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El camino de Piedra

Un hombre iba caminando sin destino alguno por un camino cuyo final parecía no llegar. El caminaba día y noche sin descansar, alimentarse o tomar agua. Simplemente caminaba con su mirada hacia su alrededor y su mente con miles de pensamientos. Su camino era de pedregal seco y muchas veces húmedo. A su derecha había un camino de pastos verdes donde habían decenas de flores y árboles. Todo cansado, golpeado y con dolor seguía dando sus pasos, habían veces que quería rendirse, pero pensaba que si se rendía no podía algún día poder caminar en el camino de pastos verdes que anhelaba poder estar en ese lugar. El camina para poder llegar a su felicidad y poder obtener lo que deseaba en su corazón, pero tanto golpes y tanto caminar su mente se ha debilitado y contra sus emociones tiene una guerra que parece nunca terminar. Lágrimas recorren su rostro sin cesar y su corazón se estruje sin límite alguno creando el peor dolor que un hombre puede tener.  Muchas veces cae de rodillas en las piedras y sus lágrimas saldas son las gotas que toma, luego se acuesta en forma de feto y abraza fuertemente sus rodillas mientras se destruye una vez más hasta que la crisis pase para luego levantarse y continuar caminando hacia lo desconocido.