Marguerites

Miercoles 06 de Diciembre de 1944:

Mi querida dama:

Por un tiempo crei que no era digno de su amor, es por eso que quiero decirle que no pude evitar enamorarme de usted desde la primera vez que la vi aquella mañana de otoño, cuando llego a mi local y con suma delicadeza agarro un ramo de margaritas blancas como un mirlon albino, con aquel brillo en los ojos y una sonrisa me pregunto si podía envolverlas, algo atontado le devolví el saludo cumpliendo su orden, al volver a la realidad caí en cuenta de que posiblemente no la volvería a ver, pero nuevamente volvió y así fueron todas mis mañanas admirando su aroma y belleza que destacaban entre las rosas mas hermosas. El tiempo pasaba y nos hacíamos mas cercanos, llegue a descubrir que aquellas margaritas eran para su amado quien se encontraba en el hospital.
Recuerdo que una mañana de invierno dejaste de venir, pero luego la encontré una noche llorando bajo aquel arbol de Magnolia Soulangeana Alba que se encontraba en aquella plaza poco conocida, me contaste que el cáncer se había llevado la vida de su amado.
Pasamos años juntos en los que nos ayudamos mutuamente, el tiempo nos unió en un amor.
Al leer esta carta se que por sus mejilla se deslizaran las lagrimas, prometimos casarnos, pero esta guerra no nos permite estar juntos, le pedí a mi compañero que le entregara mi medalla que quedaria fría y esta carta en caso de que la guerra se lleve mi vida.
Mi primer y único amor aunque ya no podamos estar juntos mi alma y amor le perteneceran, conmigo llevo los recuerdo de aquel otoño en el que la conocí,el invierno donde nos juntamos, la primavera que pasamos juntos y el verano que ibamos a prometer unir nuestras vida en aquella mañana en la que cantaban los pájaros, pero al final nos separamos cuando llego la noticia de que había sido reclutado para estar en la guerra.

Nos volveremos a encontrar en otra vida cuando tus mejillas se torne como el pétalo de una margarita. Je T'aime Mon Amour.

Tu amor eterno.

~Mairen-734