurrir el incidente del siglo vacío, Joy Boy murió y Sun tuvo que ocultarse con su familia en la tierra sagrada de los Monkey. Lloró por mucho tiempo la muerte de su hermano, siendo consolado por su esposa y sus concubinas.

Luego de eso, pasaron unos años donde construyeron un reino oculto para la familia Monkey y Sun lo reinó con orgullo. Pero llegó el momento en que él debía por fin despedirse del mundo y reunió a toda su familia para hacerlo. Estaba postrado en cama, con 495 años y luego de mirar a su familia, empezó a hablar:

-Hijos míos, he vivido una larga vida y he visto tantas cosas en el mundo. Ahora, es el momento de irme a descansar.- decía él con una sonrisa.

Toda su familia llevaba por sus palabras mientras él continuaba:

-Mi hermano Joy Boy profetizó la llegada de alguien que heredaría su voluntad y liberaría al mundo. Pudo hacerlo por su Haki de Observación con el cual puede tener visiones del futuro. Bueno, mi báculo me ha dado una visión similar a la de él. Escuchen bien y transmitan esto a las siguientes generaciones: “nacerá un Monkey igual a mi, el cual será mi sucesor y el único elegido de mi báculo. Ese Monkey devolverá la gloria a la familia Monkey y se convertirá en el más poderoso del mundo. Esperenlo y confíen en… el”- dijo el cerrando sus ojos por última vez.

-¡Abuelo Sun! ¡Maestro!- gritaron todos con lágrimas.

-¡Buu!- grito Sun con cara cómica.

-¡Kyaaa!- gritaron todos asustados.

-Hahahahahahahahaha, los engañé. Que buena broma.- dijo Sun riéndose de sus caras.

-¡No es gracioso!- gritaron todos con dientes de tiburón.

Sun los vio con una sonrisa, ¿cómo podía irse mirándolos a todos llorando? Él quería verlos sonreír en su muerte y lo logró al ver cómo sonreían luego de que se les pasó el enojo. Empezó a cerrar los ojos y su último acto fue enviar el báculo al templo sagrado de los Monkey para que esperara al niño de la profecía. Antes de dar el último suspiro, pensó:

“Fue una vida muy divertida”

Todos lo miraron con atención, esperando a que abriera los ojos, pensando que otra vez les gastaba una broma, pero se dieron cuenta de la verdad. Sus lágrimas volvieron a salir de los ojos de todos y realizaron el funeral en honor de su rey.

Luego de eso, pasaron los siglos y los Monkey dejaron el reino oculto para mezclarse con el resto del mundo. A lo largo del tiempo, varios Monkey descendientes de Sun intentaron tomar el báculo, pero fueron rechazados por él y lanzados lejos por ese rechazo. Pero no se quejaban y volvían a su vida, siendo piratas, marines o cualquier otra cosa en su vida.