*Narra Isa*
Ya estamos en Granada, llevamos 2 semanas, Dani y yo seguimos peleados.
Nadie sabe lo de esa noche, excepto Jesús.
No han pasado muchas cosas que digamos.
Bueno si...
Todavia no he visto a mis padres, ya son 3 meses o más, he perdido la cuenta, se que algo me falta, y son ellos, los necesito.
-ISA ABRE POR FAVOR! -grita la voz de un gemelo a través de la puerta.
-ESTA ABIERTA. QUE PASA. -me siento en la cama.
-Joder...-se tranquiliza.
-Te va a dar algo, cuentame.
-Haber, es mi hermano...Ha tenido un accidente, iba por la calle y ha cruzado sin mirar, un coche lo ha atropellado y esta grave. -dice rápidamente.
Mi mundo se viene abajo, por completo, un gran vacío nace en mi interior, noto las lágrimas caer por mis mejillas y desembocar en mis labios.
Jesús me abraza, y me dice que se pondrá bien, que solo hay que esperar.
Nos vamos corriendo al hospital.
(...)
-¿Daniel Oviedo? ¿En que habitación está? -pregunta Jesús a la señorita de la entrada.
-Planta 2, habitación 202 a la derecha. -sonríe.
-Está bien, gracias. -intento sonreírle.
Vamos al ascensor, y nos adentramos en el.
-Te prometo que todo va a salir bien, ¿si? -me levanta la barbilla y mes sonríe.
Lo abrazo y lloro en su hombro, le susurro un leve 'gracias' y me doy un beso en la mejilla.
Salimos del ascensor.
Veo a Eva y a Juan Carlos.
-Eva..¿como está? -pregunto entre sollozos.
-Haciendole pruebas. Tiene heridas en los brazos, y en la ceja y la boca, y un fuerte golpe en la cabeza, puede que haya perdido la memoria...-dice Eva.
-¿Que...? -me voy a caer al suelo, pero Jesús me coge.
-Ya está, tranquila. -me abraza.
*A las dos horas*
Sale un médico.
-¿Familiares de Daniel Oviedo Morilla? -pregunta.
-Nosotros. -dice Juan Carlos.
-Bueno pues su hijo, por suerte no ha perdido la memoria, pero el golpe es grave, tiene una herida y tendran que curarsela, las del cuerpo son superfisciales, duelen mucho pero poco a poco el dolor remitirá. Debemos de hacerle pruebas por el golpe, asi que estara por lo pronto una semana ingresado. -dice tranquilamente.
-¿Podemos pasar a verlo? -pregunta Jesús.
-Está dormido. Tardará en despertar unas horas. Podéis pasar. -se va.
Primero entran Eva y Juan Carlos.
Salen.
-Vamos a comer algo abajo, entrad vosotros. -sonríe Eva.
Asiento y sonrío.
Entro con Jesús.
Y ahí está él, tumbado en la cama blanca, con los ojos cerrados, una herida en el labio, en le ceja, por los brazos, y en la cabeza una venda.
Nos acercamos.
Y le observamos por un minuto.
-Quedate con él. -sonríe Jesús.
Se va.
Me siento en una silla y le cojo la mano.
-Dani..¿que te ha pasado? ¿en que ibas pensando? Cuando Jesus me ha dicho que habías tenido un accidente, te juro que me iba a morir. Y ahora te veo así, y se me viene la vida abajo, que sepas que estas perdonado por lo de esa noche en Punta Cana..y bueno que hago yo hablandote, si estas dormido. -río y me levanto.
Me dispongo a irme pero un hilo de voz me frena.
-Espera...-Daniel.
Me giro y lo veo con los ojos entreabiertos.
-Dani..¿Estas bien? -me siento en la cama a su lado.
-Si tranquila..-me coge la mano.- He escuchado todo.
Sonríe. Yo me sonrojo.
-Que vergüenza.-río.
-Ningun boba. Me has perdonado. -sonríe.- La proxima vez si te dejas, no es violación. -ríe.
-Oye! -río.
Nos sonreímos mutuamente.
-Tengo los labios se-cos.-ríe.
-¿Quieres agua? -río.
-Tonta. Quiero otra solución. Acercate. -ríe.
-¿Cual? -me acerco un poco.
-Tu sabrás...-susurra y me mira mis labios rojos.
Me paso la lengua por mis labios y sonrió, le acaricio la mejilla y dejo un suave beso en sus labios, sin hacerle daño en la herida.
-Ya estoy mejor. -sonríe.
Sonrío.
-Daniel..eh..¿interrumpo?- dice el médico.
-No no! -me aparto.
-¿Como te encuentras? -pregunta.
-Genial. -me mira.
-Bueno estarás aquí una semana, para las pruebas.
-Vale. -ríe.
-Os dejo, mejor...-ríe el médico.
Este se va.
-Que vergüenza dios.-río.
-Anda tonta. -ríe.
-¿En que pensabas? ¿Para no mirae al cruzar? -pregunto seriamente.
-........
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Buenas noches
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Mi pesadilla (Oviedo Morilla)
Fanfiction-Tu debes de ser la nieta de Pepe Barroso, ¿no? -La misma. -me doy la vuelta. -Encantado preciosa. Y solo bastó eso, para que apareciera Mi Pesadilla. (...)