Capítulo 2

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 [♥]

SHOUTO

Cuando escuchas que alguien es un estudiante universitario, ¿Qué te imaginas que está haciendo en una noche durante las vacaciones de invierno?

Probablemente los imagines de fiesta. Saliendo con sus amigos. Emborrachándose o fumando o tomando decisiones terribles de algún tipo u otro.

Incluso si sabes que esta persona es un estudiante de teatro, probablemente seguirías pensando que esta haciendo algo con su vida. Asistiendo a un espectáculo o fumando dramáticamente un cigarrillo mientras habla de Hayao Miyazaki, o al menos en cada escribiendo furiosamente su próximo monólogo apasionado sobre los peligros del cambio climático y, no sé, el sabor de los dedos de los pies de Dori Sakurada.

Pero en mi caso, estarías equivocado, en todas las suposiciones.

Estaba en casa. Pero no estaba haciendo nada tan remotamente innovados como escribir odas a las delicias podiátricas de un actor.

No. Estaba en mi teléfono.

Otra vez.

Y no solo en mi teléfono, sino en el perfil de Instagram de mi ex.

Otra vez.

Y no solo en su perfil, sino en la foto más reciente que había publicado, de él y otro chico con molestos ojos azul claro y cabello pelirrojo y un six-pack. No se podía ver el six-pack debajo de su camisa, por supuesto, pero para mi gran desgracia sabía que estaba allí.

El tipo era como un muñeco Ken hecho realidad. Como un GI Joe. Una mejor versión de mí en todos los aspectos.

El pelo del tipo era cobrizo bañado por el sol. El mío era un rojizo oscuro con blanco y sencillo, del color de un suelo sobre el que habías dejado huellas de barro rojo. Sus ojos brillaban como unas piedras extrañas de joyería, como una Turquesa o uno de esos colores que solo existen en el paquete de noventa y seis crayones Crayola. Los míos por mi heterocromía eran del negro descolorido y lúgubre de un abrigo viejo y del azul claro desteñido de los jeans que has usado por casi 7 años. Media un metro ochenta millones y se destacaba entre cualquier multitud. Yo parecía de nueve años en comparación y no tenía nada de especial.  [Nota: Sé que Shotito es alto en el anime/manga jaja pero para fines de la historia será un poco más bajo que Kats] 

Y en cuanto al six-pack, bueno, tenías que tener músculos reales para tenerlos. Mi cuerpo no reconocería un músculo aunque estos me mordieran en la nariz. Pesaba 70 kilos, empapado. Mi papá siempre dijo que estaría agradecido por mi metabolismo cuando fuera mayor, pero hubiera preferido dejar de ser confundido con un estudiante de sexto grado ahora.

Y el tipo de la foto, sabía su nombre, pero me negaba a darle espacio en mi cerebro, estaba parado allí sonriendo, sus dientes perfectos brillando como los azulejos del metro en un baño de diseño, con su brazo alrededor de Izuku.

Sin embargo, había un nombre que no podía olvidar, aunque lo intentara.

Izuku Midoriya, el director de cine en ciernes que había visto la obra que escribí y dirigí durante el verano. Izuku, que se había quedado después del espectáculo solo para conocerme, y me invitó a salir con sus amigos. Izuku, el joven de 27 años que, contra todo pronóstico, pareció ver algo en mi, un pequeño y anticuado estudiante universitario. 

Izuku fue el primer hombre con el que me acosté.

Izuku fue la primera persona que me hizo dejar de sentirme como el niño raro que come solo en la cafetería.

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2022 ⏰

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