¡Feliz Cumpleaños, Boruto!

Único Capítulo.

Era veintisiete de marzo, una fecha más del montón. Para todas las personas del mundo, este día era solo uno más del año. Bueno, en realidad, no todas las personas lo veían así. 

Había una pequeña familia que amaba el veintisiete de marzo y quien amaba más que todos esa fecha, era un joven rubio, eso era porque, en ese día... ¡Caía su mismísimo cumpleaños! ¡Ese día era solo suyo y lo tenía que festejar a lo grande! 

Boruto nunca fue alguien humilde en términos de celebraciones, y menos lo sería, si esa celebración era la de su cumpleaños. 

Así que no era raro para nadie que siempre, en los días cercanos a su día especial, toda su familia y amigos tuviesen que aguantarlo mientras les comentaba el cómo le gustaría que le celebrarán su fiesta, o de los regalos que le gustaría recibir... ¡Boruto era un total dolor de cabeza durante ese periodo de tiempo! ¡Más de lo que ya podía ser normalmente! Pero nunca lo callaban, porque mientras hablaba de aquello, se le formaba un gran brillo de emoción, nadie quería apagar esa felicidad, sería un acto muy cruel. 

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—¡Mamá, mamá! -Recién se había despertado el pequeño de su siesta y ya quería hablar de su día especial, después de todo sería mañana. —¿Sabes que me gustaría para mi cumpleaños? 

—¡Y ya va a empezar...! -Murmuraba su hermanito mayor, Kawaki. Cerró su libro frustrado, Boruto odiaba que no le oyeran y el oji-gris no quería recibir regaños. 

—¿Y qué te gustaría? -Le siguió la conversación su adorada madre de un bello y largo cabello morado. 

—¡Quisiera que viniese el superhéroe Kagemasa para cantarme el feliz cumpleaños, de veras! ¿¡No sería algo increíble!? -Hablaba con una gran ilusión. 

—Qué idea tan tarada... -Otra vez, murmuró el pelinegro. En esta ocasión, había sido callado, por la mirada sería que le dio Hinata, lo había escuchado. 

—Sería una maravillosa idea, cariño. -Hablaba mientras le alcanzaba al pequeño rubio una taza de chocolatada. —Pero eso sí, habría que ver si Kagemasa tiene algo de tiempo libre para venir. Recuerda que los superhéroes tienen agendas muy apretadas. 

—¡Tienes razón! Umh... -Hizo una exagerada expresión pensativa. —No creo que pueda venir mañana, ya debe tener todo el día ocupado... ¡Para el próximo año hay que invitarlo con antelación para que así organicé bien su agenda! 

—Suena bien, Boruto. Entonces seguiremos tu idea, el próximo año tendrás a Kagemasa de invitado de honor. -A Hinata le encantaba seguirle las charlas divertidas y un poco irreales a su hijo. 

—¡¡Viva!! ¡Qué bien, de veras! -Volteó para ver a Kawaki. —¡¿No piensas que es genial que el año que viene, venga el mismísimo Kagemasa?! 

El pelinegro, para no ser nuevamente reprendido por su madre, forzó una sonrisa amable mientras le asentía a Boruto, quien se emocionó más y siguió hablando sobre el día de mañana. 

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El veintisiete de marzo era, por lejos, su fecha favorita del año. Le encantaba recibir, durante ese día, toda la atención y todo el amor de sus familiares y amigos más cercanos. 

Boruto esperaba con ansias que su próximo cumpleaños sea el mejor de todos los que tuvo. Ese día especial lo iba a pasar junto a su amado novio, Mitsuki, con quien ya tenía un par de meses saliendo, luego de la caótica confesión del pálido. 

"¡Hoy de seguro será un día fenomenal!" Pensaba animado mientras se alistaba. "Después de todo, lo voy a pasar con mi querido novio~."