What we build [Lan WangJi/Luo Binghe]

Capítulo II

La corporación Gusu se encargaba de la manufacturación de textiles y podía considerarse como una de las corporaciones más importantes del país, aunque también eran conocidos por sus anticuarios colmados de peculiares antigüedades.

Pero algunas veces el presidente de la corporación se permitía unas horas de descanso, incluso si eso significaba más papeleo en su oficina. Lan XiChen estaba dispuesto a vivir un poco más de su vida ahora que la corporación Gusu estaba en su auge y los planes de expansión al extranjero seguían siendo discutidos por el consejo.

Ese mismo día había visitado a su Didi con el objetivo de discutir algunos documentos legales que quería que leyera y también tenía el objetivo discreto de ver a su pequeño sobrino de un año y darle a "escondidas" algunos juguetes, aunque claro que su Didi lo notó, pero no dijo nada al respecto.

Su sobrino era el bei bei de la familia Lan y cada vez que lo veía se lanzaba a los brazos de Lan XiChen con una gran sonrisa que solo provocaba que su corazón se derritiera, pero siempre debía despedirse amargamente y volver a su propio departamento.

Algunas veces era un poco solitario y otras veces era suficiente para él. Volver a su departamento significaba disfrutar de su poco tiempo libre, aunque no sabía en qué emplearlo. Algunas veces leía, otras veces tocaba el guqin o su xiao, otras hablaba por teléfono con su Niang o Shufu y en pocas ocasiones solo dormía el resto del día.

Lan XiChen sabía que no era la mejor manera de disfrutar de sus días libres, pero no sabía de qué otra manera podría invertir su tiempo. Entonces esta vez decidió tocar su guqin, la tensión de las cuerdas era la indicada y sus dedos se movían con elegancia para tocar una melodiosa composición hasta que una de las cuerdas se rompió.

El Lan mayor miró durante un largo momento su guqin como si tratara de entender porqué la cuerda se había roto, aunque poco después suspiro y se levantó del suelo.

Lan XiChen estaba tratando de pensar cuando tendría tiempo de nuevo para reponer la cuerda, pero entonces, pensó que si tenía tiempo ahora no había una razón para posponerlo.

Puso su guqin en su estuche y se lo colocó en la espalda antes de tomar las llaves de su departamento y salir. Durante el camino a su auto estuvo meditando sobre algunos locales cercanos que podrían tener las cuerdas indicadas para su guqin, pero era algo incierto, puesto que, el guqin no era un instrumento de tanta prioridad en el mercado, incluso si era un instrumento tradicional.

Hasta que recordó una conversación que habían tenido su Didi y Wei WuXian sobre instrumentos. Su Didi estaba hablando sobre su guqin y lo desgastadas que estaban sus cuerdas y Wei WuXian empezó a hacer chistes al respecto hasta que, finalmente, confesó tener todo lo necesario para reponer algún guqin e incluso tener algunos nuevos en venta solo porque sabia que, al igual que ellos, muchas otras personas tocan ese tipo de instrumento.

Así que Lan XiChen se dirigió al local de Wei WuXian con algo de emoción, después de todo era un día ligeramente diferente al resto.

Cuando llegó a la tienda apenas estaba atardeciendo y, por suerte, no había una fila para ser atendidos, de hecho, él era el único ahí en ese instante.

Cuando entró lo primero que llamó su atención fueron los instrumentos de exhibición en la tienda, los uniformes deportivos y algunos equipos de protección -¡XiChen-ge! -, rápidamente su mirada se enfocó en Wei WuXian que estaba detrás del mostrador saludándolo con una gran sonrisa y, entonces, se acercó al mostrador.

-Xian-di, es bueno verte -.

-Hace mucho que no escuchaba ese nombre, ¿qué te trae por mi humilde tienda, XiChen-ge? -. Lan XiChen sonrió algo apenado, puesto que, no llamaba a Wei WuXian así desde que WangJi y él iban a educación primaria y Lan XiChen apenas cursaba el primer año de secundaria.