»Capítulo 11«

13 2 7
                                    


Jueves 21 de febrero, 2019

¿Yo le hago feliz? ¿Chan es feliz estando conmigo? ¿O solo fue por el momento? 

Si... Tal vez fue eso. Seguro la felicidad de alguien que ve a una persona querida sana y salva se transmite a los demás. 

Fue por el momento y nada más... ¿Cierto?

-¿Jeongin?- pregunta mi madre sacándome de mis pensamientos- ¿Me estás escuchando?

-Perdón mamá, estaba pensando en algo- digo algo avergonzado. Me estaba contando lo feliz que se sentía por las flores y yo aquí pensando en alguien más. 

-Pequeño diablo- dice mi mamá fingiendo enojo- ¿En quién piensas?

-¿Quién te dijo que pensaba en alguien? ¿De dónde lo sacaste?- pregunto a la defensiva. 

-¿Estás pensando en Bang?- antes de que pudiera reclamar mi mamá continúa- Me cae bien el chico, pero algo no me cuadra- dice esto último más para ella que para mí. 

-¡No es él!- digo rápidamente. Mi madre me pone una de sus caras que me hace darme cuenta de lo que dije- ¡No estaba pensando en nadie! Estaba pensando en cosas, no personas. 

-Si claro, y yo seré abuela- dice rodando los ojos. 

-¿Qué cosas dices?- reclamo sin entender que quería decir. 

-¿Qué? ¿Acaso lo seré? No me digas que adoptaste a un niño Jeongin- dice seria. Nunca se molestó por el hecho de que fuera gay. De hecho, fue la primera que se enteró y la primera que me apoyó. 

-¡Mamá! ¡No me refería a eso! Era la comparación. 

-Ah... Eso- dice con una risa- Perdón no se me ocurrió que más decirte. Todas las cosas en que pensé eran reales. 

-¿Pensaste en que eras molestosa?- muerte sentenciada. Ya tenía mi tumba y lápida hecha. 

-¡Jeongin!- me dice intentando pegarme, pero no podía moverse bien por la posición en la que estaba. Aun así logró golpearme en la cabeza con un cuaderno que tenía. 

-Ya, ya. Perdón- digo riendo mientras me sobo la cabeza. 

-Fuera de broma, era Chan ¿No es así?- dice mi madre con una sonrisa grande mientras levantaba las cejas. Yo asiento lentamente y agacho mi cabeza un poco avergonzado- No te preocupes cariño, les doy mi bendición. 

Rápidamente levanto mi cabeza de nuevo. 

-¡Mamá!

-¡Ay! ¿De qué te quejas? Se te nota en la cara que te gusta el chico ese.

-¡Pero no lo digas así! Me avergüenzo...- digo con cara de pena y bajo la cabeza de nuevo. De verdad me apenaba pensar en mis sentimientos. No estaba seguro de lo que sentía pero tampoco podía negárselo. 

De pronto la puerta se abre repentinamente y deja ver a dos personas. Una de ellas estaba en muletas. 

-¡Señora Yang!- grita Felix mientras intentaba correr con las muletas, pero Minho lo detiene antes de que hiciera cualquier locura. 

-¡Mis niños!- grita mi madre con una gran sonrisa sentándose más arriba para así estar más cómoda. 

-¡Hey! ¿Por qué pareces más emocionada por verlos a ellos?- reclamo hacia mi madre- Esa sonrisa tú no me la diste. 

-Es porque somos sus favoritos- dice Minho acercándose con Felix. Luego se dieron un abrazo con mi madre. 

-Si claro, sigan soñando- digo fingiendo enojo. 

-Ya, ya- dice mi madre- No me molesten al niño. Cambiemos el tema- dice con una sonrisa- ¿Sabían que Jeongin tenía novio?- de pronto se escuchan unos "¿Qué?" de parte de los dos chicos a mi lado. 

-¡Mamá! 

-¿Quién es el idiota afortunado que tendrá un golpe en su cara gratis?- dice Minho serio. 

-¿Es el rubio ese?- pregunta Felix y mi madre solo le sonríe y aplaude por haberle atinado. 

-¿Qué rubio?- pregunta Minho aún con el tono serio que tenía. 
No te voy a mentir, me está dando miedito.

-El rubio ese...- dice Felix tratando de recordar algo- ¿Cómo se llamaba? ¿Yan? 

-Chan- le ayuda mi madre a Felix. 

-¿Están hablando de mí?- pregunta una voz desde donde estaba la puerta.
Cierto que había quedado abierta.
Todos nos damos la vuelta para verlo de frente, excepto mi madre que ya estaba de frente. 

-Ah...- dice Minho con un claro tono de gracia en su voz- Ese rubio...



⸺⭑⭑⭑✺⭑⭑⭑⸺



Este fue otro de los mejores días de mi vida. 

A pesar de que Minho casi mata a Chan... 

Cuando Chan entró a la habitación Minho fue caminando hacia él mientras levantaba las mangas de su camisa. Si no fuera por Felix, y su golpe con una de las muletas, Minho le hubiera dejado un pequeño golpe en la hermo- en la cara de Chan. 

Pero fue divertido. Felix y Chan se llevaron realmente bien. Tanto que ya empezaban a hacer burlas y bromas juntos. Incluso Minho se les unió. 

Mi madre de repente hacía bromas. Todas sobre mí. O como Felix peleaba con Minho cuando chicos. Aunque, en mitad de las bromas tosiera un poco, no le quitaba la gracia. Sé que se va a recuperar, solo necesita tiempo. 


-¿En qué piensas Jeongin?- me pregunta Chan sin dejar de mirar la ruta. 

-¿Por qué todos quieren saber que pienso?- le pregunto riendo mientras me giro a verle. 

-¿Qué pensarás con esa linda cabecita tuya?- Chan me mira con una ceja levantada y una sonrisa, pero no duró mucho porque tenía que seguir mirando o chocábamos. 

¿Es posible que esa mirada se sienta como si te hubieran disparado? 
Un disparo de emoción. 

-Pensaba en el día de hoy- digo con una sonrisa mirando hacia al frente, viendo las luces de la ciudad y la calle con pocos autos pasando. El cielo estaba nublado. Parece que lloverá- La pasé bien. Siento que necesitaba esto después de todo. Me siento más... Calmado... 

-Eso es bueno.

-Si que lo es- digo feliz sin poder dejar de mirar por la ventana. Estaba admirando todo lo que había frente a mis ojos. 

De verdad sentía una alegría inmensa. Mi vida se estaba arreglando luego de ese cambio repentino que tuve en mi vida. 

¿Quién me creería si le digo que en el día de mi cumpleaños, en el cual estaba haciendo una subasta, me secuestraron durante solo unos días porque luego me rescataron unos chicos los cuales son un tipo de agente secreto y que ahora estoy viviendo con ellos? 

Aunque, ahora que lo pienso, tan terrible no fue... Debo admitir que me he divertido mucho estos días. 

Lo único que me preocupaba mi madre, pero ahora está despierta, está bien.

Supongo que es cierto que la calma viene después de la tormenta...

¿O era al revés? 

°Peripeteia°- Chanin -- Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora