Frío y húmedo.
Lo hacia sentir incomodo removiendose entre la hierba, el sonido de agua chocar entre si y el cantar de aves alimentando a sus polluelos o buscando pareja le hacían doler la cabeza.
Soltó un quejido al levantarse, su espalda y pies dolían sentía que se iba a golpear contra el piso, su vista borrosa se volvió tenue divisando un hermoso bosque de pinos iluminado por el amaneser de los rayos atravesando sus hojas, un río cristalino lleno de rocas con pocos peces nadando en el.
¿Donde estoy?, confundido y aun somnoliento se acerco al río, suavemente tomo agua entre sus manos, echandola sobre su rostro esperando estar más despierto.
El sonido de hojas y ramas romperse lo alertó, a sus espaldas había un chico vestido con un suéter morado que parece simular un ave, pantalones negros, cabello negro, ojos morados como uvas frescas, y sostenía una espada oscura que brillaba de púrpura.
"¡¿Quien eres?¡, ¿que haces aquí?, salir esta prohibido, vamos, al regresar seras castigado" dijo aquel chico tomando la mano del otro, caminando a una dirección "¿cómo te llamas?, encontraré a tu familia y hablare de esto con ellos, no se si sabes pero aquí es peligroso, ¡pudieron encontrarte cazadores!", aquel chico era Duxo el rey del Reino Del Bosque, estaba preocupado por el ciudadano que encontró cerca del río y por el mismo, como rey debía preocuparse por su gente, pero Duxo había salido sin permiso y si se enteraba el consejo real seria castigado.
En realidad el ciudadano no seria castigado solo eran amenazas vacías, pero debía asegurarse de que no diga nada de esto.
"No recuerdo mi nombre, en realidad no recuerdo nada antes de esto" Duxo se detuvo, miro a los ojos al chico de sudadera blanca con un 'A' en su pecho derecho, pantalones negros, cabello café oscuro, y unos ojos marrones que brillaban con la luz del sol que al mirarlos irradian calidez.
"¿Que?, como es eso posible", Duxo no lo cree, todos saben eso ¿cómo puede este chico no saberlo?, esta poniendo alguna excusa, se dijo Duxo así mismo.
"Enserio, no lo recuerdo, mejor dime ¿como te llamas?" Duxo en realidad no entendía todos sabían su nombre incluso los que viven bajo una roca, era como si algo les dijera su nombre a todos los híbridos al nacer.
"Soy Duxo, enserio no lo sabias, ¡soy el que se convirtió en rey siendo muy joven!, ¡12 años!, tenia 12 al ser rey, si, ay muchos mas jóvenes, pero yo soy rey de híbridos es mas complicado, ¡entiendes!", volvieron a caminar y Duxo no dejaba de hablar sobre su vida complicada.
"Puedes darme uno" dijo el de ojos marrones deteniendo la charla de Duxo.
"¿eh?, que quieres decir"
"Quiero un nombre, y quiero que me lo des tu", Duxo no lo pensó mucho y decidió que le daría un nombre a aquel chico, aun si mentia aserca de su nombre se lo daria, pero primero debían llegar al reino, no estaban seguros fuera.
"Aquí no" dijo esperando que el chico entienda debían llegar primero y después pensar detenidamente un nombre adecuado.
"Aquino, me gusta ese nombre", Aquino sonrió feliz Duxo seria su primer amigo, aun si no recuerda su vida no le importaba solo quería a Duxo se miraba agradable.
Duxo estaba en crisis ese no era un nombre pero se veía feliz llamándose Aquino así que lo dejo, no parecía una amenaza y se veía confiable, estaba seguro que se quedaría al lado de Aquino.
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La realeza
FanfictionUn mundo donde los híbridos existen, son cazados o usados para hechizos y pociones, ya que disponen de energía natural que los hace poderosos. Aquino un hibrido de pato que no recuerda la mayoría de su vida, pero tiene el sueño de convertirse en un...