La viajera del tiempo

Una Pesadilla Real

Como cada noche me desperté gritando, mi rostro estaba húmedo, mi respiración agitada, mi ojos rojos, estos deseaban estallar en lagrimas, y así fue en silencio , mis rodillas tocaron mi cara y mis brazos abrazaron mis piernas mientras que las lagrimas caían y chocaban contra el colchón de la cama.

Aquel pesadilla se repetía de nuevo, era constante y no me dejaba descansar, me levante de la cama con el rostros humedecido, fui al baño y metí la cabeza en la ducha, me mire en el espejo un sombra estaba detrás de mi , era oscura, su mirada era  estaban fijos en mí, aquello ojos rojos como la sangre, me di la vuelta, asustada y aterrada, me seque la cara pensando que solo era un reflejo, mi imaginación, pero sabia que no era así, llevaba viendo ese reflejo desde lo ocurrido hacía a penas una semana...

La casa estaba a oscuras y eso me asustaba, normalmente siempre había ruido, fui a la habitación de mis padres para ver si estaban allí, fue entonces cuando las luces del pasillo se encendieron de la nada y una sombra apareció cerca de la entrada de la habitación de mis padres me acerque sigilosa y esta desapareció, mi corazón latía mil por hora entre en la habitación y allí estaban dormidos y la tele estaba apagada.

-" Al parecer papá apago hoy la televisión" - pensé.

Entre en mi habitación y suspiré, odia tener la sensación de que algo iba a pasar y no pasaba, odiaba ser débil, cuando era pequeña solía tenerle miedo a la oscuridad por los mismos sueños que te ia ahora, antes no lo entendía y por eso tenía miedo pero ahora que habían vuelto estaba asustada ¿y si era alguien que me quiere hacer daño?

Miró hacia mi cama y veo una figura masculina echada en ella tiene algunas heridas en el brazo, además de su ropa rasguñada era distinta esta toda sucia, llevaba puesto una camisa térmica gris y morada, junto con una chaqueta blanca (bueno en estos momentos estaba más sucia que limpia pero bueno) lleva unos vaqueros negros y unas botas grises, me acerco despacio y cojo una lámpara y la agarró con fuerza, estoy algo asustada.

Abre un ojo y se sienta en la cama, me quedo conjelada, quieta como una estatua, tiene el pelo revuelto su color de pelo es negro y sus ojos son grises, me observa y sonríe sus sonrisa es diabólica, me tenso.
- Que crees que vas a hacer con esa lámpara - Exclama levantándose.

Se acerca lentamente, retrocedo y me quedo parada en la puerta, esta a un par de centímetros de mi.

-A-aléjate de mi - Apenas puedo pronunciar esas palabras.

-Esta bien pequeña - dice dándose la vuelta - Desde cuando tienes esas pesadillas? - pregunta de la nada.

No puedo ver su rostro pero me Dan escalofríos solo pensar en la pregunta.
Golpean la puerta y me echo hacia delante, voy a abrirla y esté me agarra del brazo.

-Ni se te ocurra abrirla - Su voz es ronca.

La puerta vuelve a sonar pero más fuerte, está vez me asustó, lo miro y me sepado el el con ferocidad.

-A que te refieres con que no habrá y si son mis padres o... - Me tapa la boca cuando estaba a punto de acabar mi frase.

La puerta se habré de golpe y aparece aquella sombra, no puedo moverme y me quedo conjelada, estoy demasiado asustada como para decir algo.

Este se pone delante de mi y me empuja hacia la cama, me mira y se que no debo moverme pero tampoco puedo confiar en él.
Este corre hacia el sacando una espada de hierro con aura de color morada se tira hace la sombra pero este solo desaparece, mira a su alrededor como si estuviera esperando a que volviese.

-Mierda escapó - Dice quejándose.

Me mira y se detiene

- No te muevas

Un escalofrío me recorre y siento frío, un frío que me conjelada la sangre.
Me tiembla el cuerpo y se que debo huir le lanzó la lámpara y salgo corriendo hacia la puerta, no miró atrás y solo corro, escucho objetos romperse y gruñidos, me escondo en el baño, dentro de la ducha y con lágrimas en los ojos me tapo la cara con desesperación, no escucho nada y me levanto, un fuerte gruñido de dolor sale se mi habitación y ya no se  escucha nada.
Empiezo a caminar hacia allí, siento un pequeño mareo y me desequilibrada tropiezo y caigo al suelo, mi cuerpo se siente pesado y mis ojos se cierran quedando todo oscuro.

- Charis levántate hija que vas a llegar tarde  - Era la voz de una mujer de mediana edad.