Seis

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Ella estaba allí, su rostro más maduro, pero, su belleza era igual, mucho más hermosa, pensó Yoongi. La sonrisa ya no era dulce como antes, y sus ojos no tenían la calidez qué él había conocido.

Ella estaba ahí, desafiante esperando que él hiciera algo.

Yoongi no sabía cómo reaccionar o que decir, se sentía vulnerable, muy vulnerable. Avery cruzó sus piernas y apoyó su mentón sobre su mano, una serpiente midiendo a su presa.

—Creí que siete años harían estragos en ti— sus palabras fueron duras sin ningún miramiento— la vida te ha tratado bien, fue demasiada buena contigo.

Esa sonrisa retadora despertó algo en él.

—¿Vienes a terminar lo que tu primo no pudo?— el poco coraje que tenía lo hizo avanzar hacia Avery quien lo siguió con sus ojos marrones, escrutándolo— eres demasiado impulsiva aún, ¿Olvidaste que eres fugitiva y puedo arrestarte? Un mal defecto en ti, ciertamente.

—No harás tal cosa, ambos lo sabemos— replicó Avery abandonando su asiento, la arrogancia brillaba en su rostro— no tienes el valor…

—¡No me provoques!— gritó Yoongi sintiendo que perdía el control, la sonrisa de ella le encendía su furia.

—¿O si no qué?— retó ella rodeándolo— eres lo que yo te enseñé ¿Lo olvidas? Tu vestir, tus expresiones, tu forma de moverte. El hombre frío y calculador que es Min Yoongi hoy, lo hice yo en todo nuestro tiempo juntos— Yoongi cerró los ojos sintiendo los recuerdos invadirlos— sin eso, solo eres un hombre frustrado buscando aprobación.

No lo resistió, Yoongi la cazó de la garganta estampando a Avery en la pared, hacía más presión cada vez que veía su sonrisa, burlándose de él.

—¿Quién crees que eres para volver así? Debí haberte mandado a la puta silla eléctrica al igual que tu padre, para que no regreses— su agarre se intensificó a pesar de que ella arañaba sus manos buscando aire— no sé cómo pude caer en tu trampa, eres una maldita…

—¿Maldita qué?— la voz de Avery apenas se escuchó— ahí estás otra vez— él la soltó de golpe al verla morada, Avery cayó de rodillas respirando profundo y ahogándose a la vez— también caí en tu trampa, no lo olvides. Juraste que me amabas, pero cuando debiste creerme no lo hiciste, me abandonaste peor que un perro ¿Quién fue el tramposo? Me convertí en lo que pensaste que soy solo para sobrevivir y obtener mi venganza, por mí y por el futuro de mi hijo.

—¿Hijo?— le dio un vuelco al corazón de repente, ninguno hizo otro movimiento, el silencio los envolvió— ¿Tienes un hijo?

—¿Tu amiga no te dijo nada?— una pregunta con un contraataque firme— Lisa lo sabía, como no respondías a mis cartas, pedí una visita de ella para contarle y que ella te diera las noticias, ya que tú le creerías a ella.

—¿A qué te refieres?

—Adivina, adivinador, Yoongi— Avery caminó hasta la puerta y giró sonriente— descúbrelo tú mismo, eres inteligente— con medio pie fuera dijo a modo de despedida— pronto querrás volver a verme, oficial Min, ten buenos sueños.

Aunque su conciencia le ordenaba ir por ella y arrestarla, su cuerpo no le obedeció. Estuvo parado en su lugar mirando la puerta mucho rato después de que Avery se haya ido, aún sentía la suavidad de su piel y su perfume en sus manos.

Era una maldita pesadilla.

Era una maldita pesadilla

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⏰ Última actualización: Aug 03 ⏰

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